Castigo De Amor - Taekook

🌸20. Sufrir🌸

- Usted esta en espera de un bebé- Jungkook se quedó en shock, su mente estaba en blanco, no sabía que hacer o decir pudo sentir como su corazón tomaba un ritmo cada vez más acelerado llegando a un punto insostenible, miró de reojo al médico que lo atendía tratando de entender lo que aquellas palabras significaban pero no había más, solo era eso, él tendría un hijo de aquel hombre que termino por destruir su vida. El médico tratando de que este se calmase notando como pequeñas gotas brotaban de sus ojos cayendo por el costado de su rostro perdiéndose entre sus cabellos dorados.
 
Un silencio abrumador rodeó la habitación, solo se podía escuchar el monitor de signos vitales  marcando el acelerado ritmo cardíaco del rubio, el peligris observó la pantalla del aparato con temor pues estos se habían elevado de una forma brusca.
 
- ¿Señor Jeon, se encuentra bien?- preguntó tratando de mantener la calma, de su bata blanca sacó una pequeña luz portátil accionándola, revisando la vista del rubio para revisarlo y asegurarse que este aún se mantuviera consciente. - ¿Señor?- preguntó de nuevo al no tener una respuesta por parte de Jungkook.
 
- Usted...- musitó casi en un hilo de voz, mirando al hombre que estaba revisándolo, este relajó su postura el tener respuesta de su paciente. - ¿Usted esta seguro?- preguntó con la mirada fija en los ojos negros de su medico.
 
- Si, no sería correcto darle un diagnóstico equivocado, sus padres autorizaron realizar un segundo examen para estar seguro y en ambos salió positivo- Jungkook se quedó en silencio, apretujando sus ojos con fuerza derramando lágrimas que comenzaban acumularse, sollozaba en silencio, sintiendo en enorme peso que caía encima suyo. Se sentía tan confundido, estaba destrozado no quería tener nada que pudiese recordarle a Taehyung pero ahora todo se había ido en declive por aquella noticia.
 
- Déjeme solo- susurró sin parar de llorar. - Por favor- suplicó, mirando de reojo al médico que trataba de mantenerse a su lado pero ante la negativa del menor prefirió retirarse. Dio una leve reverencia y salió de aquel lugar sin decir nada, dejando en completa soledad al menor que sollozaba en silencio.
 
Con sus manos temblorosas y con lágrimas que nublaban su rostro, se trató de sentar en la cama pero se sentía débil y cansado, suspiró tratando de parar su llanto pero el mismo no quería ceder, no entendía la razón de su lloriqueo pero muy en lo profundo de su alma se arrepentía de lo descuidado que fue, de lo mal que manejo su vida y ahora esto era el resultado de aquellas noches junto a Taehyung. Con temor acercó sus manos a su vientre encontrando una forma de asimilar lo que ahora creía dentro de él, negó, quitando sus manos de forma brusca, se recargó en sus hombros como si tratara de alejarse. Su llanto se incrementó de tal forma que soltaba alaridos ahogados que se expandían dentro y fuera de aquella habitación, berreaba con fuerza, agitando su cabeza tratando de despertar de aquella pesadilla que comenzaba a sentirse tan real.
 
- No, no, no…¡NO!- gritó, golpeando su vientre con fuerza, como si quisiera deshacerse de aquel ser que crecía dentro suyo, gritaba con desesperación, llorando sin control; cesó sus golpes, trayendo sus manos hasta su cabeza donde jalaba sus cabellos con desesperación y angustia, movía su cabeza con fuerza tratando de parar sus gritos pero todo se tornaba sombrío. La puerta de su habitación se abrió de golpe dejando ver a Jackson junto a Mark que corrían en auxilio de su hijo.
 
El castaño le tomó de sus manos para que pudiese parar de golpearse mientras que Mark le tomaba de las piernas para detener sus pataletas;  junto aquel par se adentraba el medico para poder administrarle un tranquilizarte.
 
- ¡Jungkook!- exclamó con preocupación aferrándose a las muñecas del rubio que trataba aún de golpearse, el rubio seguía con los ojos cerrados, hundiéndose en su dolor. - Cálmate hijo, por favor- suplicaba mientras sentía como lágrimas de sus ojos salían al ver en ese estado a Jungkook, observaba su rostro delgado, pálido y demacrado que tenía lágrimas que humedecían sus mejillas, mordía sus labios llegando a un punto donde este se hirió sacando un pequeño hilo de sangre de su boca.
 
