Narra Damián.Finalmente, llegó el día que tanto había esperado. Imaginé que estaría nervioso, pero en realidad mi imaginación se quedó muy corta...
—Lord Damián —pronuncia Ewen, lo veo a través del espejo y suelto un suspiro—. Si no se da prisa llegará tarde a su propia boda.
Sé que tiene razón, no obstante no logro ni siquiera terminar de hacer bien el nudo de la corbata.
—Es normal —afirma Emile—. Se trata de su boda, es un momento único en la vida —añade acercándose a mí, me acomoda mejor la corbata y empieza a hacer el nudo él mismo.
—No sé qué haría sin ustedes —confieso con sinceridad—. Me han apoyado en cada momento de mi vida.
—No tiene que agradecer, lord Damián. —Continua hablando Emile—. Usted haría lo mismo por nosotros.
—Ahora es nuestro turno —añade Ewen—. Cuándo sea mi boda con Becky, seguro que ustedes me apoyaran. Al igual cuando Emile se case, aúnque al parecer será el último de los tres.
—Oye —reclama Emile dándole un vistazo de reojo—. No tengo un compromiso de noviazgo aún porque la vida tiene algo especial para mí más adelante.
—Claro, a Demetrius —Insinuó, Ewen y yo reímos recordando el espectáculo que Emile hace mientras él aparta la mirada sonrojado.
—¡¿Cuántas veces les tengo que decir que ese fué un show?!, todo a causa de Becky.
Ambos dejamos de reír y le damos una palmadita en la espalda. Él sonríe retomando su postura.
—Mira el lado positivo —Sugirió Ewen—. Al ser el último en casarte podrás quedarte con este departamento. Ese fué el trato, y lo respetamos.
Eso fué cierto, habíamos acordado que una vez que cada uno tome caminos diferentes este departamento le pertenecería al último en quedarse acá. Claro lo seguiríamos utilizando de vez en cuando para reuniones, ¿Razón? A pesar de haberlo comprado yo quise regalarlo a ambos. Ellos no lo aceptaron entonces llegamos a ese acuerdo.
—Para eso aún falta mucho, vamos, se nos hace tarde —dije caminando hacia la puerta de salida, no puedo esperar más por llegar a la capilla y ver a Anya.
No sé cómo se ve ella el día de hoy. No me dejaron ver su vestido, Becky en específico se opuso. Me pagó con la misma moneda que yo a Loid cuando no dejé que viera a Yor con su vestido de novia.
Afuera ya nos esperan nuestros guardaespaldas. Con el tiempo me he acostumbrado a esto de conducirme en limucina y que mi tiempo sea limitado. Ser el gobernante de Ostania hace que casi siempre esté lleno de compromisos.
Sin embargo hoy quiero dejar de lado esto de ser una persona tan ocupada, solo quiero enfocar mi tiempo en una persona, Anya Forger.
[...]
Narra Anya.—Estás hermosa —admira Becky paseando la mirada de arriba a abajo—. Pareces una princesa, eres mi mejor creación. Y eso que aún dudaba de mis habilidades como estilista. Quizás es que luces más hermosa por estar enamorada. Sea lo que sea, hace que te veas preciosa.
—Gracias por toda tu ayuda Becky —murmuro, podría llorar de la alegría pero sé que si lloro Becky me reclamará.
—Entonces ¿Nos vamos? —cuestiona mamá Yor.
—Nos vamos —respondo en un suspiro, intento tomarme de su brazo. En ese momento noto que mi mano derecha está temblorosa, estoy más nerviosa de lo que imaginé.
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La decisión
Fanfiction🏅22/01/2023: ganador de tercer lugar en la categoría fanfic del concursoparaescritor 2022-2023🏅 🏅24/01/2023🏅 etiqueta #1 Anya ¿Que pasa cuándo tienes muchos secretos que ocultar conociendo la identidad verdadera de tus padres adoptivos y tienes...