Capítulo 9

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Ya habían pasado dos semanas desde que Sherlock había sido suspendido por su resfriado. Llegó el viernes, todo normal para John, dar clases y luego ir a visitar a su paciente. Caminaba hacia el apartamento del pelinegro, al llegar tocó la aldaba de la puerta y la casera lo dejo pasar.

— Oh John, Sherlock tiene una visita ahorita, no sé si quieres subir de todas formas.

— ¿Quién es?

— Es su hermano.

— En ese caso esperare a que se vaya, no quiero interrumpir algo.

John se quedó esperando en la sala de abajo, la señora Hudson le preparó una taza de té y llevó el resto al segundo piso.

— Señora Hudson, ¿ya llegó el doctor? — Preguntó Sherlock esperando que sí haya llegado para sacar a su hermano de ahí.

— Sí querido, está esperando abajo. — Contestó amablemente la mujer.

— Perfecto, dígale que suba — La mujer bajo y el pelinegro se puso de pie, así igualmente su hermano sabiendo que Sherlock lo echaría del lugar. — Y tú, puedes retirarte. — Espero mucho desde que llegó su hermano esperando que John llegara para sacar a Mycroft de su apartamento.

—Te espero el lunes. — Dijo por último Mycroft abriendo la puerta para salir.

El doctor entró cuando el director abrió la puerta y ambos se quedaron mirando, John saludando a Mycroft y este devolviendo el saludo, miro a su hermano con una sonrisa de burla y salió.

— Buenas tardes. — Saludó Sherlock.

— Buenas tardes, ¿cómo has estado? — Cuestionó el rubio mientras sacaba unas cosas de su maletín.

— Bien. — Dijo el más alto tirándose en su sillón.

John lo reviso, preguntándole si siguió la receta y Sherlock respondiendo que sí.

— Todo bien, al parecer ya te recuperaste por completo, te salvaste de ir a un hospital. — Habló Watson riendo mientras guarda sus cosas en su maletín. — ¿Estás listo para regresar a dar clases?

— Sí, Mycroft ya me dio permiso de volver, que bien salir otra vez.

— Algunos chicos estarán felices de que vuelvas, aunque no lo creas, algunos te extrañan y no solo alumnos, incluyo maestros.

Sherlock lo miró con una mirada incrédula, lo más seguro es que sea mentira solo para levantarle el ánimo.

— Pensé en cocinar algo — Habló John de nuevo. — Algo como una sopa para mejorar tus defensas, ¿qué te parece?

Sherlock no reaccionaba, solo lo miraba desde su sillón, algo le estaba sucediendo, pero no lo sabía, siempre tenía esa sensación cuando John estaba cerca, pero no lo entendía, se perdía en sus pensamientos, pensado en todo lo que ha pasado esta semana cuando el rubio lo visitaba, ¿por qué era tan bueno con él? A pesar de haberlo tratado mal... Al escuchar que alguien gritó su nombre reacciono.

— ¡Sherlock! — Gritó John por tercera vez.

— ¿Qué paso?

— No lo sé, te pregunté si querías que te hiciera una sopa y te quedaste callado.

— Ah sí, perdón, ehh está bien.

— Me preocupa que aún no estés completamente bien, Sherlock. — Rio el rubio y el rizado rio por lo bajo. — Y, ¿qué has hecho en todos estos días?

— Nada interesante, no hay nada relevante aquí, solo hay soledad lo que a veces agradezco tenerla.

— ¿Qué hay de la señora Hudson? — Preguntó John mientras ponía a hervir el agua para la sopa.

𝙈𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙎𝙪𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙩𝙤 (Johnlock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora