[Jungkook]
Había pasado una agradable navidad junto a mis abuelos bueno a los retratos de ellos, no me puedo quejar tuve una navidad como hace mucho no lo tenía, tuve algo para comer y estaba en compañía de ellos; no puedo pedir nada más. Cada año siempre es lo mismo, yo sentado junto con sus fotografías comiendo cualquier cosa, no hay adornos en mi casa, no hay música tampoco personas con las cuales celebrar, pero es lo que menos me importa no es una fecha que me cause emoción, un 24 de diciembre los perdí, perdí a las únicas personas que se preocupaban por mí.
Años antes:
Era una noche fría, una fuerte tormenta de nieve había caído con fuerza en el pueblo, en los más arriba estaba una pequeña choza que sacaba humo de su diminuta chimenea que estaba puesta en el techo, la nieve azotaba con tal fuerza en aquel lugar que los arboles se movían con rapidez creando un estruendo macabro en todo el bosque. Dentro de aquella choza de madera estaba un pequeño niño rubio, de grandes ojos azules jugando con sus pequeños carritos de madera un poco desgastados por el uso que le daba.
Todo el lugar era tan pequeño que apenas había lugar para una pequeña sala de color gris junto con una mesa de madera que tenia debajo una alfombra suave de color rojo, no había comedor donde estos pudieran comer así que las sala también estaba destinada para aquella función. La cocina era solo un par de encimeras de madera y un refrigerador blanco un poco anticuado, la estufa estaba fuera de la casa pero dada la condición en que se encontraba el clima resultaba imposible cocinar algo, tenía una sola habitación donde los adultos junto con el niño dormían en su tatami con cobijas gruesas que los cubrían del frío.
El lugar estaba acompañado por pequeños adornos y luces que daban un toque festivo a la casa, el menor estaba en la alfombra de la casa jugando con emoción esperando la llegada de la cena de navidad. A lo lejos desde la cocina lo observaba su abuela, una mujer de esbelta figura con unos cabellos rubios peinados en dos coletas sueltas que caían por su prominente pecho, su rostro era apacible observando con ternura a su nieto.
- Abuela- llamó el pequeño desde la pequeña sala, llamando la atención de la rubia - ¿Qué cenaremos hoy?-preguntó entusiasmado. La abuela se quedó en silencio un par de segundos pensado en lo que diría, el menor la observaba con detenimiento.
- Cuando llegue tu abuelo sabrás- contestó con una amplia sonrisa mirando el reloj de la cocina el cual marcaba las 9 de la noche, era tarde y aún estaban a espera de que el patriarca de la familia llegase. El rubio la miró con emoción volviendo a jugar con sus juguetes, el menor tenia unos pantalones negro desgastados que tenían varios parches por sus rodillas que por lo delgado del menor le quedaban un poco grandes este hacía juego con su chamarra de color rojo esta en cambio se encontraba en perfectas condiciones, con tanto esfuerzo días antes su abuelo le había regalado aquella prenda para que su cubriera del crudo invierno que azotaba con más fuerza.
Pasaron un par de horas más y no llegaba el mayor comenzando a preocupar a la señora que miraba el reloj ansiosa, era las once de la noche y no tenía noticias de su esposo. Temerosa de que algo pudiera pasarle, tomó su chaqueta que estaba en el sillón de la sala, colocándola en su cuerpo, alistándose para salir. Su nieto la miraba con curiosidad.
- ¿Saldrás?- preguntó curioso, levantándose de la alfombra caminando a donde su abuela, la mujer asentó con la cabeza esbozando una sonrisa para tranquilizar a su nieto.
- Tengo que ir con tu abuelo para hablar con Santa y pedir que te traiga el mejor regalo de todos- alzó sus manos con emoción mirando a Jungkook que esbozaba una amplia sonrisa ante las palabras de su abuelita, unos ligeros destellos salían de sus ojos radiante de una extrema felicidad
- ¿De verdad?- preguntó entusiasmado, aunque aquella sonrisa se borro de forma instantánea - ¿Volverán pronto?, deben hacerlo para que vean el regalo que me traerá- se acercó a la mayor abrazándola, la mujer se hincó quedando a la altura del pequeño niño que se notaba somnoliento ante la hora, le dedico una sonrisa acariciando sus cabellos con suavidad.
- Cuenta hasta cien y antes de que llegues al final nosotros estaremos de vuelta- sonrió para Jungkook quien se mantenía sonriente ante su abuela, la mayor le acarició los cabellos una última vez antes de tomar la puerta y salir perdiéndose entre la tormenta de nieve que seguía cayendo con fuerza. El menor fijó su mirada en la puerta manteniendo su sonrisa con amplitud soñando cuantas cosas se le ocurriera que sería su regalo, estaba tan emocionad que daba vueltas por su pequeña casa en busca de una distracción para que no se volviera eterna la espera.
- Dijo que si contaba hasta cien, ellos volverían antes de terminar- dijo para sí, corriendo de nueva cuenta hacía la puerta sentándose a la espera de sus abuelos. - Uno, dos, tres....- continuó contando con una amplia sonrisa en su rostro, la cual de forma paulatina se iba desvaneciendo a medida que el numero cien se acercaba.
- 97, 98...- hizo una breve pausa borrando su sonrisa en su totalidad, bajó la mirada con tristeza, tragó saliva nervioso y angustiado, acomodándose en sus piernas para estar listo a que ellos volvieran y recibirlos con los brazos abiertos, agitó su cabeza tratando de remover aquellos sentimientos negativos que lo comenzaban abrumar. - Uno, dos, tres- reinició la cuenta con la esperanza de que ellos volviesen.
"Inicie la cuenta demasiadas veces y ellos jamás volvieron, la leña se consumió y yo me quedé esperando en el frío de aquella habitación... Esperé por horas, sin saber que mis abuelos habían sido asesinados de vuelta a casa. Esperé con mi alma repleta de ilusiones pero jamás los vi con vida de nuevo, jamás les di un último abrazo de despedida.... Jamás les dije un último te amo"
Habían pasado una semana desde la noche de navidad, el rubio se mantenía encerrado en su apartamento sin salir en ningún momento, no se sentía con ganas de ver el mundo exterior, apenas y lograba ducharse; esa tarde era un 31 de Diciembre, aquel día donde el año termina y empieza una cuenta nueva, donde todas las personas tienen puestas sus ilusiones que todo va a mejorar, que todo sera más feliz para ellos sin embrago Jungkook estaba en total apatía en aquella fecha importante para casi todas las personas.
El rubio estaba tirado en su cama con la mirada perdida en el techo esperando alguna llamada de Jimin o Taehyung, desde hace días que no sabía nada de ellos pero estaba seguro que ambos se la pasaban bien y no quería molestarlos con sus mensajes, prefería esperar, tenia una leve esperanza de que ellos se acordaran de él tanto como el rubio lo hace con ellos. Sus cabellos estaban un poco alborotados por la falta de cepillado de los mismos, las sábanas estaban enredadas en el cuerpo de Jungkook dándole calor a su delgado cuerpo que parecía desaparecer entre lo esponjosas de estas.
- Feliz año nuevo Jungkook- musitó para sí, cerrando sus ojos con pesadez, sentía como una leve presión en su pecho comenzaba a molestarle un sentimiento de soledad le invadía con fuerza pero poco le importaba estaba acostumbrado aquella sensación de ahogarse en su misma miseria, trataba de levantarse de aquella cama pero le era difícil apenas y tenia fuerzas para ser capaz de caminar para comer algo. Se removió entre las cobijas cambiando de posición recostándose en su hombro.
Con las yemas de sus dedos sonó su frente con suavidad tratando de encontrar algún impulso para salir de aquella cama que lo mantenía prisionero o era así como se sentía después de tantos días sin salir de aquel lugar. En un movimiento rápido se incorporó, sentándose en la orilla de la cama bajando los pies con suavidad sintiendo el frío suelo que tocaban las palmas de sus pies, dio un leve respingo ante la baldosas frías, tomando impulso de la cama para poder levantarse, sin tomarle mucha importancia camino con sus pies descalzos por la habitación saliendo de la misma.
Caminaba por el pasillo en silencio con la mirada puesta en sus pies descalzos que eran cubiertos por lo largo de su pijama, sonrío con ligereza recordando a aquellos pantalones que siempre ocupaba de niño.
- Esperaba que salieras antes- Jungkook se quedó estático al escuchar aquella voz, que por lo cerca que se escuchaba podía deducir que estaba el final de aquel pasillo, alzó la mirada perplejo sin saber como reaccionar a lo que sus ojos veían frente suyo. En la entrada de aquel pasillo lo vio ahí parado con su habitual traje negro y una camisa del mismo tono, con sus cabellos azabaches acomodados en punta como era su estilo de siempre.
- ¿Taehyung?- lo había tomado por sorpresa, esbozando una amplia sonrisa de lado a lado, sin pensarlo demasiado corrió hacía el azabache abrazándolo con fuerza, el mayor lo miró con una ligera sonrisa dibujada en sus labios correspondiendo aquel abrazo de inmediato. Con su mano acarició los cabellos rubios del menor de forma suave disfrutando de sus mechones suaves que se enredaban entre sus dedos.
- ¿No esperabas que viniera?- preguntó, separándose del abrazo mirando al rubio de forma apacible, el rubio tenía sus ojos cristalizados, sentía como aquel día parecía mejorar al ver a Taehyung.
- No, yo creí que estabas con tu familia- negó, limpiado sus lágrimas con la manga de su pijama, Taehyung se enterneció al ver aquel rubio que por su aspecto no lo había pasado tan bien en estos últimos días, el azabache acarició la mejilla de Jungkook dedicándole una ligera sonrisa.
- Tu eres parte de mi familia Jungkook, no podía dejarte solo- sintiendo como aquellas palabras oprimían su corazón, de forma abrupta lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos resbalando por sus mejillas; el azabache sintió como su corazón dolía al ver a Jungkook de aquella forma tan vulnerable sin pensarlo demasiado abrazó al rubio pegándolo a su cuerpo sentía la respiración de este en su pecho al igual aquellas lágrimas que se impregnaban en sus ropas no le tomó mucha importancia solo sentía aquella necesidad de protegerlo.
- No digas eso, que me haces llorar- dijo el rubio, alzando la mirada hacía Taehyung que lo miraba en silencio sin soltarlo de aquel agarre que los mantenía unidos, sonrió con dulzura.
- Ese no era el punto de venir aquí Jungkook solo quiero pasar un año nuevo junto a ti- confesó, el rubio se emocionó ante tales palabras, mirando a Taehyung con pequeños brillos en aquellos ojos azules. Taehyung lo soltó, mirándolo de arriba abajo, notando pequeñas manchas en sus ropas. - Pero debes arreglarte Jungkook, no puedes cenar en estas fachas- lo señaló, el rubio se ruborizó al ver como se encontraba.
