🌸4. La apuesta🌸

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- Si, es una apuesta- Taehyung miró a Minho quien sonreía triunfante, sabía perfectamente como picar en el orgullo de su amigo, y en ese momento le era tan fácil mangonearlo, el azabache se volvió a sentar en su escritorio quedándose en silencio.
 
- Si logras convencerlo de que actué como tu pareja por 3 meses, te salvarás de ese matrimonio- el peliblanco lo miraba con una amplia sonrisa que no podía borrar de su rostro.
 
- No seas estúpido, él no aceptará eso- musitó mirando a la nada, sabía bien que estaba metido en un gran lío. Conocía perfectamente a Jiyeon desde que eran niños, sabía bien que ella jamás se rendiría con él.
 
- ¿Por qué no le preguntas? tal vez así sepamos que opina tu lindo asistente- su forma sarcástica de hablar comenzaba a cansarle al azabache, quien tan solo lo miraba, odiaba esa sonrisa de su rostro, la conocía a la perfección.
 
- Cállate imbécil - exigió, estaba algo alterado por todo lo que había pasado en cuestión de segundos. Minho solo soltó un bufido. - ¿Tu haz salido con donceles? – preguntó hacia el peliblanco.
 
Taehyung soltó una pequeña risa ante tales comentarios de su amigo, dio un sorbo a su taza, tenía tantas cosas en su cabeza que realmente se arrepentía de haber caído en el juego de su amigo. Ciertamente ahora no sabía que hacer.
 
- ¿Cómo los enamoras?- preguntó, Minho lo miro perplejo.
 
- Espera, espera.... Tú, el GRAN Kim Taehyung me está preguntando cómo enamorar a alguien- exclamaba bastante sorprendido, alzando sus brazos al aire, Taehyung frunció el entrecejo.
 
- Te pregunté, porque eres un experto en estar con cualquier cosa- desdeñó a su amigo quien sonrió de lado, rascó su barbilla mirando la taza de café que tenía frente suyo.
 
- El paso número uno es hacerles cumplidos, siempre funciona, salir con ellos a un bar, restaurant, y al final coger con ellos. Todo en una sola noche - Minho lo miraba, sin embargo Taehyung  se veía absorto en sus pensamientos - pero, mi querido presidente esto es un plan de tres meses y debes seguir esto al pie de la letra- el peliblanco tomó un papel junto con una pluma comenzando a escribir.
 
Taehyung estaba atento, mirando a su amigo.
 
- Eres un desgraciado Minho- mencionó con burla, el susodicho tan solo alzó los hombros desinteresado.
 
- Lo somos mi querido amigo, yo solo te doy las bases para conquistar a tu rubio asistente- Taehyung bufó.
 
- Más te vale que funcione- fue interrumpido por el sonido del teléfono de la oficina, este contestó.
 
- Señor Kim, la señorita Park está en recepción esperando que la reciba- mencionó Irene. Taehyung solo suspiró con pesadez.
 
- Dame 2 minutos, después que entre- fue lo único que dijo antes de colgar, sin esperar alguna respuesta de su secretaria, el azabache se inclinó en su asiento, posando sus manos sobre su rostro.
 
Taehyung y Minho los miraron en silencio, el azabache bajo la cabeza, le causaba un enorme dolor de cabeza aquella peli rosa.
 
- Lo lamento señor Kim, la traté de detener pero insistía en entrar- Jungkook miró a su jefe algo apenado por la situación.
 
- Bueno mi querido presidente me voy, piensa lo que hablamos- el peliblanco se encaminaba a la salida dándole una sonrisa a Jiyeon quien solo lo miró con desdén, el par ahora ya estaba completamente solo.
 
- ¿De que hablaban cariño?- preguntó melosa, caminando hacia Taehyung  quien la miraba asqueado. Este se reclinaba cada vez más en su asiento, evitando el contacto con este.
 
- De nada que te pueda interesar, ¿A qué viniste?- preguntó severo.
 
- Quería decirte que ya voy a empezar con los preparativos de la boda, estoy muy emocionada mi amor- exclamó, lanzándose a los brazos del mayor que trataba de rechazarla pero está insistía con fuerza, este rendido dejo que se sentará en sus piernas. Quedando a pocos centímetros uno del otro.
 
El rubio notó como sus mejillas comenzaban a tornarse caliente, veía a su jefe con su vestuario arruinado, a una peli rosa con su pecho al descubierto. El ambiente se torno tenso e incómodo, nadie sabía que hacer, tan solo un silencio sepulcral pareció invadir aquella oficina.
 
- Yo...Me voy- fue lo único que pudo articular el rubio, saliendo de la oficina de su jefe, se sentía tan avergonzado, sus manos temblaban y sentía arder su rostro, varios flashbacks se atravesaban por su mente, agitaba su cabeza tratando de evitar todo aquello que había visto.
 
- ¿Todo bien rubio?- escuchó una voz conocida, giro su rostro hacia donde provenía el sonido. Rose, la chica rubia sensual del piso 66 lo miraba con una sonrisa.
 
- Si… si, todo bien- trató de sonar lo más seguro posible, la rubia se encaminó a Jungkook dándole una sonrisa.
 
- ¿Lo viste cierto?- preguntó curiosa.
 
- ¿A quién vi?- trató de desviar la atención de lo recién ocurrido, Rose soltó una pequeña carcajada dándole un ligero codazo.
 
- Hablo de Taehyung , tu jefe, todos sabemos que cuando llega Jiyeon a su oficina es porque lo están haciendo- susurró hacia el rubio evitando que los demás escucharán su conversación.
 
- ¿Siempre sucede así?- preguntó, sintiendo como sus mejillas volvían a tornarse de un rojo intenso.
 
- Claro que sí, ellos son pareja, hasta se van a casar ¿No sabías?- Rose miró a sus alrededores esperando que nadie los vigilara, sin embargo están fuera de la oficina del presidente y era seguro que los escucharían, tomo la mano del rubio mejor, alejándose de la oficina quedando a mitad del pasillo.
 
- Sabía que eran pareja pero no que se casarían- musitó asombrado. - ¿Cuándo pasó?- preguntó
 
- Según las noticias eso lo informaron el sábado en la finca de la familia de Taehyung - Jungkook se quedó en silencio, recordando lo que había sucedido ese día.

Castigo De Amor - Taekook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora