🌸2. Mi jefe 🌸

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- La cagué, la ultra-mega cagué...- fue lo único que pudo pensar Jungkook al ver aquel hombre azabache que lo observaba con desdén, su corazón palpitaba con fuerza, esa mirada penetrante parecía atravesarle el cuerpo que si por él fuera lo mataría con tan solo mirarlo. El rubio sentía como sus piernas comenzaban a traicionarle, temblaba del puro terror que le causaba ese hombre estaba tan devastado que no sabía ni siquiera que hacer, minutos antes él le había hablado como si no fuese nada y ahora esta frente a él, parado en su oficina o mejor dicho parado en su empresa pidiéndole trabajo. Que descaro.
 
- Él es el señor Jeon Jungkook , esta aquí por la entrevista para ser su asistente- habló por fin la secretaria después de mantenerse en silencio por varios minutos, rompiendo la tensión que se había generado, el azabache esbozo una sonrisa triunfante, Jungkook tan solo lo miro extrañado, no sabia lo que significaba, ¿era bueno?, ¿lo echaría de ahí?.
 
- Déjanos solos, si ya llegó Irene dile que me traiga un expresso- El azabache se dirigió a su escritorio sentándose, tomo unos papeles comenzando a leerlos, la secretaria miró a Jungkook quien aún seguía parado en el marco de la puerta.
 
- Como ordene, señor Kim- Fue lo único que dijo antes de retirarse, esta le dio un pequeño empujón al rubio para que entrase, este pareció reaccionar y temeroso se adentró a la oficina, esta era de tonos grisáceos y blancos, un tanto minimalista, tenía una pequeña sala en medio del enorme lugar de color negro junto con una mesa de vidrio puesta en el medio de los sofás, aquel lugar tenía grandes ventanales que te daban una espléndida vista de la ciudad. El rubio observaba todo con asombro.
 
- Cierre la puerta y siéntese- Exigió, sacando de su asombro al rubio quien dio un ligero sobresalto, este lo hizo sin reprochar, cerró la puerta con rapidez y se encamino al escritorio, recorrió una de las sillas y tomó asiento, sus manos temblaban sin control, su corazón latía con fuerza tenerlo tan cerca le daba miedo, miedo de lo que pudiera hacerle después de tal accidente, pero este simplemente seguía leyendo los papeles sin prestarle mucha atención.
 
Pasaron los minutos y este continuaba leyendo, el rubio tenía la mirada agachada no se atrevía a mirarlo, mucho menos hablarle.
 
- Su hoja de vida claramente es carente en todo sentido...- Por fin habló, Jungkook levantó la mirada, ahí estaba él, observándolo en su semblante se podía notar en poco de ¿diversión?, ¿burla?, no lo sabía pero no se sentía cómodo, quería que ese sufrimiento terminara lo más pronto.
 
- Yo-yo vengo de un pueblito, no hay muchas opciones para estudiar, señor K-Kim- Jungkook se decidió hablar, trataba de controlar su respiración por debajo del escritorio trataba de controlar sus manos que aún no paraban de temblar. Taehyung  esbozó una media sonrisa, negando con la cabeza.
 
- ¿Entonces que hace aquí?- preguntó.
 
- Mis padres son muy pobres, vine aquí para conseguir un trabajo y ayudarles en la cuestión económica- mintió, Taehyung se recostó en su respaldo mirándolo en silencio.
 
- Ayudarías más a tus padres si estuvieras muerto...- replicó de forma cruel, Jungkook solo se quedó en silencio, mirando sus manos, esbozó una sonrisa. - esta ciudad ya está llena de gente estorbo que solo viene aquí a ganar dinero- continuó hablando, el rubio solo lo escuchaba atento.
 
- Yo lo entiendo señor Kim, sé que para usted personas como yo no somos más que estorbos de la sociedad privilegiada a la que usted pertenece, pero hago esto por mi familia-  trató de mantener la compostura, apretujaba sus pantalones con fuerza, Taehyung lo miraba serio.
 
- Sabe algo, sería un perfecto asistente, me sorprende que no lo hayan contratado, su falta de educación y su evidente ignorancia hace a un perfecto asistente, no cuestiona nada y hace lo que pides sin reprochar o cuestionar de cada tarea que se le asigna- continuó humillándolo, Jungkook solo seguía con una sonrisa forzada tratando de no golpearlo.
 
-Difiero en eso, si estamos de acuerdo que leer te quita la ignorancia pero no la estupidez señor Kim, podría ser un gran magnate educado y sofisticado pero tener un libro en mano no le quita lo estúpido-  Taehyung frunció el entrecejo, estaba furioso.
 
- ¿Me esta diciendo estúpido?- preguntó, tratando de mantenerse en compostura, su sangre hervía pero si no se controlaba terminaría golpeándolo.
 
- No, no, no me atrevería a ser tan insolente con usted- esbozó una ligera sonrisa.
 
- Eso no parecía cuando usted choco conmigo- replicó.
 
- Yo...- hizo una ligera pausa - siento mucho lo que le dije señor Kim, me disculpo por chocar con usted- habló con timidez, la conversación se vio interrumpida por una chica peli azul que entraba a la oficina con un café en mano, el rubio la miro sorprendido por su peculiar aspecto pálido, y su cabello teñido.
 
- Aquí esta su café, la señorita Park dejó un mensaje esta mañana, dice que estará aquí a medio día para almorzar con usted- Irene dejó el café en el escritorio de su jefe, la mirada de esta se dirigió a los papeles del rubio que estaban encima, miró a Jungkook de reojo.
 
- Puedes irte...- dio un sorbo a su café, esperando que la mujer los dejara solos nuevamente. Está se retiró cerrando la puerta - ¿Por qué quiere este trabajo?- preguntó mirando hacía Jungkook nuevamente, dejando de lado la conversación anterior, aquel café le había relajado los nervios evitando que este golpeara al rubio.
 
- Le seré sincero señor Kim, yo se que no soy el mejor candidato estoy seguro que tiene mejores candidatos para ser su asistente, sé que no tengo el mejor aspecto, ni siquiera tengo dinero para un buen traje... pero aprendo rápido, y siempre hago las cosas bien y se que si me da la oportunidad de trabajar con usted se que puedo serle útil- Taehyung  lo miro satisfecho, se reclinó en su asiento quedándose en silencio.
 
El azabache se quedó en silencio unos segundos, Jungkook estaba más nervioso que nunca, aquel aura de misterio que los rodeaba le parecía intimidante, estaba tan silencioso el lugar que podía escuchar como las manecillas del reloj se movían, ese incesante tic tac lo estaba volviendo loco. Taehyung  seguía sin pronunciar palabra alguna, miraba al rubio como si tratara de escanearlo, ver en lo más profundo de su alma.
 
Por fin habló.
 
- Mañana empiezas, asegúrate de llegar a las 8, tendrás que presentarte  con Irene  para que te de tu gafete y haga tu contrato, llegas tarde y estarás despedido, no quiero verlo de tenis con traje.- Jungkook al escuchar eso pudo sentir  como su cuerpo se relajaba, sus ojos parecían derramar un par de lágrimas traicioneras, Taehyung  lo miró indiferente, el rubio se secó las lágrimas con la manga del saco. - para la próxima evita chocar con las personas, ya puedes irte-

Castigo De Amor - Taekook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora