Capítulo 15

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Era día sábado, la semana en verdad paso rápido. John caminaba por la ciudad sin ningún objetivo solo quiso salir a pasear por un rato, era un lindo día en Londres, soleado, pero hacia una brisa helada, siguió caminando sin rumbo mirando por donde lo conducían sus piernas que cuando levanto la vista estaba enfrente del apartamento de Sherlock, sus pies inconscientemente lo habían llevado hacia ahí, al estar ahí sintió la necesidad de saludarlo, John se acercó a la puerta, estiro la mano para tocar y...

— Nop — Se dio la vuelta y siguió caminando mientras era observado.

Sherlock estaba en la ventana viendo las intenciones del rubio, este se alejó de la ventana cuando vio a John irse.

— Sherlock, querido, ¿quieres una taza de té? — Preguntó la señora Hudson entrando a la sala principal.

— Sí, por favor. — La mujer empezó a preparar dos tazas de té, le dio una al rizado y ella se quedó con la otra.

— ¿Qué te sucede? Te he visto algo desanimado estos últimos días, ¿sucede algo? — Preguntó la señora Hudson sentándose en el sillón rojo de la sala y Sherlock sentándose enfrente en su sillón negro. — ¿Estas enojado con alguien?, ¿Molly?, ¿Tus hermanos? O tal vez John.

— ¿...Por qué mencionó al último?

— Cuando te cuido la vez pasada vi que se la pasaban bien juntos. — Dijo tomando un sorbo de su té. — Creí que eran amigos.

Sherlock lo pensó mucho, la señora Hudson tenía razón, esos días que estuvo con él fue de buena compañía "¿Me debería disculpa con John?" Volvió a preguntarse.

— Fue... con John. Le dije cosas horribles, el me considero su amigo y yo solo lo negué.

— Para que estes aceptando la culpa es porque en verdad te importa, te conozco hace mucho y no eres así con cualquiera, hasta con Molly, pobrecita, te ha aguantado muchos caprichos, deberías disculparte con John y con Molly también, John se nota que en verdad le caes muy bien.

— Supongo que tiene razón.

— ¿Sabes Sherlock? Deberías salir más, conocer más personas y tal vez consigas a alguien como compañero o compañera de piso, incluso te puede ayudar a pagar el apartamento y no lo digo por el dinero, no, claro que no, lo digo por tu bien, Sherlock, te quiero mucho y no quiero verte así de deprimido. – Y con esto la mujer se marchó de la sala dejando a Sherlock pensando en cómo se disculparía con ambos maestros.

Por otro lado, John decidió volver a su apartamento, al llegar se echo es su sofá y pensó todo lo que le faltaba por calificar, en su apartamento no le daban ánimos de hacer nada, todo era tan solitario pero ruidoso que lo fastidiaba, pensaba en buscar un mejor lugar ya que ahora le pagaban un mejor salario al de su anterior trabajo, en eso recordó a Sherlock en su apartamento, al tener a la señora Hudson, quien se preocupaba por él, a Molly, quien lo visitaba varias veces, se le hacia un ambiente realmente agradable, la imagen de un Sherlock riéndose llegó a su cabeza, varias imágenes cruzaron por su cabeza, todas sobre la misma persona, todas esas imágenes las recordaba con una sonrisa, al darse cuenta lo mucho que estaba sonriendo al recordarlas se empezó a cuestionar que qué eran todas esas sensaciones que estaba sintiendo, se levantó del sofá y se vio en un espejo, notó lo rojo que estaban sus mejillas, sacudió su cabeza y prefirió prepararse algo para almorzar y olvidar lo que acababa de suceder.

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Ya era el receso y está vez estaban solo dos de cuatro del grupo de amigos, pues Jim y Sebastian al ya ser pareja en algunos descansos preferían pasársela juntos, en realidad Moran era el que menos hablaba en los descansos, casi siempre solo se sentaba a comer y escuchaba a sus amigos, esto no le molestaba, sin embargo, ahora tenía a alguien con quién hablar y se la pasaba muy bien con ese alguien, así que por el momento solo estaba una rubia y un pelirrojo hablando.

𝙈𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙎𝙪𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙩𝙤 (Johnlock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora