🌸8. Hermano🌸 (1)

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- ¡Carajo!, ¿Él que hace aquí?- Jimin se quedó estático frente a la entrada del conjunto de departamentos, su corazón latía tan fuerte y rápido que podía escuchar sus propios latidos, su respiración estaba irregular, sus piernas temblaban, su mente estaba en blanco, ver aquel auto tan solo le traía malas noticias que una más no estaría dispuesto a soportar. -Mierda debo salir de aquí- musitó para si mismo, agitando su cabeza para poder volver a la normalidad, este de forma rápida se dio la media vuelta tratando de evitar que Jungkook lo viera por fuera.
 
- ¿Seguro que no estás enojado Taehyung?- Jimin sentía como su mundo se venía abajo, detrás suyo tan solo pudo escuchar a la voz de su amigo rubio, quien por deducción propia este entraba junto Taehyung, su corazón se detuvo se quedo estático sin saber realmente que hacer. El mayor comenzó a caminar con rapidez hacía el ascensor, no estaba listo, no después de tanto que pasó, apretujo su chamarra para tratar de minimizar sus nervios pero le era casi imposible, sus piernas no querían responderle con normalidad pero eso poco le importaba solo quería huir de ahí.
 
- Mierda- susurró, pulsó el botón del ascensor esperando que este llegara a la recepción, si el destino no jugaba en contra propia podría salvarse de ese par que poco a poco se acercaba con un monto de bolsas cargando entre los dos, las puertas metálicas se abrieron dando paso al mayor, este entró con desesperación pulsando el botón para subir a donde se encontraba su nuevo departamento.
 
-¡Oiga!, ¿Puede detenerlo?- pudo escuchar a Jungkook cerca suyo, miró las puertas con seriedad, y lo vio,  Kim Taehyung frente suyo, ambos mirándose mutuamente por pocos segundos antes de que las puertas se cerraran en su totalidad, Jimin escapó, escapó de puro milagro, su cuerpo había resentido aquella presión sus manos no dejaban de temblar mucho menos sus piernas que seguían moviéndose con nerviosismo. - Creo que no me escuchó-dijo Jungkook con una leve sonrisa, pulsando el botón de nueva cuenta.
 
Taehyung se quedó en silencio, sus ojos seguían puestos en las puertas del ascensor, Jungkook lo miró un poco extrañado por su actitud tan extraña.
 
- ¿Algo pasa?- preguntó curioso, Taehyung lo miró con seriedad negando con la cabeza. -¿Seguro?- trató de confirmar pero el azabache parecía no estar atento a lo que este le preguntaba, el rubio lo notó causándole extrañeza.
 
- ¿Cómo dijiste ?- preguntó separando la mirada de las puertas del ascensor.
 
- Preguntaba si algo te pasaba, te pusiste extraño- Jungkook lo miró con una sonrisa, aunque Taehyung no le correspondiera, las puertas se abrieron, el par entró con rapidez antes de que las puertas se cerraran de nueva cuenta, Jungkook dejó las bolsas en el piso para poder pulsar el botón donde indicaba a que piso se dirigen, piso 6, al pulsar el número las puertas se cerraron comenzando avanzar.
 
- Ya me dirás de donde conoces a tu "amigo"- preguntó, mientras hacía unas comillas con sus dedos, Jungkook lo miraba un tanto divertido, jamás creyó conocer aquella fase de su jefe.
 
- No, lo lamento Taehyung, eso es un secreto que le prometí guardar-  el rubio estaba reacio contra Taehyung quien no conforme solo se limitaba a guardar silencio, tragándose su rabia que poco a poco se expandía.
 
- Debe ser rico para poder hacer que te mudes con él- Taehyung tenía la mirada clavada en las puertas metálicas frente suyo, en su tono se podía notar su sarcasmo.
 
- No lo sé, él solo me trajo aquí ayer por la noche- sonrío al recordar la noche anterior, Taehyung giro su mirada, viendo al rubio con el entrecejo fruncido pero no dio tiempo para que este pudiera hablar, el ascensor se detuvo abriendo las puertas casi enseguida, el rubio tomó sus bolsas comenzando a salir, seguido del azabache quien apretujaba las cosas con rabia, rabia que le carcomía por dentro, pero no era capaz de admitir que le aterrorizaba que sus planes fallarán.
 

Flashback

 
- A Yongsan por favor- dijo con seriedad, Jungkook veía la ventana, asustado, aunque no quisiera admitirlo le había tomado cariño aquel lugar que sirvió como hogar cuando el recién llegaba a la ciudad, aquel lugar que le hizo conocer buenas personas que le ayudaron conforme sus posibilidades, lugar que le permitió tener a su primer amigo.
 
Jimin en cambio estaba tranquilo, sentía como un par peso de encima suyo se retiraba con rapidez, se sentía aliviado de poder por fin escapar de aquel lugar, irse lejos de dónde había sufrido como nunca en su vida, pero a pesar de ello logró conocer un rubio que le dio fe y esperanza a su vida y eso jamás podría pagárselo.
 
- Jimin, de verdad que no tengo como agradecerte lo que estas haciendo- dijo Jungkook con una sonrisa triste, el azabache lo miró con ternura negando con la cabeza, dio una amplia respiración antes de poder hablar.
 
- No tienes porque agradecerme, yo no me iba a ir de aquel lugar sin ti- el azabache bajó la mirada, apretujando sus pantalones con fuerza tratando de calmar sus ganas de caer en llanto. Jungkook le tomó de la mano, haciendo que alzara la mirada, sus ojos negros poco a poco se llenaban de lágrimas que comenzaban a caer por sus mejillas.
 
- Te agradeceré  toda la vida por hacer lo que hiciste conmigo, no hay forma en que pueda pagarte- Jungkook le sonrió amplia mente, con las yemas de sus dedos limpió las lagrimas del mayor, quien solamente sollozaba en silencio. - Se que lo que viviste ahí no fue fácil, pero créeme que yo, Jeon Jungkook te ayudaré con todo lo que tengo para que estés mejor- Jimin lo único que pudo hacer fue volver a llorar ahora con un poco más de fuerza, el rubio de forma impulsiva lo abrazo, protegiéndolo.
 
- Ju-Jungkook, ¿Por qué eres tan bueno conmigo?- preguntó entre su pecho delgado, sentía su respiración tranquila, podía notar como acariciaba sus cabellos con suavidad, le recordaba a su madre cada vez que lo consolaba, aquel tacto cálido que había olvidado después de tantos años de estar lejos de casa.
 
- Porque fuiste mi primer amigo aquí, mi primer vinculo- respondió con ternura, Jimin se despegó del abrazo mirando al rubio con sus ojos acuosos, sonrió ante tales palabras del rubio.
 
- ¿Puedes hacerme un favor Jungkook?- preguntó el mayor con seriedad mientras limpiaba sus lágrimas. El rubio asentó con la cabeza esperando que Jimin continuara hablando. – Sé que sonará como una petición ridícula pero mantén en secreto quien soy yo, sea quien sea - Jungkook lo miró un tanto extrañado por sus palabras pero no quería preguntar.
 
- No tengo derecho a preguntar pero guardaré tu secreto- dijo con tranquilidad, Jimin le sonrió con ternura, esas palabras le habían traído tranquilidad, aunque no sabía hasta que punto aquella paz le duraría.
 
 
- Muchas gracias por todo Taehyung- dijo Jungkook con una sonrisa, mientras dejaba las bolsas en el suelo frente a la puerta de entrada a su nuevo departamento, el pasillo estaba en un completo silencio, pocos eran los ruidos que podían entrar de fuera, las paredes tenían un color blanco que le daba bastante luz que entraba por las ventanas que daban a unos pequeños balcones al final del pasillo, el piso tenían azulejos beige que sacaban pequeños destellos por la luz que chocaba, todo el lugar olía a manzanilla un ligero y sutil aroma que daba una tranquilidad excesiva.
 
