𝙈𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙎𝙪𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙩𝙤 (Johnlock)

Capítulo 4

"Qué fin de semana tan raro" había pensado el docente de química, definitivamente había sido peculiar, incluso si fuera por él habría preferido no salir de su hogar, pero la semana se reseteaba por lo que todo volvía a su rutina común y corriente para todas las personas. Empezó un nuevo día para Sherlock en el que se disponía a ir a al colegio para dictar sus clases, siempre cada mañana como de costumbre se auto motivaba pensando que, aunque sea a alguno de sus alumnos le quedaría algo para el futuro de lo que él le dictara.

Cuando por fin salió de su casa pudo deleitar su vista con lo bello que se veían las calles de Londres mientras les llegaba la luz mañanera proveniente del sol además en su rostro podía sentir esa brisa fresca que lo despertaba cada día, así fue caminando y gozando del paisaje hasta que arribo a su destino para previamente seguir andando por el pasillo que llevaba al salón 221, sin embargo, algo le llamo la atención en el transcurso, dos chicas estaban con una foto en la mano observándola mientras charlaban de algo inaudible para el docente, este acto no le hubiera seguido interesando de no ser porque a penas las alumnas cayeron en cuenta de su presencia la escondieron rápidamente, eso lo llevo a pensar que tendría que ver con él después de todo era lo más lógico, Holmes hubiera intervenido de inmediato de no ser porque estaba justo de tiempo y siempre debía llegar puntual o de lo contrario el respeto que tanto tiempo le había costado obtener caería por un precipicio a una velocidad atroz.

Sherlock entro al salón, tenía muchos proyectos que revisar, pero eso no le importaba, era su trabajo y le gustaba. Para darse más tiempo, pensó en ponerle un trabajo a los alumnos en clases y ponerse a revisar los exámenes de otros alumnos. Fue recibido por el saludo que siempre le daban los alumnos y dejo su mochila en el escritorio.

—Buenos días, para empezar, quiero que expliquen en tres páginas de su cuaderno ¿quérelación tiene la química en la funcionalidad del cerebro?, pueden apoyarse de las páginas 215 y 216 de su libro de química.

Mientras los alumnos trabajaban en lo que el maestro les había ordenado, el rizado tomo asiento en la silla del escritorio y saco los exámenes de su mochila para calificarlos.

Sebastian aprovecho que el maestro estaba distraído, arranco una página de su cuaderno y escribió en ella, la hizo puño, volteo a ver hacia su profesor para verificar que no estuviese mirando y la lanzo a su objetivo. La bola fue a caer al escritorio de Jim, el pelinegro se sobresaltó y miro a su maestro, pero Sherlock no había notado nada aún, buscó entre sus compañero quien fue el culpable, agarró la bola de papel, la abrió y leyó "Ni se te ocurra decir ni una sola palabra" en ese momento el menor apretó los labio sabiendo de quien se trataba, esas amenazas solo se la hacia una persona, "Necesito que me pases los apuntes" Jim aprovecho que estaba en el salón y tiro el papel al piso, Sebastian notó esto, pero no pudo hacer nada ya que estaba en el salón y el maestro Holmes estaba ahí.

Sherlock revisaba los exámenes, pero quedo sumergido en muchos pensamientos que no lo dejaban hacer su trabajo tranquilo, varias palabras pasaban por su cabeza "calificar, Jim, notas, química, John, anatomía, sustituto, Sebastian, cadáver, maestro, John, exámenes, proyectos, Molly, morgue, John", ¿John? ¿Por qué pensaba tanto en John? Sherlock sacudió la cabeza tratando de concentrarse en calificar los exámenes. La clase llego a su fin, Sherlock no se dio cuenta hasta que un alumno llamo su atención diciendo que la campana para cambiar de clases había sonado.

— Oh, claro, pueden salir, mañana explicaran lo que entendieron del tema. — Habló el maestro.

Los alumnos guardaron sus cosas y se fueron a la siguiente clase, en eso Sherlock recordó algo.

— Sarah, Jeanette, esperen un rato afuera, por favor, quiero hablar con ustedes.

Las chicas se miraron con un poco de miedo entre sí sin saber de qué quería hablar, ¿hicieron algo malo?