Una noche antes:
Jungkook se mantenía tendido en su cama, con sus ojos llorosos que seguían derramando lagrimas silenciosas que se mezclaban con sus cabellos húmedos, su vista estaba fija en el techo, después de varias horas llorando su corazón parecía ceder ante el dolor, calmando su llanto poco a poco hasta que respiración se volvió regular y calmada, su llanto y sollozos cedieron, estaba tan destrozado que ya no tenía ánimos para continuar llorando, sólo se quedaba con la vista fija en un punto desaparecer de aquel lugar. La noche había caído de forma precipitada, y a un lado suyo estaba su celular, como si este quisiera recibir una llamada de Taehyung tenía la esperanza de poder volver todo a la normalidad pero aquella pizca de ilusión tan solo comenzaba a desaparecer poco a poco.
El rubio se sentó en la orilla de su cama, fijando su vista ahora en el suelo, suelo que no podía distinguir por la mínima iluminación de su hogar, suspiró con pesadez pensando en tantas cosas que no podía ordenar su cabeza. Sus ojos estaban tan resecos que le dolía parpadear, el dolor de su mano y rodillas comenzaba hacerse presente pero eso poco le importaba, estaba inmerso en sus pensamientos, recordando aquellos momentos felices, aferrándose a una felicidad creada, estaba devastado, se sentía impotente al no poder hacer algo. ¿Qué debía hacer ahora?, se preguntaba constantemente sin encontrar una respuesta certera, estaba tan abrumado de todos los recuerdos y preguntas que se conjuntaban creando un cúmulo de pensamientos y emociones que lo atiborraban sin permitirle pensar con claridad.
Una cosa era clara, debía irse, huir de aquel lugar que se había convertido en un infierno, aquel lugar que le arrebató aquella poca de felicidad que pudo tener en años, ahora lo único que quedaba eran dolorosos recuerdos que le carcomían su alma, pero ¿A quien debía acudir?, no conocía la ciudad lo suficiente para encontrar un lugar a donde huir, no conocía a nadie que lo pudiera ayudar en esta situación. Estaba seguro que si llamaba a Jimin este le cuestionaría todo hasta que terminara por sacarle la verdad pero era lo que menos quería, no quería formar una mala imagen de Taehyung a su hermano, aunque estuviera dolido y destrozado seguía pensando en el dolor de los demás.
Jungkook sin pensarlo demasiado, se levantó de su cama caminando con rapidez a donde estaban sus maletas, eran solo un par y estaban algo desgastadas pero le servirían para poder llevarse consigo sus pertenencias, las colocó en su cama abriéndolas de par a par para poder poner la poca ropa que tenía, se dirigió a su closet tomando la ropa con rapidez, ni siquiera se tomó el tiempo de doblarla, solo la hizo un pequeños bultos que aventó dentro de la maleta cerrándola con fuerza, no quería estar más tiempo dentro de aquel departamento, quería alejarse de todo lo relacionado con los Kim's aunque en ese proceso se fuera del lado de su mejor amigo pero por un momento en su vida quería ser egoísta y pensar en él.
Al estar con su ropa dentro de las maletas sin más pertenencias por tomar, caminó hacía la puerta de su habitación cojeando un poco por el dolor que le producía caminar en sus rodillas pero ahora no era momento de doblegarse, debía ser firme si es que quería alejarse de todo, aunque su corazón doliese y su alma estuviese quebrada y hecha añicos por completo debía mantenerse en calma, estaba harto de llorar, estaba cansado que todos los demás le produjesen dolor sin poder hacer nada en su contra, ahora era tiempo de poder zafarse de aquellos que lo herían y debía hacerlo lo antes posible, evitando a toda costa que al bajarse su borrachera se pudiera arrepentir de su decisión.
Abrió la puerta de su habitación quedándose parado en el filo entre el pasillo y su cuarto, suspiró dejando las maletas en el suelo, recargó sus manos en la pared aun lado suyo, comenzaba a dudar sobre lo que haría ahora, de su sacó tomo las fotografías junto con la grabadora, las observaba con detenimiento pero sin pensar demasiado las cosas se encaminó de nueva cuenta a la cama dejando toda aquella evidencia que le pudiera recordar a Taehyung y aquel pasado que estaba decidido a dejar atrás. Colocó la grabadora junto con las fotografías y el celular dejándolas a simple vista, sintió remordimiento pero estaba decidido.
- Si tan solo hubieran sido diferentes las cosas- dijo en susurro, agitando su cabeza para evitar llorar de nuevo, dio una respiración profunda, tallando sus ojos con suavidad para quitar aquel malestar de re-sequedad en sus ojos. - ¿Y ahora?- preguntó para si, tratando de encontrar una forma de irse de aquel lugar pero estaba seguro que dolería alejarse de Jimin, de alejarse de aquellas personas que de forma sincera le mostraron bondad. No quería irse y tirar todo pero no estaba dispuesto a estar envuelto en un total infierno.
- Lo lamento- habló con tristeza sintiendo como su corazón se estrujaba, pequeñas gotas de liquido salado brotaron de sus ojos, negó, limpiando sus lagrimas con rapidez. - Espero que con esto no me busquen- Jungkook se dirigió a su pequeña mesa de noche puesta a un lado de su cama, encendió la luz sintiendo una leve molestia en sus ojos pero ahora no era momento de tomarle importancia aquellas cosas, del cajón puesta en aquella mesa, tomó un pequeño cuadernillo de notas junto con una pluma, se quedó observando con detenimiento aquel par de cosas que tenía entre sus manos.
Trataba de pensar en las palabras adecuadas para escribir en aquel pequeño trozo de papel, lamentándose por lo que haría; se recargó en la mesa comenzado a escribir. " Sé que eres feliz ahora Jimin, ya puedo irme en paz, se feliz y recuerda que desde el cielo tendrás a tu amigo rubio cuidando de ti por siempre" terminó por escribir, fijando su vista en aquellas palabras, estaba comenzando a odiarse pero debía asegurarse que no lo buscarían en un futuro. " Hasta siempre, Jungkook " terminó por firmar, arrancando el papel del cuadernillo, caminando a la cama donde lo colocó junto con las demás de las cosas.
El rubio se quedó en silencio observando la cama, este solo estaba siendo alumbrado por la tenue luz de la lámpara, apretujo sus ojos con fuerza, soltando una profunda respiración, giró sobre sus talones caminando a la salida, tomó sus maletas, se rehusó a mirar atrás, estaba consciente que si lo hacía comenzaría a dudar y era lo que menos quería ahora, caminó por el pasillo con paso apresurado saliendo de lo que antes era su hogar y ahora se estaba por convertirse en un lugar ajeno. Cerró la puerta tras de sí, tomó el ascensor, pasando por la recepción donde dejo la tarjeta de entrada.
- Adiós- musitó, saliendo del conjunto departamental, abrió la puerta con un poco de dificultad por la herida de su mano, apenas había notado la sangre que escurría por su muñeca hasta su antebrazo, al salir su vista se fijó al final de las escaleras de la entrada notando como frente suyo se encontraba Hoseok con una sombrilla en mano, el castaño lo observaba curioso, subiendo las escaleras para estar frente a Jungkook.
- ¿Te mudarás?- preguntó, señalando las maletas que tenía cargando, el rubio estaba perplejo, no esperó jamás volverlo a ver, Jungkook esbozó una ligera sonrisa triste afirmando en silencio. - ¿Es por Taehyung no?- preguntó de repente.
- ¿Eh?- Jungkook fue tomado de sorpresa sintiendo como su corazón volvía a tener aquella punzada dolorosa. Hoseok alzó su mano para poder tomar una de las maletas que cargaba el rubio - Yo las llevare no te preocupes- el castaño insistió tomando una de las maletas más pesadas.
- Si continuabas cargando, tu mano sangraría más- señaló la sangre que tenia Jungkook, este trató de esconderla pero era muy tarde.
- No es nada, solo es una herida leve- le restó importancia, el castaño lo observaba con detenimiento, repasando su silueta.
- Igual que tus rodillas... hueles alcohol, estas a media noche saliendo de tu casa con maletas en mano, te ves mal, estas demacrado ¿Qué quieres que piense de ti?- habló Hoseok con severidad aunque se le podía escuchar preocupado.
- ¿Tú que haces aquí a media noche?- preguntó acusatorio, cambiando el tema de forma inmediata.
- Estaba preocupado por ti y realmente era un fastidio sentirme así... salí de mi casa para ver si estuvieras bien pero a lo que veo, estas peor a como te deje esta mañana- Jungkook lo miró sorprendido. - ¿Dónde querrás que te lleve?- preguntó, el rubio seguía estático sin saber que decir o hacer.
- Hoseok..- fue lo único que pudo decir, el castaño esbozó una ligera sonrisa.
- No digas nada al respecto de eso, ¿Ya tienes dónde quedarte?- preguntó, el rubio bajó su mirada tratando de encontrar alguna respuesta pero ¿Qué debía decirle? estaba en un punto en donde no podía confiar en nadie. - Puedes confiar en mí, no diré nada a nadie- dijo, Hoseok había notado aquella mirada del rubio, aquella mirada plagada de angustia por no saber que hacer pero trataba de comprender y hacer que confiara en él.
Jungkook se quedó pensativo un par de segundos, dudaba sobre decirle a donde iría pero era la única persona que parecía tenderle una mano en esta situación, agradecía que Hoseok estuviese ahí.
- Me iré de nuevo a mi pueblo- el castaño no se inmuto ante tal respuesta tenía una leve corazonada que eso pasaría .
