La decisión

Capítulo 20

Narra Damián.

Anya permanece esperando mi respuesta, mientras permanece con el tenedor en la mano. Aúnque un sonrojo muy notable se muestra en sus mejillas.

El señor y la señora Forger solo nos observan con atención, me decido a usar mi propio tenedor para tomar un trozo de verduras de su plato.

—Son tan tiernos —murmura la señora Yor, observándo a ambos.

—Es tú turno, dí “Ah" —le pide el señor Forger a su esposa.

Ella abre la boca empezando a comer lo que le da, mientras un sonrojo aparece en sus mejillas. La cena parece marchar en total tranquilidad luego de eso, conversamos sobre alguna que otra cosa.

Al terminar de cenar nos sentamos en el sofá, sé que este era el momento perfecto para poder decir lo que quería.

—Señor, señora Forger —empiezo a hablar—. Ha Sido una cena maravillosa. Lamento no haber podido traerles algunos presentes, lo compensaré después.

—Tú sola presencia nos basta —me afirma Anya, tomando mi mano.

Ella de nuevo está brindándome apoyo ante lo nervioso que estoy, ¿Tanto se me nota el nerviosismo?

—Es verdad Damián —acompaña sus palabras su madre, mostrando una sonrisa carismática.

—Entonces les agradezco su comprensión —suspiro hondo y luego los veo consecutivamente—. También agradezco la confianza que me han otorgado, al permitirme ser novio de su hija, esa confianza no se verá defraudada.

—Lo sabemos Damián —expresa el señor Forger—. Los Desmond son una familia muy honorable.

—Además nos gusta ver a Anya-san feliz —añade la señora Forger.

—Haré hasta lo imposible para que mantenga esa felicidad, se los prometo.

Pasaron unos momentos más, en los cuales estuvimos conversando hasta que llegó la hora de retirarme. Me despedí de ellos y al salir fuera de su vivienda pedí un taxi.

No tardé mucho para llegar a el colegio Edén, el guardia de seguridad al ver que se trataba de mí me dejó pasar fácilmente. Iba encaminarme a los dormitorios, sin embargo a lo lejos en el jardín observé al profesor Henry Henderson y decidí acercarme.

—Llegar a estas horas no es muy elegante, señor Desmond —declara.

—Mis disculpas, estuve en una cena con los padres de mi novia.

—¿Su novia?

—Anya.

—¿Anya Forger? ¿La hija de Loid Forger?

—Si, justamente ella misma.

—Loid Forger es un caballero que posee mucha elegancia.

—Anya también se esfuerza por ello, al parecer ha aprendido mucho de su padre y de su madre.

—Sin embargo su semblante aún luce serio —enfatiza, dándome una mirada de reojo, luego continua viendo al cielo—. ¿Hay algún problema con ella?

—No, no, con ella todo está bien, sólo me preocupa la manera en que mi familia la trata, además de que Demetrius me dejó claro que me falta mucho para ser un oponente digno en la política.

—Señor Desmond, no es muy elegante rendirse antes de siquiera empezar una competencia. La política se basa en quién dice más la verdad, quién tiene un plan para un mejor futuro, la persona que llega al corazón de las personas que lo escuchan, no en quién tiene más años de experiencia.