Castigo De Amor - Taekook

🌸1.- Estorbo 🌸

Era la primera mañana desde que el invierno tomó fuerza en la ciudad de Seúl, el ruido de los autos se hacían presentes desde las primeras horas del día, el reloj no marcaba ni siquiera las 8 de la mañana y fuera en las calles todo era ya un caos, gente corriendo a sus trabajos era algo normal, los metros repletos de gente era cosa de cada día, pero dentro de aquel caos, en una zona marginada de la ciudad vivía un rubio que dormía plácidamente en el suelo de su diminuto apartamento de mala muerte, este pequeño conjunto de departamentos estaban tan descuidados que la pintura se caía a pedazos, y las manchas negras de humedad que traspasaban las paredes eran cosas normales, no había departamento que no las tuviera y en lugar de convertirse en un problema los inquilinos aprendieron a vivir así , en aquel lugar no vivían las personas más amables, todo estaba casi repleto de Vándalos o pequeñas casas que se dedicaban a la prostitución de donceles, o venta de sustancias ilegales, ciertamente no era un lugar adecuado para vivir.

Jungkook despertó con pereza, quería seguir durmiendo pero aquella gotera que se colaba por una esquina del techo comenzaba a molestarle, parte de sus mechones rubios estaban húmedos por el agua que se esparcía en el suelo, el rubio dio un bostezo amplio, levantándose, se puso su chamarra que también le servía como cobertor, el frío comenzaba a colarse por uno de los agujeros de la ventana que para variar estaba rota.

Este miró hacía afuera encontrándose con un panorama lúgubre, veía una calle sucia, varios matones custodiando la entrada del prostíbulo, ya llevaba muchos días viendo aquel panorama que no le resultaba extraño ver como salían aquellos degenerados que compraron pasar la noche con los donceles, le asqueaba verlos con sus trajes pulcros y sus autos lujosos pero saber que venían a estos lugares para encontrar con quien coger.

Aparto la mirada de la ventana y se dirigió al baño para tomar una ducha rápida antes de que al agua dejara de caer, ya se le había hecho costumbre bañarse en menos de 2 minutos. El baño estaba hecho un asco, tenía una regadera sucia, las esquinas de esta tenían manchas sospechosas que se esparcían por todo el lugar, pero era funcional y Jungkook no podía pedir más, ese día estaba decidido a salir y conseguir un trabajo.

Al terminar su ducha, tomó la misma ropa que traía puesta, junto con su chamarra, con sus dedos acomodó su cabello, miró en los bolsillos de su pantalón cuánto dinero le sobrase para la semana que empezaba, apenas tenia 60 wons, su estómago rugía, tenía al menos 2 días sin probar bocado alguno, y esos pocos centavos que le quedaban era para el café Internet donde siempre buscaba trabajo.

Te prometo que cuando consigamos trabajo te daré muy bien de comer, solo espera hasta entonces ¿si?- se habló a si mismo mientras tocaba su estómago para suprimir sus ganas de comer. Guardó el dinero nuevamente en su bolsillo y se encamino a la salida del lugar, tomo sus llaves y salió de su apartamento.

El pasillo no era mucho mejor, la humedad se esparcía por las paredes y la luz del único foco que servía siempre parpadeaba, el aspecto era más que deplorable, el ambiente olía a suciedad, a muerte, a dolor. Éste ignorando todo a su alrededor baja las escaleras del conjunto, tratando de no caer en los agujeros de las mismas. Al estar en la entrada del conjunto donde vivía vio a lo lejos a su amigo Jimin, o al menos era un conocido.

Era un chico adicto que trabaja en el prostíbulo, este siempre estaba fuera desde temprano, con sus falda y top de cuero que siempre se ponía cuando trabajaba en las noches, por su aspecto este día no era de los mejores. Su falda esta rota y parte de su top estaba sin amarrase dejando a la vista su pezón, todo su pecho estaba repleto de chupetones y mordidas que los clientes dejaban, Jimin estaba sentado en una cubeta que estaba fuera del lugar, tenía un cigarro en la mano, su mirada estaba perdida.

Jungkook lo miró con tristeza, cada día que pasaba podía ver el deterioro de su amigo Jimin, lo mucho que fumaba pero su falta de alimento lo hacia perder peso sin control llegando a casi los huesos, su rostro tenía signos de varios golpes , un ojo morado de un cliente furioso de la noche anterior.