La decisión

Capítulo 39.

🍁Ante penúltimo capítulo🍁

Narra Anya:
(Momentos antes 12:00 a.m)

Las gráficas en la televisión parecían no definirse, en algunos momentos Damián tenía la ventaja y en otros Demetrius. La tensión entre ambos hermanos era evidente, Damián sostenía mi mano mientras Demetrius bebía una copa de alcohol.

—Gracias por haberme invitado —anunció Ken—, pero debo retirarme.

—¿Irás tú sólo? —pregunté con un poco de preocupación.

—Mi madre está afuera ya —contestó poniéndose de pie.

—Conduzcan con cuidado —le dijo Damián, luego me dió una leve sonrisa.

—Valla por la sombrita —agregó Demetrius.

—Si claro... —le respondió Ken un tanto confuso.

—Nosotros también nos retiramos —le anunciaron sus compañeros a Demetrius—, esperemos que tengas buena suerte.

—Gracias —contestó él únicamente.

Ellos se retiraron dejándonos solos, Becky aprovechó que hay más espacio para reclinar su cabeza en el hombro de Ewen. Por otro lado ma tomó una segunda botella de alcohol.

—Yoru no bebas más —le pedía pa.

—Esh solo una botellita más —respondía ella bajo mucho efecto notable de alcohol.

—Yoru, será mejor retirarnos, volvamos a casa.

—Loiiid —le llamó viéndolo de cerca—, no pienso dejar a mi hija en eshte lugar lleno de chicos, se ven eshtraños y especialmente el que bebé mucho.

—Demetrius Desmond, señora —le contestó él—. Ese es mi nombre y déjeme decirle que no soy extraño, soy el hermano de quién será su yerno o quizás yo seré su yerno.

—¿Dosh yernos? —preguntó ella confusa—. Loid ¿Que era un yerno? —añadió sin quitar la expresión de confusión.

—En casa te explicaré, ahora lo ves todo confuso por beber.

—Lo que pasa —siguió hablando Demetrius—, es que mi hermano y yo hicimos una apuesta, quién gane las elecciones se casará y podrá ser el padre de los hijos de Anya.

—¡Eso no es cierto! —reprochó Damián—,  ¡no hicimos ningúna apuesta!

Papá los observó cuidadosamente, «Así que así se molestan entre ellos». Pensó, ma se levantó del lado de papá dando largas zancadas hacia Demetrius.

—¡Anya es demasiado joven para casarse! —le gritó mientras alzaba la mano cerrando los ojos, por el impulso al golpear a Demetrius este dió contra la pared. Las mejillas de ma se tornaban sonrojadas—: ¡¿Cómo puedes mencionar eso de tener bebés tan alto?! —agregó como pregunta mientras se volvía a acercar de nuevo.

Demetrius se movió a un lado o hubiera recibido un puñetazo, sin embargo ella no complacida giró sobre su pie lanzando una patada hacia arriba casi pegándole en la nariz.

—Estas corrompiendo a mi hija, ella es muy joven para pensar en hijos.

—Calmese señora —le pidió Demetrius apoyandose en sus manos dándose una vuelta por sobre el sofá cayendo de pie al otro lado.

Volteé a ver a Damián, él sólo se encogió de hombros y luego rió leve.

—Clases de defensa personal, le sirven al menos para defenderse. Nunca podrá ganarle a la mejor sicaria de Ostania —lo último lo dijo en voz más alta para que Demetrius lo escuchara.