- ¿Te irás a Busan?- preguntó, el rubio lo miró con sorpresa.
- ¿Tú cómo sabes eso?- se tensó
-Tranquilo, yo me encargo de verificar la información de los empleados- trató de calmarlo pareciendo funcionar, Jungkook relajó su postura ahora mismo estaba más que decidido a confiar en él, era la única persona en la que podía acudir y en la única que podría confiar en estos momentos. - Tengo mi auto estacionado cerca de aquí, ¿Querrás que te lleve?-
- No quiero causar molestias- se veía un tanto apenado, Hoseok suspiró mirando al rubio con una leve sonrisa.
- Si me causas molestias Jungkook, me preocupo por ti y es una sensación que no puedo quitar de aquí- señaló su pecho - Me preocuparé aún más si no puedo mínimo ayudarte a salir de Seúl, me causarías más molestias- Jungkook observaba al castaño con sorpresa.
- Yo... me siento apenado..- Hoseok negó.
- Cállate rubio, si estoy aquí es para ver que estés bien- hizo una breve pausa- No sientas lástima por ti, no te disculpes conmigo por algo que yo decidí hacer por cuenta propia, así que vamos hacer algo, te llevare a mi auto y de ahí iremos a Busan- Jungkook se quedó observándolo en silencio.
- ¿Por qué... tú harías eso?- preguntó sin poder creer lo que decía, Hoseok alzó los hombros desinteresado soltando un leve suspiró.
- Está nevando, no puedo dejar que te vayas de esta forma, eres mi amigo rubio y quisiera asegurarme que donde vivirás ahora sea un lugar seguro para ti- el castaño se le notaba un poco nervioso, sintiendo como un leve sonrojo se formaba en sus mejillas, Jungkook le dedicó una suave sonrisa bajando su mirada. - ¿Vendrás conmigo entonces?- preguntó.
- Si te digo que no, de todas formas me llevarás ¿Cierto?- preguntó esbozando una onrisa.
- Estás en todo lo correcto- bromeó, haciendo que el rubio sacara una leve carcajada ante tal comentario, por un momento pudo olvidar aquella tristeza que estaba clavada en su corazón , pudo sentir una sensación cálida que le invadía con ligereza pero no lo suficiente para ahuyentar todo su dolor. - Vamos- Hoseok comenzó a caminar bajando las escaleras, cubriéndose con la sombrilla para evitar que la niegue lo empapase, el rubio se quedó parado en la entrada observándolo con detenimiento pues jamás cupo en su cabeza que aquel castaño pudiera ayudarle de tal forma.
Jungkook caminó con él, guardándose en la misma sombrilla, ambos caminando en silencio, no paso demasiado cuando llegaron al auto de Hoseok el cual era un auto negro de marca Honda, era bastante elegante tanto era así que a simple vista podía llamar la atención, el rubio miraba el auto con sorpresa.
- ¿No creíste que tuviera auto?- preguntó juguetón el mayor, dirigiéndose a la guantera del auto, abriéndose de forma automática guardando las maletas del rubio.
-No, yo... es que-
- Descuida, yo te entiendo- hizo una breve pausa - Siempre me gusta mantener mi perfil bajo- sonrió. Cerró la guantera y caminó junto al rubio debajo de la sombrilla, cediéndole el paso en el asiento del copiloto, el rubio se subió con rapidez pues la nieve comenzaba a caer con más fuerza, a los pocos segundos Hoseok estaba a su lado, encendiendo el auto, comenzando alejarse de aquel lugar.
- Es bueno alejarse de todo- susurró el menor, colocando su vista en la ventana. Viendo el paisaje urbano que tanto le fascinaba, daba una última vista a aquellos edificios enormes, aquellas calles repletas de colores, le daba un último adiós a la ciudad que lo acogió y lo verá irse, sin cumplir sus sueños, tan solo se va como un joven rubio destrozado que eligió mal su camino en la vida. - Nos veremos pronto-
A la mañana siguiente:
- ¡Jungkook!- gritaba Jimin con desesperación, cayendo de rodillas al suelo, leyendo por centésima vez aquella nota que había dejado, lo último que le dedicó. Sentía su corazón latir con fuerza y su respiración cada vez se tornaba más irregular, en su cabeza tenía tantas preguntas sin respuestas claras. - ¿Qué hiciste?- se preguntó a si mismo, agitando su cabeza para alejar aquellos pensamientos negativos que comenzaban abrumarlo.
Miles de escenarios se formaban en su cabeza y aquel que más resonaba era la muerte de su amigo pero ¿Por qué? ¿Por que? se atrevía a considerar aquella opción con tan solo una nota, apretujaba sus ojos con fuerza tratando de suprimir su llanto pero le estaba comenzando a ser imposible, tomó la nota entre sus manos apegándola a su pecho comenzando a derramar lágrimas que se escurrían por sus mejillas hasta su mentón, se mecía entre sus rodillas tratando de alejarse de aquellos escenarios catastróficos pero no tenía más que pensar.
