[Taehyung]
Lo vi por primera vez, sentí lo que es el amor a primera vista, observando lo delicado que era, sus cabellos tan parecidos a los míos y aquellos ojos tan característicos de los Kim, aquella personita que tenía entre mis brazos era mi hijo; mi pequeño niño que desde que lo vi, supe que podría dar mi vida por él si era necesario, nunca pensé en tener una familia, ni siquiera me consideraba adecuado para hacerlo pero Minki me cambió aquel panorama sombrío del cual ya estaba preparado que viviría por siempre, me dio la fortuna de poder tenerlo entre mis brazos y la fortuna de convertirme en su padre. Nuestra historia no empezó de la mejor forma, no sabía de su existencia, ni siquiera lo consideraba en mi vida, pero ahora a estas alturas no puedo pensar en mi vida futura sin Minki y Jungkook a mi lado, ellos son mi razón de ser y las únicas razones por las que siempre salgo temprano de trabajar, sin ellos no podría seguir viviendo pues son y serán mi todo.
Agradezco siempre a los cielos por darme la oportunidad de emendar mis errores, de poder seguir junto a Jungkook tratando de formar una relación basada en amor y honestidad; al principio fue difícil pero valía todo el esfuerzo del mundo, sé que Jungkook merecía a alguien mucho mejor que yo pero cada día me esfuerzo por demostrarle que lo amo y he cambiado por nuestro bien, no fue nada fácil al principio pero no me importaba el esfuerzo que hacía, lo único que me importaba era estar a su lado mejorando por ellos, para ser un buen novio y padre. Pasaron tantas cosas en este par de años, cometí grandes errores que hirieron a muchas personas y especialmente a Jungkook, cada día me arrepiento de lo mucho que dañé. No hay día que me duela mi corazón al pensar en todo el daño que le causé, al verlo, al ver aquellos ojos azules que me siguen mirando como la primera vez como si yo fuera la mejor persona del mundo, me duele el corazón de lo mucho que lo hice sufrir pero cada día intento sanar aquella heridas que yo mismo hice.
Hoy es un 31 de Diciembre, era una mañana fría donde la nieve caía con suavidad por las calles, desperté por los tenues rayos de luz que pasaban por las ventanas de nuestra habitación, entreabrí los ojos con dificultad, sintiendo un vacío junto a mi, no estaba Jungkook, no había nadie desde el día anterior; todo por aquella estúpida tradición de no poder ver al novio con el traje blanco; ¿Acaso era tan necesario separarlo de mi de esta forma?, tampoco estaba Minki, solo estaba yo en aquella inmensa cama que se sentía una extraña sensación de vacío que se clavaba en mi corazón, me recordaba aquel momento en que toda mi vida estaba plagada de sombras que no me permitían ser feliz... No, esta vez era diferente, la ausencia de Jungkook era por nuestra boda. Nunca pensé en llegar a este punto pero no puedo estar más que feliz. Hoy en un par de horas me casaría con el hombre de mi vida y aquel que me da mi entera felicidad, aquel hombre que amo con locura y estaré a su lado hasta que muera, protegiéndolo y cuidándolo con mi vida.
Narración Omnisciente:
Taehyung seguía acostado en su cama con la mirada perdida en aquel hueco que estaba a un lado suyo, estaba tan acostumbrado a despertar y ver a Jungkook durmiendo profundamente que ahora le resultaba extraño estar sin él, se sentía tan cansado de la noche anterior, tanto trabajo junto con aquella despedida de soltero que organizó su hermano, toda una completa locura. Cerro nuevamente sus ojos con cansancio tratando de tomar los ánimos suficientes para levantarse de entre las cobijas pero se encontraba tan cómodo que le resultaba casi imposible, hasta que el alboroto comenzó. La puerta de su habitación se abrió de golpe creando un estruendo sonoro que retumbo por aquellas cuatro paredes, Taehyung frunció el entrecejo sintiendo como un leve dolor de cabeza comenzaba a crearle punzadas en su cíen.
- ¡Hermanito! ¿Qué esperas para levantarte?- pudo escuchar la alegre voz de su hermano que creaba un eco molesto dentro de sus oídos. El azabache menor agobiado tomó las cobijas cubriendo su cabeza con las mismas evitando ver a Namjoon quien a paso apresurado se acercaba a donde estaba él. - Taehyung, tienes que levantarte- dijo Namjoon mientras jalaba las sábanas que le cubrían pero el menor ponía total resistencia aferrándose a las sábanas, creando un infantil juego entre ambos.
- Déjame dormir un momento más- habló mientras soltaba su agarre de las cobijas, haciendo que Namjoon retrocediera un par de pasos, el mayor miró a Taehyung que estaba acurrucado en la cama dándole la espalda. - Si pudieras irte sería perfecto- continuó mientras se acomodaba para seguir durmiendo pero Namjoon le tomó del hombro deteniendo su camino, el menor giró su cabeza para poder observarlo, notando como este ya se encontraba arreglado, con su traje negro con una corbata de color vino y su típica coleta que le daba un toque mayor.