Colocó su brazo en su nuca un poco avergonzado sonriendo de oreja a oreja.
- En mi defensa yo no planeaba estar con alguien hoy- alzó los hombros, Taehyung negó con una ligera sonrisa.
- Esa no es excusa, anda ve y cámbiate- señaló al rubio quien se movía en su lugar con emoción, el azabache observaba aquella actitud tan infantil que de forma extraña lo cautivaba, adoraba aquellas sonrisas coquetas que siempre recibía de Jungkook es algo que nunca cambiaría por nada del mundo.
- Enseguida, pero ¿Podremos quedarnos aquí?, no tengo ganas de salir- mencionó un poco apenado, el azabache lo miró extrañado, no esperaba aquella petición por parte de Jungkook.
- ¿Quieres pasar el año nuevo encerrado?- preguntó curioso.
- Si lo voy a pasar contigo, nada importa- Jungkook lo miró con una amplia sonrisa, el azabache asentó con la cabeza afirmando con la cabeza, cediendo ante tal petición, el rubio sonrió contento juntando sus manos sobre su pecho. - Me alegro que hayas aceptado, me iré a bañar y enseguida vuelvo- sonrió, girando sobre sus tobillos dando pequeños saltos hacía su habitación, el azabache lo observaba con detenimiento.
- Eres un total caso Jungkook- suspiró hablando en voz alta, miró con detenimiento el pasillo dudando de lo que haría ahora. Miró a sus alrededores observando la casa en silencio, en su mente aún pasaban pequeños fragmentos de aquella noche tortuosa. Un sentimiento de culpa aún no le permitía estar en paz quería alejarse de aquel pasillo pero ¿Dónde debía ir?.
Pudo escuchar la llave de la regadera, su vista se dirigió a la habitación del rubio que tenía la puerta entre abierta, comenzó a caminar con lentitud dudando de lo que haría ahora, pero sin pensar demasiado las cosas entro a la habitación de Jungkook observando el desastre que este tenía, con la cama revuelta y con los cojines botados en el suelo.
Miró a su derecha, observando la puerta que lo dirigía al baño, apretujo sus labios dudoso de lo que estaba a punto de hacer, sacudiendo los hombros en una forma de tratar que sus inseguridades se fueran de encima suyo. Escuchaba las gotas de agua que caían, podía percibir un aroma frutal que se esparcía fuera del baño inundando las fosas nasales del azabache, dio una respiración profunda disfrutando de aquel aroma.
De forma silenciosa se acercó a la puerta del baño, abriendo la misma evitando que fuera escuchado, al final de aquel cuarto pudo encontrar al rubio tallando su cuerpo, se quedó parado en el marco de la puerta observando a Jungkook con detenimiento.
Su vista se fijaba en su delgado cuerpo, en aquellas cicatrices que recorrían parte de su pecho y sus muslos, sus cabellos rubios que se escurrían por su espalda y rostro por lo largo que ya tenía su cabello, en silencio se adentró, cerrando la puerta tras de sí; el azabache comenzó a quitarse su saco, junto con su corbata y camisa blanca dejándolas en el suelo del lugar sin tomarle mucha importancia dejando al descubierto su pecho y contorneado a la perfección.
- Si quisieran robar tu casa, tu serías un blanco fácil- habló el azabache desde la entrada del baño.
- AHH- gritó por la inesperada presencia del azabache, cubriendo su pecho avergonzado que lo viera desnudo y con jabón en la mayoría de su cuerpo, Taehyung sonrío. - Dios mío Taehyung, no me espantes de esta forma, casi me da un paro cardíaco- reprochó, sintiendo como su pecho estaba bastante acelerado.
- No es mi culpa que seas tan despistado, llevo aquí 5 minutos y estoy seguro que si no hubiera hablado, no notarías mi presencia- bromeó acercándose a la regadera, Jungkook se pegab a la pared de la misma como si tratara de alejarse del azabache pero había un limite para huir y Jungkook ya lo había alcanzado.
El rubio observaba a Taehyung con sorpresa pues viendo su cuerpo más de cerca apenas se daba cuenta del desnudo de su torso causándole un leve sonrojo en sus mejillas que trataba de cubrir con jabón.
- Tú... ¿Qué haces así?- le señaló, Taehyung esbozó una ligera sonrisa tocando sus abdomen orgulloso de lo que podía causar en el rubio.
- ¿Acaso no puedo bañarme contigo?- preguntó coqueto, Jungkook lo miró sorprendido, viendo como el azabache terminaba por sacarse los pantalones junto con sus bóxer que dejo botados en el suelo apartándolos con sus pies. Miró al rubio notando como el menor apartaba la mirada avergonzado cubriendo su rostro con sus manos jabonosas aunque de repente miraba de reojo a Taehyung notando lo trabajado de su cuerpo, con aquellos muslos un poco gruesos por la cantidad de ejercicio, sus brazos marcados que combinaban a la perfección con su torso fornido que hacían juego con su cintura delgada que dejaba caer una línea en "V" que daba directo a la entrepierna, Jungkook aunque no quisiera parecer morboso su vista inevitablemente se centraba en lo que tenía entre las piernas.
El azabache lo notó mirándolo con una sonrisa ante la perversión del rubio que aunque quisiera no podía ocultarla por más que intentará.
- Si te me quedas viendo más tiempo, no dudaré en hacerte mío... Jungkookie- El rubio dio un respingo ante aquella voz que se volvía tan afrodisíaca en momentos como esos, sentía como su corazón se aceleraba con la simple presencia del azabache. - ¿Me dejarás entrar?- señaló la puerta de cristal que le impedía estar junto a Jungkook, el rubio se quedó estático sin saber que hacer, lo deseaba en esos momentos pero dudaba de aquel deseo que comenzaba a tomar control de su cuerpo, llegaría un punto en que cedería ante todo el cúmulo de emociones que se apoderaban de él.
Taehyung no esperó ninguna respuesta, por cuenta propia abrió la puerta de cristal de aquella regadera entrando junto al rubio que se pegaba a la pared tratando de estar alejado del azabache, Taehyung lo miraba en silencio notando como el agua de la regadera quitaba el jabón que cubría el resto de su cuerpo, con su vista delineaba las curvas de Jungkook que daban un toque fino en sus caderas desplazándose por su torso delgado hasta llegar a sus hombros donde tenía una línea perfecta que marcaba sus clavículas. El menor se cubría el rostro avergonzado no estaba acostumbrado a que lo vieran desnudo con tanto detenimiento.
- No tienes porque avergonzarte- susurró con dulzura, acercándose a Jungkook, dejando que el agua de la regadera comenzara a empaparlo, haciendo que sus cabellos azabaches se deslizaran por su rostro, tomó con suavidad a Jungkook de las caderas atrayéndolo hacía sí, quedando ambos debajo del chorro de agua que los empapaba creando un ambiente húmedo entre sus cuerpos. - Eres precioso- dijo acercándose al rostro de Jungkook depositándole un suave y rápido beso entre la comisura de sus labios.
Jungkook acarició la mejilla de Taehyung mirándolo con dulzura, viendo cada detalle de su rostro, se acercó al mayor besándolo con suavidad, juntando ambas carnosidades que se unían en un vaivén lento y húmedo, aquel beso se torno más pasional cuando ambos enredaron sus lenguas en un baile viscoso pero que era poco perceptible por las ligeras gotas de agua que se colaban entre la abertura de sus bocas. Taehyung tomó a Jungkook con brusquedad de su cintura apretujando su suave piel en un agarre juguetón y coqueto, el rubio dio un leve respingo ante tal impulso pero de una forma extraña comenzaba tomar gusto por lo salvaje que podría ser Taehyung.
Se separaron después de varios minutos por la falta de aire, mirándose con detenimiento, escuchando con atención lo aceleradas que estaban sus respiraciones que se perdían entre el agua que azotaba en el suelo, sin esperar un segundo más juntaron sus labios con desesperación cediendo ambos ante el deseo que los consumía cada vez más rápido, se besaban con desesperación uniendo sus bocas desde sus lenguas que tenían un vaivén viscoso que escurría por las comisuras de sus labios siendo borradas por las gotas de caían que continuaban cayendo, Taehyung disfrutaba del sabor de Jungkook, un sabor dulce que deleitaba sus papilas gustativas cada vez que lo besaba, junto con aquel aroma floral que inundaba sus fosas nasales le volvía loco.
El mayor tomó a Jungkook de sus caderas, con un movimiento ágil lo cargo con rapidez haciendo que el menor enredara sus piernas en la cintura del azabache, ambos dejándose llevar el la necesidad que tenían uno del otro; continuando con aquel beso que se volvía interminable llegando un punto en que daban bocanadas de aire para recuperarse y continuar besándose unidos por el desenfreno de la pasión carnal.
- T-te necesito Taehyung- jadeó Jungkook con un toque coqueto, aquella voz sensual y cautivadora fue el último detonante para que Taehyung actuara ante sus bajos deseos, tomó al menor de sus nalgas apretándolas con un toque suave, el rubio soltó un leve gemido.
- Salgamos de aquí- habló Taehyung entre respiraciones cortas, con Jungkook aún en brazos se ingenió para cerrar la llave de la regadera, y abrir la puerta de la misma sin separarse un momento del menor. Caminó a la salida sin dejar de besar al rubio, para suerte suya la puerta estaba entre abierta y sería más fácil salir, Taehyung tomaba con fuerza a Jungkook para evitar que este se cayera, la cama no estaba lejos de aquel par que continuaban con los pequeños toqueteos candentes que recorrían por todo su cuerpo.
El azabache se inclinó hacía la cama para poder soltar a Jungkook de forma suave y que este no se lastimara, soltándose del agarre y separando sus bocas de aquellos besos desenfrenados, Taehyung lo miraba con detenimiento manteniendo su vista fija en el rostro del menor que tenía un amplio hilo de baba que caía por las comisuras de sus labios que estaban entreabiertos, la baba se mezclaba con las gotas de agua dándole un aspecto sensual que combinaba con el sonrojo tierno junto con aquella respiración entrecortada que resonaba por toda la habitación.
- T-taehyung- jadeó el menor, el susodicho suspiró sintiendo como su entrepierna ardía, lo necesitaba, necesitaba del rubio, le provocaba tanto dentro de sí que estaba seguro que nunca antes se había comportado de esa forma. - Te necesito- dijo con un toque suave y sensual que resonaban en los oídos de Taehyung con un sentido afrodisíaco.
- Me volverás loco.- acercándose a Jungkook con lentitud, hundiendo su cabeza en el cuello del menor depositando suaves besos húmedos donde podía saborear aún el jabón restante que quedo por el cuerpo de Jungkook, pasando su lengua por las clavículas, pasando por todo rincón posible; continuó bajando hasta llegar a su pecho, rodeando con su lengua cada rincón jugueteando un poco con los pezones de Jungkook que ya se encontraban erectos, en el medio de su pecho succionó su piel tratando de hacer un chupetón cuando se sintió satisfecho dejó más marcas por el abdomen y pecho del menor que jadeaba ante tal excitación.
Amaba aquel jugueteo que tenían entre ambos, pero comenzaba a desesperarlo, su pene ardía y palpitaba con fuerza y comenzaba a ponerse peor cuando tenía de fondo aquellos jadeos agudos que provenían de Jungkook, ciertamente su nombre sonaba mucho mejor cuando lo pronunciaba Jungkook y se volvía más excitante cuando parecía suplicar por él.
- D-de…- hizo una leve pausa dejando salir un suspiro repleto de desesperación, se volvía loco por las caricias que repartía Taehyung por todo su cuerpo.- Déjame hacerte disfrutar- pronunció de forma rápida mirando al azabache que paró en seco sus caricias alzando su mirada a Jungkook dedicándole una suave sonrisa, si pudiera capturar aquel momento seguro lo haría, ver el rostro del mayor con sus mechones empapados que escurrían gotas de agua que se desplazaban por su mentón bajando por su pecho.
- Eres un niño muy bueno pero…- dijo casi en un susurro, con su dedo índice recorrió el abdomen de Jungkook, pasando por su ombligo y vientre bajo hasta llegar a su pene que chorreaba en su abdomen. Con su dedo delineo la punta de su intimidad pasando por dentro del prepucio haciendo círculos en el glande del menor, quien tomaba la mano de Taehyung en un reflejo de excitación.
- AH T-Taehyung- gimió, recargándose en la cama arqueando su espalda por aquellos escalofríos que recorrían desde la punta de sus dedos hasta la punta de sus cabellos, con sus manos apretujaba las sábanas con fuerza tratando de controlar sus gemidos que querían salir a cada movimiento que daba Taehyung por su pene.
- Pero esta vez yo haré que disfrutes- sonrió disfrutando de los gemidos de Jungkook que retumbaban en sus oídos como un exquisito manjar. Jungkook le tomó del brazo con fuerza haciendo que este alzara la mirada curioso, soltó una leve sonrisa al ver el rostro sonrojado el menor junto con sus labios entreabiertos dando jadeos constantes por una respiración entre cortada.
- T-te necesito dentro de mí- habló de forma suplicante, Taehyung sonrió triunfante, esperaba que aquellas palabras del rubio salieran de su boca desde hace tiempo. Jungkook frunció el entrecejo ante la lentitud del mayor. - Taehyung- suplicó.
- Eres todo un pervertido Jungkook- bromeó, el rubio suspiró, comenzaba a enloquecer, lo necesitaba, quería Taehyung dentro suyo. - Pero haré lo que me ordenas- continuó, con su rodilla abrió las piernas del menor disfrutando de aquella vista que tenía frente suyo.
- No, no me mires así – giró su vista avergonzado.
- Eres precioso, no puedo evitarlo- Taehyung se acercó al rubio, disfrutando de aquel aroma, lo miró. - ¿Estás listo?- preguntó, tomando su pene para colocarlo en la entrada del rubio que solo podía asentar en silencio.
- Si, si- jadeó con desesperación. Taehyung se acercó a Jungkook, depositándole un suave beso en aquel acercamiento comenzó a introducir su pene con lentitud haciendo que el rubio se estremeciera sintiendo lo grande y grueso que estaba, si prestaba mucha atención podía sentir el palpitar dentro suyo. Jungkook empuñó las sábanas en sus manos y enrolló sus piernas en las caderas del mayor para así poder establecer una penetración más profunda.
- Ah...- gimió, clavando sus uñas en la piel de Taehyung que se quedo inmóvil un par de segundos disfrutando de lo estrecho que estaba el rubio, sentía su pene palpitar con fuerza, si se hubiera tardado unos segundos más lo más seguro era que hubiera enloquecido por el deseo que recorría todo su cuerpo. El azabache se sorprendía de todo lo que le causaba Jungkook, jamás llegando a imaginar que se encontraría en aquel punto con la persona que no hubiera imaginado jamás.
- J-Jungkook- jadeó, comenzando a embestirlo con lentitud, sintiendo aquellos impulsos frenéticos que recorrían toda su espalda hasta llegar a lo más profundo. - Mmg- gimió entre dientes tomando a Jungkook de sus caderas para poder penetrarlo aún más profundo, el rubio se aferraba a las sábanas con fuerza, apretujando sus ojos derramando pequeñas lagrimas que se escurrían por los laterales de su rostro que se unía en las sábanas con la baba que caía de los labios de Jungkook.
- Más, más rápido- musitó entrecortado, Taehyung lo tomó con más fuerza comenzando las embestidas con más fuerza y con más rapidez creando un estruendo que se esparcía por toda la habitación, ambas pieles chocando con fuerza en un vaivén de fluidos y piel que daban acto de aquel deseo que ambos tenían uno del otro. El mayor bajó su torso para poder abrazar a Jungkook, quedando rostro con rostro, sintiendo aquel aire caliente que salía de sus bocas, deleitándose con los quejidos tentadores que soltaban en los momentos con más clímax de aquella penetración rápida y constante.
El menor se aferró a la espalda de Taehyung, clavando sus uñas en un movimiento casi involuntario de aquel deseo que llegaba en su punto máximo, miró a Taehyung que tenía pequeñas gotas de sudor que caían por su frente, de forma repentina lo besó el mayor correspondió al beso, uniendo sus bocas como un sello de aquel amor fugaz.
- M-me vengo- anunció el azabache, hundiéndose en el pecho del menor, donde podía notar lo agitado que estaba el rubio. Continuó con las embestidas ahora ya de una forma más rápida sintiendo entre sus adentros aquel clímax que no tardaba demasiado en llegar, miró el rubio que se encontraba de la misma forma tratando de alargar todo lo posible aquel momento de placer que consumía ambos cuerpos en un ambiente candente y fugaz.
- ¡T-Taehyung!- gimió Jungkook, arqueando su espalda en un espasmo natural, sintiendo como su pene comenzaba a chorrear semen que caía en su abdomen manchando parte de Taehyung que continuaba embistiéndolo, el mayor apretujo las caderas del menor sintiendo aquel escalofríos que caía por toda su espalda hasta la punta de su pene.
- J-Jungkook- gimió en sus ultimas, eyaculando dentro del menor, quien sentía como su trasero se rellenaba de aquel liquido blanquecino y pegajoso que salía por los laterales casi como un chorro, eso se debía a la amplia cantidad de semen que había eyaculado el mayor dentro de él.
- ¡Ah!- gimió al sentir el termino del mayor, quedándose en silencio por unos segundos tratando de recobrar una respiración normal. Taehyung se inclinó hacía Jungkook recostándose en su pecho, logrando escuchar lo acelerado que estaba el corazón de Jungkook, el rubio se quedó mirando el techo cansado, se sentía pleno, nunca podría haber imaginado de aquel año nuevo lo pasaría junto a Taehyung.
El menor tomó la colcha que estaba aun lado de ellos, cubriéndolos con suavidad, Taehyung se aferraba a Jungkook tomando una de sus manos como un forma de encontrar paz, suspiró cerrando sus ojos con cansancio, dejando sus manos entrelazadas, el rubio lo miró de reojo esbozando una ligera sonrisa.
- Te amo Taehyung- musitó por lo bajo, claramente sin escuchar alguna respuesta por parte del susodicho que estaba por quedarse profundamente dormido, con una de sus manos libres comenzó a acariciar los cabellos azabaches del mayor, jugueteando un poco con los mismos, encontrando una extraña fascinación por hacerlo. - Te amo tanto- susurró cerrando sus ojos lentamente quedándose profundamente dormido junto con Taehyung.
Horas más tarde:
Jungkook comenzaba abrir sus ojos un poco cansado, este se encontraba recargado en su hombro, acobijado en su totalidad, con su nula vista que tenía por la oscuridad de la habitación trataba de buscar a Taehyung por la cama pero no sentía su presencia. Terminó por abrir sus ojos, tallando los mismos con las yemas de sus dedos, sentándose en la cama girando su cabeza para asegurarse que Taehyung no se encontrara a su lado, suspiró con tristeza creyendo que este ya se habría ido.
Hasta que pudo percibir un dulce aroma que se colocaba por la puerta de su habitación que estaba entreabierta, vio como una luz que pertenecía al pasillo se colaba a su cuarto, esbozó una ligera sonrisa alejando aquella tristeza que antes le abría abrumado. Se levantó de la cama, yendo a su armario donde buscaría una pijama nueva, no tenía ganas de arreglarse, tomo unos bóxers negros junto con una pijama de satine del mismo tono que le quedaba holgada sin marcar nada de su cuerpo. Se colocó sus pantuflas y salió de la habitación caminando por el pasillo notando aquel aroma que salía directo de la cocina.
Cuando llegó a la cocina pudo ver de espaldas al azabache que tenía su rostro cubierto por una playera holgada negra y unos pantalones cargo que quedaban un poco ajustados a su cuerpo, estaba concentrado cocinando lo que parecía ser unos vegetales en la sartén, Jungkook lo observaba en silencio deleitándose de aquel panorama distinto a lo que siempre estaba acostumbrado.
- No me veas tanto, es raro Jungkook- Habló Taehyung con seriedad haciendo que el rubio se sobresaltará asustado, el azabache se giró para quedar de frente al rubio que avergonzado evitaba la mirada del mayor.
- Y-yo - no sabía que decir, tanto solo movía sus manos nervioso, aun no estaba del todo acostumbrado a la presencia tan imponente de Taehyung; el azabache sonrió ante la actitud apenada del rubio.
-Es broma Jungkook, relájate- sonrió, el rubio lo miró perplejo pues aquella actitud tan tranquila y pacifica parecía estar ajena a él. - Ya estará casi lista la cena, espero tengas hambre- se dio la vuelta volviendo su vista a la sartén, moviendo las verduras en círculos, el rubio se acercó al azabache notando como ya tenía platos listos con un filete de carne junto con pequeños tazones de crema que estaba adornada casi como un platillo gourmet.
- Eres sorprendente Taehyung- Jungkook observaba todo con sorpresa pues jamás se habría imaginado a Taehyung cocinando o haciendo alguna otra cosa que no fuera negocios.
- Lo sé- habló victorioso, Jungkook bufó ante tal arrogancia, Taehyung soltó una leve carcajada - Solo bromeo, ten toma- Aún lado de Taehyung tenía una copa de vino que con anterioridad había servido para el rubio, quien anonadado la recibió dando un ligero sorbo.
- ¿Taehyung estás bien?- preguntó de la nada, llamando la atención del azabache que arqueó una ceja curioso por tal pregunta. Jungkook se acercó a él tocando su frente para comprobar si este no estuviera enfermo.
- ¿Qué estás haciendo?- preguntó curioso por tal repentina acción de Jungkook.
- Estoy comprobando si no estas enfermo- retiró la mano de la frente del azabache, observándolo con detenimiento.
- ¿Por qué lo estaría Jungkook?- preguntó ceñudo, Jungkook suspiró dando otro sorbo a la copa de vino.
- Estas actuando tan extraño, en primer lugar están sonriendo demasiado, eso hace que se me ponga la piel de gallina, ¡Mira!- le mostró su brazo, señalando lo erizada que esta su piel, el azabache soltó una pequeña risita ante la actitud tan infantil de su novio - ¡Estas riendo, Taehyung!, son cosas que tu no haces- lo señaló, alzando sus manos desconcertado de lo que sucedía con el mayor.
- Estoy feliz Jungkook, por eso estoy así- respondió con tranquilidad fijando su vista a la sartén, apagando la estufa. Con una cuchara comenzó a poner las verduras en el plato junto con el jugoso filete que tenía a un lado suyo. Jungkook lo observaba perplejo. – No me veas como un bicho raro cariño…- se quedó en silencio al notar lo que había salido de su boca, el rubio lo miraba estático sintiendo como aquella simple palabra le aceleraba con fuerza su corazón.
- ¡Woa!, este día no puede ser mejor- Jungkook tomó su cabeza procesando aquella simple palabra que había salido de la boca de Taehyung que terminó por dejar el sartén de nuevo en la estufa cubriendo un leve sonrojo que se había formado en sus mejillas. Jungkook lo miró enternecido ante aquella actitud tan tierna que optó el azabache. El rubio se abalanzó al mayor abrazándolo por el cuello, haciendo que el azabache se agachara un poco por la diferencia de estaturas.
Jungkook lo miraba con una amplia sonrisa que dejaba ver sus colmillos blancos que sobresalían de sus labios, Taehyung desvío la mirada avergonzado.
- Tú eres mi cariño, Taehyung- Jungkook se hundió en el pecho del mayor en un tierno abrazo, el azabache le correspondió con dulzura depositándole un suave beso en la frente de Jungkook, separándose a los pocos segundos. - Te amo- pronunció mirándole a los ojos, Taehyung se enterneció ante tales palabras.
- Yo más- respondió dedicándole una suave sonrisa. - Vamos a la mesa, ya esta lista la cena- continuó, mirando detrás suyo donde toda la comida ya estaba lista.
- Aún no he puesto la mesa- dirigió su vista al comedor notando como ya se encontraban puestas un par de copas acompañadas junto con una botella de vino, también estaban los cubiertos para comer y un par de velas que servía como decoración.
- Eso ya esta listo Jungkook, ven, vamos a sentarnos que no tarda mucho en que el año nuevo llegue- Taehyung se adelantó a la mesa, para poder abrir la silla donde se sentaría el rubio, Jungkook lo miró perplejo, nunca hubiera pensado conocer aquella faceta del azabache.
- Taehyung...- susurró sorprendido.
- Vamos, siéntate- señaló la silla, el rubio se acercó un tanto dudoso de lo que debía hacer, se acercó al azabache correspondiendo a su acto caballeroso, se sentó en la silla y Taehyung lo acomodó con delicadeza. El mayor caminó a la cocina tomando el tazón de sopa, colocando frente al rubio, a los pocos segundos Taehyung se sentó frente suyo para poder verse directamente, de su pantalón tomo un encendedor y encendió las velas agregándole un toque romántico a la cena.
Jungkook miraba todo atónito, aun no cabía en su cabeza todo lo que había pasado en un lapso de 20 minutos, el azabache lo observaba con una ligera sonrisa.
- Esto es una sorpresa Taehyung- el azabache tomó su cuchara tomando una pequeña cuchara de sopa.
- Aún hay cosas que no conoces sobre mí Jungkook- respondió coqueto, Jungkook comenzó a comer sonriendo aún sin creer tal locura.
- Oh, espera, ellos deben de cenar con nosotros- Jungkook se levantó de su asiento con brusquedad, Taehyung lo miró confundido sin saber a que era lo que se refería. El rubio corrió a su habitación tomando las fotografías de sus abuelos que estaban puestas en su mesa de noche puesta a un lado de su cama, las observó con una sonrisa, saliendo con ellas hasta llegar de nuevo a la mesa donde lo observaba Taehyung confundido.
- ¿A que te referías con… ellos?- preguntó curioso, el rubio se sentó a la mesa nuevamente colocando las fotografías a un lado suyo, el azabache observaba todo sin entender que era lo que sucedía.
- Siempre ceno con mis abuelos en estas fechas importantes- miró a Taehyung con una sonrisa triste, el azabache observó las fotografías con detenimiento. - Con ellos cené en navidad, fue una de los mejores días que tuve- continúo, Taehyung lo miró con tristeza sintiendo como su pecho tenía una leve punzada de dolor.
- ¿Por qué no me dijiste?- preguntó con tranquilidad, el rubio negó con una amplia sonrisa.
- Es triste mi situación, ¿Como hubieras tomado esto?, tener a alguien que cena en navidad a un lado de fotografías de sus abuelos fallecidos- Taehyung escuchaba con detenimiento.
- ¿Por eso no quisiste ir conmigo?- preguntó.
- No, no fue eso, no quiero ser una carga, aparte yo siempre ceno con ellos- Jungkook dio un sorbo a la sopa.
- Tu no eres una carga, no debiste mentirme así Jungkook, si no hubiera venido hoy estarías cenando solo de nuevo, ¿Cómo me puedo sentir bien así?- en su tono se podía percibir un cierto dolor, el rubio esbozo una amplia sonrisa
- No debes preocuparte por mí... es normal para mí, aparte yo quería que estuvieras bien con tu familia, que disfrutaras tus vacaciones, lo mereces Taehyung- continuó.