- ¡JUNGKOOK!- gritó Mark con desespero, ayudando a su esposo a tomarle de las muñecas pues este había tomado tanta fuerza que se resistía a sus agarres, Jungkook se encontraba ensimismado en cada pensamiento negativo que le abrumaba tratándose de infundirse daño - ¡MÍRAME!, ¡MÍRAME!- el peliblanco lo agitó con fuerza tratando de sacarlo de su trance, el rubio continuaba lesionándose de sus labios teniendo más sangre que escurría por su mentón. Mark continuaba agitándolo con fuerza tratando de ayudar a su hijo pero este parecía estar en un trance profundo.
 
- ¡Mark basta!, Lo lastimas- gritó Jackson con desesperación al ver a su esposo agitándolo con tal fuerza que Jungkook se tornaba en un estado más agresivo, el peliblanco lo miró con su entrecejo fruncido, una clara señal que este no interviniera.
 
- ¡JUNGKOOK! ¡DESPIERTA!, NOSOTROS ESTAMOS AQUÍ- soltando al rubio, dándole un abrazo de forma abrupta, sintiendo como Jungkook dejo caer su cuerpo en él, el rubio recargó  su mentón en el hombro de su padre; comenzando a llorar desconsoladamente soltando alaridos desgarradores que se expandían por todo el lugar. Mark se aferraba a él con fuerza, sintiendo como su corazón se estrujaba al ver el estado en que se encontraba su hijo, acariciaba la espalda del menor en un acto de consolación esperando a que este se calmase.
 
Jungkook se mantenía sollozando en el hombro de su padre, que sin reproche seguía consolando al menor, Jackson miraba la escena desde atrás tratando de calmar su llanto pero no podía, ver a su hijo de tal forma le rompía su corazón sintiéndose incapaz de ser un buen padre para el rubio, dudaba de poder acercarse a ellos pero necesitaba demostrar el amor y apoyo que tenía a Jungkook; con paso lento y dudoso se acercó al rubio acariciando sus cabellos con dulzura tratando de suprimir su llanto pero le era imposible.
 
- ¡Me quiero morir!- gritaba con dolor, Mark lo apegó más a su cuerpo tratando de tranquilizarlo pero este parecía no ceder, su llanto se incrementaba cada vez más llegando a un punto en que su respiración se torno irregular y ahogaba sus alaridos dolorosos que se mezclaban en sus jadeos por la necesidad de tomar aire. La sangre que brotaba de los labios del menor se colaba en las ropas de su padre dejando una mancha amplia que se expandía cada vez más haciendo más notoriedad lo grave de su herida pero poco le importaba al mayor, lo único que quería era consolar a su hijo que seguía berreando con fuerza.
 
Sus sollozos altaneros continuaron por un par de minutos donde el par de mayores consolaban al rubio tratando de suprimir su dolor y llanto al ver de tal forma a su hijo, pero les era imposible, verlo de aquella forma tan vulnerable y débil les quebraba su corazón.
 
- Estamos contigo hijo- susurró Mark mientras se separaba del abrazo, tomando con delicadeza el rostro de Jungkook, lo observo con detenimiento dedicándole una suave sonrisa que se notaba por arriba de su cubre-bocas. Con la yema de sus dedos limpió las lágrimas que caían por su mejillas en un acto dulce, limpiando en su camino el hilo de sangre que caía por sus labios, el rubio cerró sus ojos disfrutando de aquel acto, sintiendo una suave sensación de calidez que se expandía por todo su pecho alejando aquel dolor que lo estaba consumiendo.
 
El castaño seguía aferrado a la espalda de Jungkook, llorando en silencio, el rubio sentía aquella sensación húmeda que se esparcía por parte de sus hombros. Alzó sus mano para acariciar los cabellos de su padre para tratar que este calmara su llanto, Jackson alzó la mirada viéndolo con sus ojos cristalinos.
 
- No quería preocuparlos- bajó la mirada tratando de ocultar las continuas lágrimas que seguía derramando, Mark colocó su mano en la cabeza del menor agitando sus cabellos con suavidad.
 
- Siempre nos preocupamos por ti, desde que eras un niño- respondió, Jungkook lo miró con sorpresa, recordando aquella vida solitaria, repleta de dolor, estaba tan inmerso en su mismo abandono que olvidó que tenía a su lado personas como sus padres que le dieron una mejor vida desde que lo adoptaron, sintió su corazón dolido comenzando a llorar de nuevo.
 
- No llores hijo, nosotros estamos contigo- dijo Mark mirando al rubio, sintiendo una leve opresión en su pecho donde dolía, le dolía aquellos alaridos que retumbaban en sus oídos, podía palpar el dolor de su hijo, sintiendo como su corazón se quebraba.
 
- Es... es que yo- trataba de hablar pero sus respiraciones entrecortadas no le permitían hacerlo. – Lo lamento tanto- continuaba disculpándose.
 
- ¿Por qué lo lamentas?- preguntó Jackson, mirando al rubio con tristeza.
 
- Por no visitarlos antes-