- Te acompañaré a dejarlo en tu apartamento, son muchas bolsas- dijo con frialdad, el rubio se puso tenso ante tales palabras, no sabía que hacer, Jimin se encontraba dentro y había prometido no revelar su identidad. El azabache tomó la perilla de la puerta tratando de abrir pero el rubio lo detuvo con rapidez, impidiendo que este abriera la puerta.
 
- No, no puedes entrar- pronunció con nerviosismo, Taehyung arqueó una ceja confundido.
 
- ¿No?- preguntó, Jungkook negó con rapidez, colocando su espalda en la entrada evitando a toda costa que entrara, Taehyung frunció el entrecejo.
 
- Es que a mi amigo no le gusta que lo vean- fue lo único que le vino a la mente, Taehyung sentía como su sangre hervía, dejo caer las bolsas furioso separándose de la entrada.
 
- Haz lo que quieras, yo me voy- dijo con frialdad, su tono ronco causó un gran escalofrío que se recorría por toda la zona lumbar del rubio, sentía como su piel se hacía chinita ante tales palabras, pero aunque no quería hacer enojar a Taehyung debía cumplir a toda costa su promesa.
 
- No te enojes ¿si?- Jungkook lo miró con ternura, el azabache solo negó, caminando de nueva cuenta hacía el ascensor sin dar ninguna respuesta al rubio que se sentía algo culpable por ocasionar todo esto, veía la espalda del mayor, su delgada cintura que se acoplaba con sus piernas torneadas. - ¡Nos vemos Taehyung!- alzó un poco su tono de voz, llamando la atención del mayor quien tan solo lo ignoró, pulsó el botón del ascensor, no esperó demasiado antes de desaparecer del pasillo.
 
- ¿Jungkook?- el mencionado dio un pequeño sobresaltó ante notar que Jimin abría la puerta con lentitud, el rubio se giró mirándolo con una sonrisa. - ¿Saliste temprano del trabajo?- preguntó, mirando detrás del menor notando la cantidad de bolsas que este traía.
 
- Si, algo así...- dijo con vergüenza.
 
- ¿Cómo que algo así?- mencionó un tanto extrañado por la respuesta tan vaga de su amigo, el rubio rascó su mejilla nervioso.
 
- Mi jefe me compro todo esto.- dijo por fin, Jimin lo miro confundido. - Hablemos adentro- Jungkook tomó un par de bolsas cargando con ellas dentro del departamento, el azabache tomó las restantes ayudándole a su amigo, la entrada era un tanto sencilla, tenía suelo de imitación madera que se acoplaba con las paredes de un tono beige que se acoplaban con la iluminación un tanto amarillenta que se reflejaba en la casa dándole un toque cálido.
 
Frente suyo se desplegaba un pasillo que los llevaba a la sala principal, esta era un tanto modesta, era un par de sofás blancos acomodados en "L" de color blanco que se acoplaban con la mesa de centro de color negro con toques de vidrio que resaltaban por la luz que golpeaba encima suyo, tenían una televisión de plasma que estaba empotrada en la pared justo arriba de una chimenea artificial de color negro, en contra esquina se encontraba el comedor, este era una mesa pequeña donde cabían 4 personas, la mesa tenía un color grisáceo que hacían juego con las sillas del mismo tono.
 
La cocina tenía un concepto abierto, tenía una barra de beige negro que se acoplaba con las encimeras de color blanco y la estufa plateada, tenía un amplio refrigerador de doble puerta que tenía un dispensador de agua y hielos. Jungkook colocó las compras en la barra de la cocina con sumo cuidado para evitar que algo se rompiera.
 
- Aún no me acostumbro a estas cosas- dijo con una sonrisa, Jimin lo miró con seriedad.
 
- Jungkook, ¿Qué relación tienes con tu jefe?- preguntó ignorando el reciente comentario de su amigo, Jungkook borró su sonrisa casi de inmediato mirando a su amigo con temor.
 

Castigo De Amor - Taekook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora