𝙈𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙎𝙪𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙩𝙤 (Johnlock)

Capítulo 29

La noche del sábado después de una exquisita cena Sherlock y John salieron del hermoso restaurante para dirigirse al apartamento de Sherlock ya que era el más cerca y Sherlock le había insistido a John quedarse ya que era muy noche. Llegando a la puerta del apartamento el rizado recordó la invitación que la Sra. Hudson le dio a John al apartamento y lo mucho que tenía que caminar hacia el cada que necesitaba la más mínima cosa.

— John. — Le habló Sherlock.

— ¿Sí?

— Quiero que te mudes conmigo.

— Lo haré.

— Pero ¿Cuándo?

— Esta semana, ¿te parece? Empezaré el lunes, pero ahora entremos porque está empezando a hacer mucho frio.

Holmes abrió la puerta, ambos entraron y subieron las escaleras sin hacer tanto ruido ya que la Sra. Hudson probablemente ya estaba en sus horas de sueño.

Las vacaciones habían iniciado, todos los alumnos podrán descansar de todas sus tareas y exámenes, claro, si es que no suspendieron materias.

Lunes en la mañana, John Watson se encontraba arreglando la última caja para salir de ese lugar en el que había vivido muchos años y mudarse con la persona con la que desea vivir el resto de su vida. Sherlock ayudaba a limpiar el desorden que había en su apartamento, viviendo solo y sin que a nadie le molestara era libre de dejar las cosas donde el quisiera, pero ahora eso cambia con John como compañero de piso y de vida. Mientras el rubio empezaba a mover cosas para dar espacio a las de él, este levanto un cráneo que Sherlock tenía en la sala y debajo de este había algo que llamo la atención de John.

— ¿Sherlock? — Llamó John tomando el objeto que estaba debajo del cráneo.

— ¿Sí? — Respondió Sherlock mirando lo que el rubio tenía en sus manos y su sonrojo se empezó a notar — Puedo explicarlo.

— ¿Tú la tomaste? — En sus manos sostenía un papel fotográfico que Sherlock había estado guardando desde que descubrió a las alumnas con él. — Es un buen ángulo la verdad. — Sonrió el rubio.

— Yo... Emm... Unas alumnas... bueno-

— ¿Desde cuándo la tienes?

— Desde la primera semana que llegaste al instituto — John asombrado pensó que en todo este tiempo Sherlock había guardado una foto de él, el cual en ese entonces era un simple maestro sustituto. — Ehh... Veras. Unas alumnas la tenían y pues se las "confisque" y pues la guarde en mi billetera y la olvide, la encontré nuevamente y la puse aquí. — Termino de excusarse Sherlock.

— Y pensar que antes no te agradaba, ¿Por qué era que no te agradaba?

— Bueno, llegaste de un día para otro, te veías relativamente joven y agradable para los demás... Creo que llegue a sentir una atracción por ti... y eso no me agrado, sabes que mis sentimientos no son mi fuerte, me sentía confundido que creí que era algo malo y lo mejor para alejar esos pensamientos era actuar como lo hice, aún me sentía nublado, pero llegue a ver que no estaba bien lo que hacía y que tu no merecías eso, por lo que acepte lo que sentía, me empezaste a agradar más y resulto lo que paso. — Habló Sherlock mirando a John a los ojos con una sonrisa, este se acercó y lo tomó de las manos.

— Siéndote sincero mientras más me ignorabas más me atraías, desde un principio sentí que eras diferente a los demás y eso me llenaba de curiosidad que quería conocerte mejor, quien diría que terminaríamos así. — Ambos rieron, se miraron el uno al otro recordando todos esos momentos de como poco a poco iban formando una hermosa historia— Bien hay mucho que arreglar aquí y hay notas que entregar. — Los dos volvieron a lo que estaban haciendo, tardaron dos horas en terminar de limpiar y acomodar todo, en realidad no eran muchas las cosas de John, la mayoría era ropa y algunos libros.