Anya.
—Entonces ¿Películas de terror o graciosas?
Esa es la voz de Demetrius, sostiene dos discos frente a mí.
—Graciosas —digo, señalando a su mano derecha.
En realidad, es un día viernes, un mes después de mi boda con Damián. Pero él no está aquí a esta hora, al ser presidente de Ostania su horario de trabajo se extiende hasta altas horas de la noche, aún más cuando ministros de otros países lo invitan a cenas.
—Entonces, graciosas serán —afirma, poniendo el disco en un reproductor de DVD.
—Por cierto ¿No se supone que deberías estar en tú trabajo a estas horas? —pregunto, al ver que se sienta a cierta distancia de mí; comiéndose mis palomitas de mantequilla.
—Uy, calma esas hormonas, en una de esas me darás un golpe —menciona, aúnque su voz es difícil de entender por llenarse la boca de palomitas—. Como soy mi propio jefe, yo decido a qué hora salir de mí trabajo.
Demetrius es dueño de una empresa, al ser el presidente una vez que ya no tiene papeles importantes que firmar, viene aquí. Y sí, paso más tiempo en su compañía.
—Si sigues así, tú novia te terminará.
—Ya no tengo novia —musita, usa un tono tan bajo y triste que volteo a verlo un tanto conmovida.
—¿No? ¿Qué sucedió? Eso no lo sabía...
—¿Te digo la verdad?
—Sí.
—Le dije Anya, en lugar de su nombre. —Suelta una carcajada, entonces tomo una almohada y la estampo contra su rostro.
—Predije que terminarías golpeándome. —Deja de reír, entonces suspiro, dejando la almohada en su lugar.
—¿Con qué sería más doloroso golpearte? —pregunto, paseando la mirada por los alrededores de la habitación.
—Alto, alto —exclama, poniéndose de pie—. No pienso seguir recibiendo más golpes, los tratos hacia tú cuñado son inhumanos.
—¿Por qué será? —balbuceo, tomando entonces un vaso de cristal que se encuentra en la mesita frente a mí.
—¡No, no! —grita, alejándose lo más que puede de mí—. No me mates con eso, haré lo que tú quieras cómo compensación.
—Ve a comprarme una pizza.
—Que fácil es eso.
—Que tenga trocitos de maní.
—¿Pero tú estás loca? —cuestiona, observándome con incredulidad.
Por mi parte ni siquiera pestañeo, únicamente me quedo observándolo con seriedad. Entonces toma su abrigo suspirando, volviendo a hablar.
—Bien, pizza de maní será, esto es el colmo. Haz arruinar nuestra cita viendo una película, ¿Puedes ser más cruel? ¿Qué harás ahora?
—Quedarme con tú empresa una vez que esté vaso cumpla su función —digo, refiriéndome a lanzarlo, aúnque lo hago en broma él rueda los ojos al verme tomar el agua.
—Ya, ya, calma. Ya voy por esa pizza —menciona, alejándose de mí, hasta cruzar la puerta principal.
Me he quedado sola en la casa. La película que Demetrius había escogido continúa, me quedo observándola durante casi una hora, hasta que escucho que la puerta de la casa se abre de nuevo, esta vez es Damián. Al observarlo no puedo evitar dedicarle una amplia sonrisa.
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La decisión
Fanfiction🏅22/01/2023: ganador de tercer lugar en la categoría fanfic del concursoparaescritor 2022-2023🏅 🏅24/01/2023🏅 etiqueta #1 Anya ¿Que pasa cuándo tienes muchos secretos que ocultar conociendo la identidad verdadera de tus padres adoptivos y tienes...