- Jungkook, solo no me mientas de nuevo, no quiero dejarte solo nunca más- el rubio sintió como sus ojos comenzaban a cristalizarse, dejando caer varias lágrimas que se escurrían por su mentón, Taehyung lo miró con tristeza sintiendo como su pecho se estrujaba.
Jungkook limpió sus lágrimas con la manga de su pijama, mirando a Taehyung con una ligera sonrisa pero aunque tratara de evitar llorar, sus lágrimas seguían brotando, el azabache se levanto de su asiento caminando hacia el rubio, para casi de forma inmediata abrazándolo con ternura.
- Taehyung, este ha sido un día maravilloso- dijo entre su pecho, acurrucándose en el mismo. – Ojalá todos los años fueran así-
- Jungkook- separándose del abrazo miró al rubio con detenimiento; Taehyung del bolsillo de su pantalón saco una pequeña caja negra, el rubio la observaba con curiosidad.- Esto, es una promesa de que este año, el siguiente y el siguiente del siguiente serán días maravillosos- el azabache abrió la caja sacando un pequeño anillo lizo de oro, Jungkook sintió como lágrimas brotaron de forma inesperada.
- ¿Esto qué es?- pregunto aún sin poder creer lo que veía.
- Es una promesa- tomando la mano del menor, colocando el anillo en su dedo anular quedándole a la perfección con lo delgado de su mano. El rubio lo miró con sorpresa notando como en la caja había otro anillo un poco más grande que el suyo.
- Son anillos de pareja Taehyung- dijo sorprendido, tomó el anillo de la caja, observándolo un par de segundos para después tomar la mano del azabache colocando el anillo con suavidad notando como le quedaba a la perfección, hacía todo lo posible para contener su llanto pero parecía imposible, su corazón latía a mil por hora, sentía como saldría de su pecho.
- Esto es para formalizar lo nuestro Jungkook- concluyó mirando al rubio para después depositarle un suave beso en su frente.
- Feliz año nuevo Taehyung.-
" Aquel día fue el más feliz de mi vida, sin saber que después todo se convertiría en un total infierno"
🌸
Habían pasado un par de días, donde el nuevo año ya había entrado en todo el mundo, Enero el mes mas deprimente de todo el año, donde el invierno se vuelve más crudo y la felicidad de las festividades pasadas se desaparecía a medida que el mes continuaba con los días pero alejados de aquel deprimente panorama, Jungkook estaba sentado en la cafetería bebiendo un café en completa soledad su demás compañeros estaban repletos de trabajo por lo que le era casi imposible verlos en horarios donde todos podían coincidir pero aunque estuviera completamente solo sentía una sensación extraña donde todo estaba tan calmado que le parecía extraño.
Miraba su mano, observando aquel anillo que no se había quitado desde que Taehyung se lo había colocado, después de tantos días recordaba ese día con tal detalle que se alegraba el día en solo pensar en todo lo ocurrido, tenia una sonrisa boba plasmada en su rostro pero todo decayó en cuestión de segundos.
- Jeon Jungkook, que sorpresa- escuchó desde la entrada de la cafetería, el rubio giró su rostro hacía donde provenía la voz, quedando en shock, la vio ahí, a Park Jiyeon, con su vestimenta siempre impecable y una sonrisa victoriosa marcada en su rostro. La mujer caminó hacía Jungkook con lentitud con un pequeña carpeta entre sus manos.
- Señorita Park, buenos días- el rubio trato de levantarse de su asiento pero esta le detuvo, sonriéndole con una amabilidad extraña.
- No te levantes, estas bien así- hizo una breve pausa sentándose frente al rubio que se removía incómodo en su asiento.
- Si quiere ver al Señor Kim, él esta en una junta ¿Quiere que le llame?- Jiyeon negó, colocando la carpeta encima de la mesa deslizándola frente al rubio que la miraba desconcertado.
- No, yo no vine a ver a Taehyung, vine a verte a ti- Jungkook la miró con seriedad, sintiendo como sus manos temblaban, la mujer pudo notar aquel anillo que portaba el rubio. – Es muy lindo tu anillo, ¿Quién te lo dio?- preguntó, el rubio escondió su mano de forma instantánea.
- Un amigo- mintió.
- Es un anillo de pareja-respondió severa.
- ¿Qué es lo que quiere hablar conmigo?-desvió el tema de forma inmediata. Jiyeon sonrío con amabilidad pero Jungkook se notaba incómodo.
- Es sobre Taehyung pero como tu eres su mano derecha quiero que veas esto, también te interesa a ti- sonrió, acercando la carpeta frente suyo.
- Yo no puedo ver cosas de Señor Kim- negó, alejando la carpeta.
- ¿No te interesa saber por qué Taehyung es tan amable contigo?, ¿Por qué tan de repente salió contigo?- ccontinó, Jungkook lo miró curioso
- ¿A qué se refiere?- preguntó nervioso, sintiendo como su corazón se aceleraba.
- Ve por ti mismo-
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🌸Uy el Tae ya se nos enculó, lástima que no durará mucho 😟
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Castigo De Amor - Taekook
FanficKim Taehyung un joven multimillonario, CEO de unas de las empresas multinacionales más grandes de Corea y del mundo; un mujeriego empedernido por excelencia y tiene la vida perfecta que muchos de nosotros sonariamos; repletas de dinero, mujeres y do...