- Claro, me encantaría, pero tienes solo una hora para arreglarte- señaló el reloj que tenía en su muñeca, enfocando su vista para poder ver la hora. - Son las 12 del día y tu boda empieza en dos horas, será mejor que te apures si no quieres dejar plantando a Jungkook- Taehyung al escuchar las palabras de su hermano, se levantó de golpe de la cama apartando a su hermano con brusquedad quien le veía con una sonrisa amplia dibujada en su rostro, solo vio a su hermano menor adentrarse al baño, la última vez que estuvo en aquella habitación fue cuando pensó en que lo perdería, que perdería aquella parte importante de su vida, ahora años después todo esta en calma y una grata sensación de felicidad que se expande en todo su ser, verlo tan cambiado y con aquel aspecto maduro puede sentirse orgulloso de lo que es su hermano ahora.
No pasó demasiado tiempo cuando Taehyung salió del baño, con una toalla enredada en sus caderas que se desplazaba en toda su parte baja, caminó por toda la habitación secando sus cabellos azabaches que escurrían gotas de agua por la reciente ducha, suspiró tratando de calmar aquellos nervios que comenzaban a invadirle de forma repentina, tan solo de pensar en que uniría su vida con Jungkook le creaba un hueco amplio en su estómago, necesitaba verlo, quería verlo, no soportaba su ausencia por demasiado tiempo pero sabía que al estar frente suyo nuevamente era para poder unir sus vidas.
Trató de calmarse, caminó hasta su ropero tomando el traje que ocuparía en su boda, este era de color negro mate y una camisa blanca ajustada que hacia juego con su corbata negra que le daba un toque sofisticado y elegante, no tardó demasiado para terminar de colocárselo, quedándole a la perfección. En una de las puertas del armario estaba un amplio espejo de cuerpo completo que le dejaba ver como el traje se ajustaba a su torneada figura.
Taehyung se quedó observando su aspecto por varios segundos, repasando sus pies, pasando por sus piernas, torso, dejando su vista clavada en su rostro, notando lo mucho que sus rasgos habían madurado, tomó uno de sus cabellos.
- Esto es demasiado largo- musitó por lo bajo, notando que su cabello había crecido demasiado, pero no le molestaba aquel aspecto, de hecho lo tomaba como una parte de su crecimiento y adoraba aquel aspecto que comenzaba a formarse. Se sonrío por el espejo tomando los ánimos suficientes para salir de aquella habitación pero aunque no pudiera admitirlo estaba demasiado nervioso. Tenía tantas cosas en su cabeza que no encontraba forma de ordenar todos sus pensamientos que se enredaban en su mente, bajó la mirada agobiado.
- ¿Puedo peinarte?- escuchó detrás suyo, alzó la mirada hacía el espejo encontrándose con su madre quien le observaba con una amplia sonrisa, la mujer traía puesto un elegante vestido negro con mangas que tenían pequeños destellos dorados que combinaban con sus aretes del mismo tono que daban un resalte hermoso por su peinado recogido en un chongo suelto con caireles suaves que le daban un toque sutil, todo acompañado de un maquillaje natural que resaltaba su rostro. Taehyung sonrío al verla, girando en sus talones para caminar hacía ella. -Te ves asombroso- halagó a su hijo, sintiendo como lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, está alzó sus manos moviéndolas para tratar de calmar aquella emoción que sentía al ver a Taehyung.
- No llores mamá- animó el azabache con una amplia sonrisa, abrazando a su madre, quien le correspondió recargando su mentón en el hombro de su alto hijo. Aferrándose a la espalda del menor quien continuaba con aquel abrazo. - Muchas gracias por todo- dijo, separándose del abrazo y mirando a su madre que tenía sus ojos cristalizados.
- No agradezcas hijo- Hana alzó su mano, colocándola en la mejilla de su hijo quien le miraba enternecido, disfrutando de aquella caricia suave. - Estoy muy orgullosa de ti- confesó, Taehyung estaba perplejo ante tales palabras sintiendo como su mentón comenzaba a titubear en una clara señal que quería llorar, su madre enternecida limpió con la yema de sus dedos aquellas gotas que brotaron de los ojos de su hijo; le sonrío con dulzura.
- Mamá...- fue lo único que pudo decir, abrazándola nuevamente, Hana cerró los ojos sintiendo los brazos de su hijo que le rodeaban aferrándose a ella.
- No llores mi amor, arruinarás tu traje- bromeó, separándose de su hijo para poder observarlo con más detenimiento, le tomó de la mano y lo sentó en la orilla de la cama. – Tengo que arreglar tu cabello- dijo con suavidad mientras que comenzaba a cepillar el cabello de su hijo, pasando sus dedos entre los mechones que estaban tan suaves que era bastante sencillo de acomodarlos.
Taehyung disfrutaba de aquel momento junto a su madre, viendo por el espejo aquella amplia sonrisa que tenía en su rostro, con su mirada centrada en sus cabellos acomodándolos a lo largo de su rostro.
Continuó así por un par de minutos hasta que lo acomodó por completo, dejando un peinado suave, con sus cabellos acomodados de tal forma que dejaba despejado ambos ojos, resaltando su mentón y sus ojos que era lo que mas destacaban, Hana le sonrío orgullosa de lo que había hecho.
- ¿Estás listo?- preguntó a su hijo, quien seguía observándose en el espejo.
- Si estoy listo.
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Castigo De Amor - Taekook
FanfictionKim Taehyung un joven multimillonario, CEO de unas de las empresas multinacionales más grandes de Corea y del mundo; un mujeriego empedernido por excelencia y tiene la vida perfecta que muchos de nosotros sonariamos; repletas de dinero, mujeres y do...