Sollozaba en silencio, derramando lágrimas que se convertían parte de su ropa, creando unas manchas húmedas en su camisa, se sentía dolido, no quería pensar en lo peor pero no tenía opción, la sangre en la cocina, las botellas de alcohol tiradas en el suelo tan solo le daban indicios del peor de los escenarios. Temía por la seguridad de su amigo pero no sabía que hacer, no tenía idea de donde buscar.
Escuchó sonar de nuevo el teléfono del rubio, alzó su mirada, limpiando sus lagrimas con rapidez, tomo el teléfono y contesto sin ver la pantalla .
- ¡Jungkook, por favor escúchame!- pudo escuchar a su hermano, en su tono se podía notar la desesperación y angustia. Jimin se quedó en silencio levantándose del suelo mirando todo lo que se encontraba puesto en la cama, su vista se centró en aquellas fotografías mostrando a Taehyung junto con una mujer.
- Jungkook....Jungkook desapareció- por fin habló, del otro lado de la bocina se podía escuchar los autos, junto con ráfagas de vientos que pasaban con rapidez.
- ¿Qué haces con el celular de Jungkook?- preguntó asustado, el mayor sentía temor, repasaba la escena de sangre, aquella notaba junto con el hecho de que no estaban sus cosas, dejó todo y no sabía la razón exacta aunque tenía una leve idea de lo que pudo haber ocurrido.
- ¡Jungkook desapareció, Taehyung!- gritó por el teléfono, comenzando a llorar.
- ¿¡Cómo sabes eso?!- gritó, estaba desesperado, sentía como su corazón comenzaba a palpitar con fuerza. - ¡CONTÉSTAME!- se exaltó al no tener respuesta por parte de su hermano.
- No sé, no sé que pasó Taehyung, él...- hizo una breve pausa limpiando sus lágrimas y tratando de controlar su respiración, tomó la grabadora junto con las fotografías comenzando a caminar fuera de su habitación. - Hay sangre en la cocina ¡Me dejó una nota que suicidio Taehyung!- se podía percibir cierta preocupación, del otro lado pudo escuchar como las llantas de un auto se derraparon por el pavimento.
- Iré a tu apartamento, llama a la jodida policía, no sé que hagas pero comienza a buscarlo- Taehyung estaba angustiado.
- Estaré en tu oficina, veré a todos ahí, es mejor que llegues rápido- Jimin tomó su tarjeta de entrada y salió de su casa, caminando por el pasillo.
- ¡No seas imbécil! Jungkook es nuestra prioridad, es mi prioridad- musitó lo último por lo bajo, Jimin bajó del ascensor caminando a la salida donde tenía estacionado su auto.
- Mi padre tiene contactos en la policía, puedo llamarlos, puedo hacer que busquen por todo el jodido país y fuera de, pero Jungkook debe aparecer- se notaba angustiado, Jimin podía escuchar con detenimiento los sollozos de su hermano menor y aquella actitud comenzaba a preocuparle.
- Deja que yo me encargue de esto estas muy alterado, es mejor que tu vengas rápido Taehyung- colgó de forma inmediata, caminando hacía su auto el cual era un deportivo rojo flamante, abrió las puertas de forma automática, arrancando de aquel lugar con rapidez.
Manejaba por la ciudad con rapidez, pasando los autos que le estorbasen para ir más rápido, no le importaba el limite de velocidad, lo únicos que quería era buscar a Jungkook. Un semáforo en rojo detuvo su camino, el trafico era tremendo y aquel tiempo que estaba parado entre los autos estaba siendo crucial, repleto de curiosidad por aquella grabadora que había tomado de las pertenencias del menor la tomo su de saco, accionándola...
El peor error que pudo cometer.
Con Taehyung:
El azabache manejaba como un loco por la ciudad, recién había llegado de su viaje, viaje que tuvo que acortar por aquellos mensajes de voz que había escuchado una noche anterior, su corazón palpitaba con rapidez llegando a un punto en que estaba tan acelerado que su pecho que podía sentir como este se salía de su caja torácica, un fuerte dolor se clavaba en su esternón. Apretujaba el volante con fuerza tratando de aclarar su cabeza pero le era imposible.
A lo lejos pudo ver el edificio Kim fue en ese momento en que aceleró, pisando el pedal hasta el fondo, estacionó el auto con rapidez sin prestar atención a como había quedado, tan solo abrió la puerta y salió, corriendo a la entrada donde todos le recibían con una reverencia pero este estaba tan inmerso en sus pensamientos que no tenía cabeza para ver a sus alrededores, en un momento de inercia pulsó el botón del ascensor y para suerte o desgracia suya, las puertas se abrieron instantáneamente, se adentró pulsando el piso al cual iba.
