La decisión

Capítulo 29

Narra Anya:

—¿Que buscabas? —preguntó sin apartar la mirada de mí, yo no soporté su mirada y aparté la mía.

¿Debería decirle la verdad? Si le digo todo lo que sé de su familia ¿Me creerá?

—Damián, la verdad lo que yo buscaba son...

—Venditas —nos interrumpió Demetrius entrando a la oficina—. Papá pregunta si ya las encontraste, sino enviaremos a alguna muchacha del servicio a comprar.

Damián le dió una mirada llena de odio antes de volver la vista a mí.

—Dile a mi padre que no las necesitamos, ya nos iremos de aquí.

—No seas negligente ¿No ves cómo está? —cuestionó Demetrius alzando la mano derecha en mi dirección, Damián volvió la vista a él aún con rabia.

—¡¿Y no hubiera sido mejor llamarme a mí en lugar de llamarme cuando ya venían camino a casa?!

Momento ¿Demetrius y yo de camino acá? ¿Cuándo pasó eso?

—Ella quería ir a su casa, no creo que a tus suegritos les hubiera hecho gracia verla en una crisis nerviosa sin saber cómo reaccionar y con esos raspones.

—¡¿Y qué esperas?! ¡¿Que te agradezca después de lo que hiciste?! Dijiste que no intervendrias.

—Lo siento ¿Bien? Sólo me dieron ganas de darle un simple beso ¿Te enojarás solo por eso?

—Más que eso, aquí no hay cámaras así que te puedo partir la cara a golpes sin interrupciones —hizo un impulso por ir a golpearlo pero lo tomé de la mano, volteó a verme aún alterado y solo negué con la cabeza.

—¿Aún están aquí? —preguntó Donovan entrando a su oficina, adiós a mi oportunidad de tener esos archivos en su contra—. Oh, hola Damián —le dijo al verlo a mi lado.

—Hola padre, gracias por sus hospitalidades pero no serán necesarias, la llevaré al médico.

—No es bueno despreciar la buena voluntad de tú familia —le reprochó observándome a mí.

»Planeabas decirle a Damián la verdad ¿No?«

»Es lo que debí hacer desde el principio, ustedes le mienten, incluso le han mentido sobre cómo llegué acá«.

»Adelante házlo, dí la verdad pero será tú palabra contra la nuestra ¿Cuál importará más y se verá más creíble?«.

—Buscaré yo esas benditas —le respondió Damián a su padre buscando en el archivo que yo estaba buscando. Él no se dió cuenta de mis pensamientos y los de su padre ¿Debería decirle la verdad?

—¿Por qué no se quedan a comer? —sugirió Donovan—. Melinda estará encantada.

Intento imaginarme a Melinda encantada con mi presencia pero es imposible, eso no sucedería, solo sería un encanto falso.

—Gracias, pero por esta vez tendré que negarme —intervine en su charla—. Iré al hospital, debería ver si el chico que me salvó se encuentra bien.

—Yo te acompañaré —me dijo Damián agachandose frente a mí poniéndome una bendita en un raspón sobre la rodilla.

—No es necesario... —murmuré.

—No era una pregunta, dije que lo haría y lo haré —afirmó limpiando otros raspones poniendo algunas benditas más donde seguía sangrando—. Agradece que usaremos toga o irías a tu propia graduación llena de raspones, por Ken no te preocupes Becky me llamó camino acá, él sufrió algunas fracturas pero está estable y se recuperará, además su graduación será el año que viene así que no tendrá ese sueño frustrado.