Jungkook miró el reloj, su plazo de 20 minutos había vencido, estaba a tan pocos metros de su jefe, tenía aún la oportunidad de llegar con él, trataba de evitar a las personas que se atravesaban en su camino, corría , lo hacía como si su vida dependiera de ello iba tan rápido que le costaba demasiado respirar y abrir los ojos con normalidad a los opinión de las demás personas este parecía volar, como un ave que pasa frente suyo con un vuelo agitado y así mismo se sentía el rubio.
Su corazón se detuvo.
- ¡SEÑOR KIM ESPERE!- gritó al ver como este se arrancaba en su auto, por fin había llegado a la entrada de la empresa, paró en seco, solamente veía como este arrancaba sin embargo no duró mucho, el deportivo se paró pocos metros un semáforo en rojo que parecía darle esperanza al rubio que aunque sus piernas temblasen frenéticamente decidió por seguir corriendo y alcanzarlo no permitiría que ese auto siguiera avanzando.
- Maldita sea- pensó, al ver que aquel semáforo cambiaba de color a verde, pero agradecía a los cielos que las calles de Tokio sufrieran de embotellamientos constantes, el tráfico los sábados eran la muerte y aunque él no conducía siempre lo notaba cuando salía a caminar, avanzaban poco a poco y este seguía corriendo sin parar, bajó de la acera peatonal corriendo entre los autos que estaban en movimiento algunos les accionaban las bocinas del mismo creando un estruendo entre la multitud de autos que estaban en aquella acera enorme.
Dentro de esa multitud estaba un auto inconfundible, un deportivo negro que avanzaba poco a poco entre el carril del centro, tenía poco tiempo antes de que este se desapareciera entre la carretera que tenía a pocos metros, sabía que entrando a esa parte de la cuidad todo estaría perdido, este comenzaba avanzar pero Jungkook no se rendiría, tomo más fuerza corriendo con lo último que le quedaba.
- Señor Kim, espere...- musitó exhausto, rozando con su cuerpo la parte trasera del auto, Taehyung inmerso en sus pensamientos no se percató de aquello, solo observaba el semáforo esperando con ansias avanzar, iba demasiado tarde y sabía que recibiría un regaño por parte de sus padres.
Semáforo en verde.
Taehyung colocó su piel en el acelerador, miró la hora en su reloj, 12:26 minutos y seguía corriendo el segundero, comenzaba avanzar pero de forma abrupta frenó al notar como su asistente se colocaba frente al auto deteniendo su movimiento, lo miró sorprendido, Jungkook estaba casi en el piso por tanto desgaste de su cuerpo, sus mejillas estaban un tanto coloradas junto con su nariz, una parte era por el calor que generó su cuerpo y otra fue por los vientos helados que chocaban directo a su rostro. Los automóviles detrás de su deportivo comenzaban a pitar su bocina en contra suya, no avanzaba y eso creaba aún más trafico, este frunció el entrecejo pisando el acelerador haciendo una maniobra para cambiar de carril y evitar al rubio.
Pero este se puso nuevamente enfrente evitando el paso, creando más caos en aquella avenida, las bocinas de los autos sonaban por todo el lugar, el azabache bajó el vidrio de su ventana sacando parte de su cabeza, sus cabellos se movían ligeramente por los vientos que chocaban consigo.
- Si llegué señor Kim- musitó con dificultad, Taehyung solo lo miraba con rabia, parecía que echaría espuma por la boca.
- ¡Súbete al auto ahora!- exigió furioso, Jungkook tomo una bocanada de aire, caminó hacía la puerta del copiloto, entrando al auto de forma rápida, su respiración seguía sin poder controlarse, su pecho se movía frenéticamente, el rubio bajó la mirada hacía sus rodillas tratando de calmarse más rápido. Taehyung lo miraba furioso, sentía como su sangre hervía.
- ¿Acaso estás loco? mira todo lo que causaste- gritó, Jungkook solo escuchaba en silencio, tocaba su pecho para oprimir su corazón este estaba tan agitado que le era difícil, su estómago estaba tan vacío que ese desgaste le causaría un desmayo.
- No podía... fallarle- habló con dificultad, Taehyung relajó sus hombros, en cierto punto sentía lastima por aquel muchacho.
- Por esta vez lo dejaré pasar inútil– Taehyung miró al rubio quien asentaba con la cabeza, este interrumpió su regaño al ver el aspecto de su asistente, con la misma ropa del día anterior, lo recorría de abajo hacía arriba pero algo le llamó la atención, un par de manchas de sangre que se asomaban por la camisa del menor. Confundido observó que también el saco tenía varias manchas que se camuflaban en lo oscuro del conjunto.
- Gra-gracias señor Kim- habló, viendo sus manos que estaban manchadas de sangre, las guardo entre sus piernas asustado de que su jefe notara ese detalle, pero era muy tarde él lo había notado.
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Castigo De Amor - Taekook
FanfictionKim Taehyung un joven multimillonario, CEO de unas de las empresas multinacionales más grandes de Corea y del mundo; un mujeriego empedernido por excelencia y tiene la vida perfecta que muchos de nosotros sonariamos; repletas de dinero, mujeres y do...