No pasó demasiado tiempo cuando llego a su destino, su mirada estaba fija en la puerta de su oficina donde podía ver las siluetas de su familia, su paso era tan acelerado que llegaba un punto en que parecía correr, abrió la puerta con rapidez viendo a toda su familia esperándolo en silencio, su ceño estaba tan fruncido que podía notar como su rostro se desfiguraba por aquella angustia que tenía presente en todo su ser.
Cerró la puerta tras de sí, en el aire se podía notar un ambiente tenso, se podía palpar la intranquilidad en cada una de las personas que estaban dentro de aquella oficina. Jimin al ver a su hermano mayor se acercó con rapidez.
- ¡Eres un malnacido Taehyung!- gritó, estaba tan furioso que su rostro estaba enrojecido, apretujaba sus dientes con fuerza llegando un punto en que estaba tan tensa su mandíbula que se marcaba el hueso de la misma, de su rostro corrían lagrimas que caían por sus mejillas. Taehyung sintió como un gran peso caía en sus hombros, el panorama que más le aterraba para desgracia suya había ocurrido.
Sentía los golpes de su hermano mayor, golpeaba su pecho con fuerza, no se defendía, tan solo se mantuvo quito dejando que le golpeara.
- ¡Eres un desgraciado, un maldito bastardo, le jodiste la vida imbécil!- gritó rabioso continuando con sus golpes, Taehyung mantenía su vista en sus padres que lo miraban con seriedad, conocía aquellas miradas des-aprobatorias, repletas de decepción y no los culpaba, reconocía su error. - Me das asco Taehyung, él te amaba de verdad, él hubiera dado la vida por ti y tu solo le destruyes de esta forma- Jimin se separó de su hermano, limpiando sus lágrimas con brusquedad.
Taehyung sentía aquellas miradas de toda su familia, era él contra todos, todos aquellos que apreciaban a Jungkook, aquellos que le entregaron su amor sincero desde la primera vez; bajó su mirada tratando de esconder su llanto que comenzaba a brotar de sus ojos, se sentía tan indefenso.
- Yo no te eduqué para que hicieras esto Taehyung- escuchó la voz demandante de su padre, podía notar su decepción y su enojo que brotaba en cada una de sus palabras. - Eres una mierda, destruir a ese muchacho de la manera en que lo hiciste solo demuestra lo poco hombre que eres- Taehyung escuchaba todo con detenimiento.
- Lo siento padre- fue lo único que dijo el azabache, no podía decir nada más.
- No quiero tus disculpas, no quiero escucharte- habló apunto de explotar. - ERES UN BASTARDO, UN IMBÉCIL TAEHYUNG- Taeyang se acercó a su hijo con rapidez, le tomó del mentón con fuerza para que este alzara la mirada, Taehyung lo miró con sorpresa abriendo sus ojos dejando ver las lagrimas que salían de los mismos. - ¿Qué te hizo ese niño?, ¿Qué te hizo para que lo trataras de esa forma?- soltó a su hijo del agarre con brusquedad.
- Padre yo...- Taehyung no sabía que decir, en lo único que podía pensar era en el bienestar de Jungkook, quería encontrarlo pero no sabía como hacerlo.
- ¡Dije que no quiero escucharte!- Taeyang furioso depositó una amplia cachetada en la mejilla de su hijo intermedio que la recibió en silencio creando en estruendo por toda la oficina. Taehyung giró su rostro ante tal impacto sintiendo una leve punzada en su mejilla.
- Si le pasa algo a Jungkook, te juro que te mato bastardo- amenazó Jimin, su padre le miró de reojo con advertencia, tratando de que aquel no interviniera pero prefirió dejarlo, comprendía el enojo de su hijo y no lo culpaba.
- ¿Qué pasó con todo lo que nos dijiste Taehyung?, ¿También fue una mentira?- replicaba su madre entre llanto mirando a su hijo, Taehyung se quedó en silencio no estaba listo para hablar, no ahora que todo estaba en su contra.
Aquella escena se vio interrumpida por el toque leve de la puerta, la misma se abrió dejando ver a Irene que traía consigo una mirada triste, se podía notar sus ojos un poco cristalizados por lágrimas que trataban de salir pero esta trataba de reprimir a toda costa.
- ¿Encontraste algo?- preguntó Jin desde lo profundo de la oficina, la peli azul cerró la puerta tras de sí, observando el papel que tenía entre sus manos. Lágrimas traicioneras comenzaron a salir de sus ojos cayendo en la hoja comenzando a humedecerla.
Todos estaban pendientes de lo que diría pero por aquella reacción, el peor de los escenarios venía a su cabeza, un ambiente tenso se formo en la oficina.
- ¡Di algo por favor!- exclamó exaltado el rubio, enredando sus dedos entre sus mechones como forma de un tic nervioso, Irene suspiró con pesadez.
- Conseguí el numero...- hizo una breve pausa - Estaba en los archivos como referencias de J-Jungkook- tartamudeó - Completé la llamada y ellos confirmaron que murió esta mañana- dijo por fin, Taehyung abrió los ojos que pensó que se les iban a salir sintiendo como su corazón se quebró por completo, el ambiente en la oficina se tenso.
- ¡TÚ!- gritó Jimin, empujando a Taehyung con fuerza comenzando a depositarle fuertes golpes en su pecho. - ¡Lo mataste!, ¡Tú lo mataste desgraciado!- repetía entre llanto, soltando quejidos dolorosos que se expandían por toda la oficina. Taehyung estaba perdido, no hacía esfuerzo alguno por defenderse.
- ¿Lo comprobaste?- preguntó Taeyang con seriedad. Irene lo miró.
- Grabé la llamada en mi celular- tomó su celular, subiendo el volumen, comenzando a reproducir la conversación.
-Hola, estoy hablando por parte de corporaciones Kim, usted esta en mi lista como referencia del señor Jeon Jungkook, quisiera saber si ¿Usted tiene alguna información sobre su paradero?- preguntó la mujer, del otro lado podía escuchar ligeros murmullos que no podía entender.
- ¿Ahora que quieren ustedes?, ¡No les bastó con todo lo que le hicieron a mi hijo!- aquella voz sonaba alterada.
- ¿Estoy hablando con el señor Jackson?- preguntó tratando de confirmar la llamada.
- Si, ¡Si soy yo!- pronunció exaltado. - ¡Ustedes lo mataron!, lo mataron y nadie se hará cargo de eso- en su tono se podía percibir el dolor, todos lo escuchaban en silencio tratando de asimilar todo lo que había pasado.
- No entiendo a que se refiere Señor Jackson- Irene sonaba confundida.
- ¡Hago responsable de todo a Kim Taehyung!, lo hago responsable de la muerte de mi hijo y de hacer que sufriera hasta el ultimo instante- la llamada se corto de forma instantánea.
La oficina quedo en silencio sepulcral, Taehyung quedó con su mirada perdida y ausente, sintiendo como todo su mundo se venía abajo, lágrimas comenzaban a salir de forma abrupta de sus ojos cayendo por su mejillas hasta caer por su mentón, aquellas palabras retumbaban en su cabeza; retomando breves recuerdos junto a Jungkook trayendo consigo aquella sonrisa que se encargó de esfumar, en eco podía escuchar los gritos desgarradores de Jimin, el llanto de Jin y de su madre, los reclamos de su padre.
Todos volviéndose en su contra, gritando en su cara pero este se encontraba tan ausente que solo estaba ahí parado recibiendo los golpes pero sin sentir dolor de aquellos ataques, el único dolor que podía sentir era en su pecho que se expandía por todo su cuerpo, estaba débil y ni siquiera se podía sostener por si mismo llegando al punto en que todo se volvió oscuridad.
- ¡TAEHYUNG!- escuchó la voz de su madre rodeada de un eco profundo que creaba la ilusión que estaba muy lejos de él, fue lo único que pudo escuchar antes de que todo se convirtiera en silencio y oscuridad que lo atraparon en un limbo abrumador.
Con Jungkook:
- ¡Hago responsable de todo a Kim Taehyung!, lo hago responsable de la muerte de mi hijo y de hacer que sufriera hasta el ultimo instante- se cortó la llamada de forma instantánea. - Creo que me excedí- lamentó con una sonrisa, Jackson era un doncel de cabellos castaños que siempre tenía atados en una coleta alta que dejaba ver por completo su rostro, este tenía una piel ligeramente morena que hacia juego con sus ojos café oscuro, su rasgo más significativo era una cicatriz horizontal que pasaba de mejilla a mejilla pasando por su nariz. Aquella mañana tenía un conjunto negro holgado que le cubría parte del frío de aquel día nevado en la aldea, este se encontraba sentado junto a su esposo Mark Tuan, un varón de apariencia elegante, este tenía unos cabellos largos y alborotados en forma de pico de un color grisáceo que hacía juego con sus ojos negros y aquella piel blanca, aunque para infortunio la mitad de su rostro estaba cubierto por una mascarilla negra que actuaba como parte habitual de su vestimenta diaria.
Ambos tenía frente a aquel niño rubio que toda su vida lo consideraron su hijo, Jeon Jungkook, quien estaba con su mirada fija en su vaso de agua que estaba colocado en la mesa, todos se encontraban en una cabaña amplia donde los mayores vivían con su hijo. El lugar era totalmente de madera, hasta los muebles que hacían juego con lo elegante de la decoración, tenía una amplia sala junto con un comedor y una cocina de estilo abierto.
- ¿Para que querías que mintiéramos con tu muerte Jungkook?- preguntó Mark llamando la atención del rubio, que alzó la mirada dedicándole una ligera sonrisa. Quitando su vista del vaso de agua.
- No quiero que ellos me encuentren- fue lo único que dijo, el castaño lo miró sin creer enteramente en sus palabras.
- Nadie finge su muerte para evitar que no lo busquen, no se que hiciste en Seúl pero esa no es forma de dejar un trabajo Jungkook- replicó el peliblando con seriedad dándole un leve regaño al rubio que escuchaba atento.
- Lo sé pero es una historia muy larga- Jungkook trataba de zafarse de aquel interrogatorio pero eso sería imposible.
- Tenemos todo el tiempo del mundo, no te hemos visto en casi un año y cuando apareces mira como te ves, delgado, demacrado, estas muy pálido Jungkook- Jackson le miraba con preocupación, el rubio no podía negar aquella acusaciones no tenia como defenderse, sabía lo mal de su aspecto, conocía que en estos momentos no estaba en todos sus sentidos.
- No deben preocuparse por mí, ya saben que yo siempre he sido delgado- trató de restarle importancia pero los rostros severos de ambos le intimidaban un poco. Jungkook bajó la mirada sintiendo como su cabeza comenzaba a darle vuelta y su vista parecía desenfocar lo que tenía a sus alrededores.
- ¡No me vengas con ese cuento!, Aquel chico que te trajo, ¿Quién era él?- Jackson se notaba enfadado señalando fuera de la casa, el rubio se mantenía en silencio, lo que menos quería ahora era tener una discusión o tener que darles una explicación.
- Un compañero del trabajo- susurró, Mark arqueó una ceja continuando dudando de las palabras del menor, pues desde que era un niño lo conocía y podía decir que conocía cuando mentía pero ahora tan solo sentía que algo no cuadraba.
- ¿Entonces sigues o no trabajando?- preguntó el peliblanco con seriedad.
- No, ya no trabajo para los Kim's, no quiero saber nada de ellos, estoy cansado de que siempre todos me traten mal o ¡Puedan aprovecharse de mí!- Jungkook comenzaba alterarse frunciendo su entrecejo con rabia, apretujaba sus puños con fuerza tratando de calmarse pero ahora le estaba constando trabajo.
Quería mantenerse firme en aquella decisión de no volver a llorar pero todo estaba tan fresco en él que le estaba siendo imposible suprimir su dolor pero no le quedaba de otra, eso era lo que siempre hacía y le parecía funcionar pero en aquellos instantes estaba tan destrozado que aunque no lo admitiese estaba dolido, herido de todas las formas posibles.
Eso se podía notar a la perfección, con su mirada triste y con el titubeo de su mentón cada vez que hablaba, Mark y Jackson lo conocían lo suficiente para saber que sufría, sufría demasiado pero era muy considerado con ellos para evitar doblegarse y llorar ante aquel par, evitando así que se preocupasen pero lo único que sucedía era que comenzaba a gritar con rabia.
- Jungkook, ¿Qué fue lo que pasó?- preguntó el castaño de manera suave, tratando que este se calmase, observaba al menor con detenimiento repasando su rostro demacrado y ojeroso, aquellos ojos azules sin brillo que comenzaban a cristalizarse por lágrimas traicioneras que querían salir de sus ojos.
- Me enamoré de quien no debía, ¡Eso pasó!- gritó, apretujo sus ojos dejando caer lágrimas que se escurrían por su mejillas dejando un ligero rastro de liquido salado, los mayores lo observaban en silencio sintiendo un leve dolor que aparecía al ver a Jungkook de aquella forma tan vulnerable.
- Hijo...- fue lo único que pudo decir Jackson, el rubio se levantói en un movimiento brusco, golpeando su rodilla en la mesa creando un ligero movimiento en la misma, Mark tomó el vaso de agua para evitar que se cayera ante tal acción. El rubio caminaba casi en círculos agarrando sus cabellos tratando de calmar aquel mareo que se estaba haciendo presente.
- ¡Nada de hijo!, volví aquí porque estoy siendo incapaz de poder enfrentar a esa persona, ¡Me siento un imbécil por creer en él!- exclamó con tristeza, mirando a aquel par que solo se limitaban a escucharlo en silencio tratando de entender todo lo que había pasado.
- Jungkook cálmate- Mark se levantó de su lugar, alzando su mano para el rubio que se veía cada vez más descompuesto, un leve temblor estaba presente en sus piernas y aquel tambaleo constante comenzaba a preocuparle
- ¡NO!, ¡No me voy a calmar!, ¿Quieren la verdad?- alejó el brazo de Mark en un manotazo brusco, miro al peliblanco y al castaño en conjunto, puso su mano en su pecho, jalando su camisa con fuerza tratando de hacer que su corazón parase en causarle dolor. - Me enamoré de un imbécil que me hizo la vida imposible, lo quiero odiar pero... pero- su respiración se volvía cada vez más irregular, sus ojos pesaban y su tambaleo era cada vez más notorio.
- cálmate hijo por favor- Jackson se levantó con preocupación notando el aspecto del rubio, pero este se alejaba tratando de mantenerse en pie pero cada que pasaban los segundos esto le era imposible.
- ¡PERO! pero... yo, yo...- El rubio entrecerraba sus ojos en un impulso drástico de su cuerpo, todo sonido que pudiese rodearle se transformó en un eco profundo que traspasaba sus oídos, su vista se nubló por completo, viendo a Jackson y Mark solo como formas borrosas que se desvanecían poco a poco.
Todo se volvió oscuridad.
- JUNGKOOK- escuchó su nombre a lo lejos, después de eso, todo se redujo a nada.
Sumido en una total oscuridad.
"Si pudiera volver a ese día donde te conocí hubiera preferido llegar tarde... Perder aquel trabajo pero así evitaba que mi corazón terminara por romperse, quiero odiarte por todo lo que me hiciste pero no puedo, los trozos de mi corazón siguen esperando por ti aunque se que tenerte cerca es vivir un infierno"
Horas más tarde:
Jungkook comenzaba abrir sus ojos con un poco de dificultad sintiendo como su cuerpo se encontraba acobijado por sábanas esponjosas que le cubrían del frío de aquel lugar, se sentía cálido pero un poco agobiado por todo lo que estaba pasando en su vida.
- ¿Dónde estoy?- preguntó para si, mirando de reojo sus alrededores pero no podía distinguir algo familiar, se encontraba completamente solo en un lugar desconocido.
La habitación era muy linda, y amplia, tenía una decoración sencilla pero elegante, la pintura era blanca con gris y un decorado de simulación de madera creando un ambiente acogedor, poseía un par de sofá en la parte central, y en las esquinas pequeños sofá todos de color café claro.
A lo último de la habitación estaba la cama de hospital, junto con cada uno de los aparatos que cuidaban del paciente, a su lado estaba en cada esquina un buró de madera negra con lámparas en su resguardo. Todo el cuarto estaba a oscuras, pues las cortinas del ventanal eran tan gruesas que tapaban todo indicio de luz haciendo que las lámparas estuvieran encendidas dando una iluminación tenue y acogedora.
El cuarto estaba caliente, dado que el calefactor estaba todo el tiempo encendido, el frío del ambiente tenía que estar repelido para ayudar a su recuperación del rubio que ahí se encontraba reposando
Jungkook pudo escuchar como alguien abría la puerta casi en silencio tratando de no despertarlo pero este estaba más que consciente, un poco abrumado sin poder recordar el como llegó a ese lugar. Pudo notar una presencia que se quedo observando con detenimiento la cama, observando como un delgado doncel posaba tranquilo entre sus cobijas, sus cabellos rubios sobresalían por la almohada resbalando por un costado de la cama, no dejaba ver su cara por la posición que se encontraba, estaba boca arriba pero le cubrían las sábanas su rostro en cierta parte.
- Veo que ya despertó, Señor Jeon- escuchó a lo lejos, por lo seria de su voz pudo entender que estaba en un hospital. - ¿Sabe como llegó aquí?- comenzó a interrogarlo pero el menor no estaba de ánimos para responder.
- No- respondió cortante, el médico que le atendía dio una leve sonrisa, aquel hombre tenia sus cabellos de un tono gris claro amarrados en una coleta baja, aquellos mechones hacían juego con su piel blanca y tersa que combinaba con sus facciones final, con unos ojos negros que se veían opacados por unos lentes de armazón delgado. Tenía una bata blanca puesta y traía entre sus manos una carpeta que correspondía a Jungkook.
- Usted tiene mucha suerte, sus padres lo trajeron a tiempo y pudimos salvarlos- Jungkook lo miró de reojo, estaba confundido ante sus palabras.
- ¿Salvarlos?- preguntó.
- ¿No sabía?- hizo una breve pausa, raspando su garganta para poder continuar - Le hicimos unos exámenes de sangre- Jungkook lo observó con detenimiento, estaba cansado de tanto suspenso, frunció su entrecejo irritado.
- Si, ¿Y eso qué?- se notaba asustado, el médico dio un leve suspiro leyendo los papeles en sus manos.
- Usted esta en espera de un hijo.✿.。.:* ☆:**:. 《☆》 .:**:.☆*.:。.✿
Hola subi una nuevo capítulo, lamentablemente no serán los dos que subiré porque ha decaído mi salud :( y solo alcancé corregir uno.
Espero les haya gustado compartan, comenten y voten :)
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Castigo De Amor - Taekook
FanfictionKim Taehyung un joven multimillonario, CEO de unas de las empresas multinacionales más grandes de Corea y del mundo; un mujeriego empedernido por excelencia y tiene la vida perfecta que muchos de nosotros sonariamos; repletas de dinero, mujeres y do...