Sailor Moon

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Bishoujo Senshi Sailor Moon (Pretty Guardian Sailor Moon) es un exitoso manga escrito por Naoko Takeuchi, publicado por primera vez en 1991. Su éxito inmediato le valió una serie de animación de cinco temporadas más varias películas, ovas, musicales, live action y más. En 2014 se lanzó un nuevo animé titulado Sailor Moon Crystal, más corto pero más apegado al manga original, renovando así el éxito de la franquicia (la saga Crystal continúa en emisión a través de nuevas temporadas y películas). La historia nos presenta a Usagi, una adolescente torpe y llorona quien resulta ser la reencarnación de la princesa de la Luna; ella y sus amigas Ami, Rei, Makoto y Minako (reencarnaciones de sus protectoras) se transforman en Sailor Scouts, unas heroínas legendarias cuya misión es detener a las temibles villanas que en el pasado destruyeron el Milenio de Plata, el reino lunar.

 La historia nos presenta a Usagi, una adolescente torpe y llorona quien resulta ser la reencarnación de la princesa de la Luna; ella y sus amigas Ami, Rei, Makoto y Minako (reencarnaciones de sus protectoras) se transforman en Sailor Scouts, unas...

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El mundo mágico tenía innegables ventajas sobre el mundo muggle: podían resolver problemas cotidianos al instante, agilizar múltiples actividades a través de hechizos y mil cosas más, tantas que era imposible enumerarlas. Podían hacerlo todo mejor, desde preparar una comida hasta cosechar todo un campo. Podían alterar el clima y predecir el futuro, volar en escoba y también domar dragones... pero, entre las múltiples ventajas de ser magos y brujas, también había una enorme desventaja: la posibilidad de que algún mago o bruja se desviara del camino de la paz y eligiera el del mal. Porque, así como un mago podía agitar la varita para hacer levitar un sofá y así limpiar más fácilmente el suelo, también podía agitar la varita para lanzar una maldición o provocar un caos. Eso era algo con lo que los muggles no tenían por qué lidiar, por suerte para ellos.

Para poder lidiar con magos y brujas oscuras, el Ministerio recurría al Departamento de Aurores: estos eran magos altamente calificados que se dedicaban a perseguir y encarcelar a cualquier persona sospechosa de actividades ilícitas, así como de gestionar la prisión de Azkaban. Era una profesión de mucho riesgo pero también de gran importancia dentro de la sociedad mágica, por lo que cada año un gran número de jóvenes se postulaban para trabajar ahí, deseosos de probar su fuerza y de servir a la comunidad. Era tarea de la jefa de Aurores, Reina Serenity, el escoger a los mejores reclutas para unirse a sus filas; mediante una serie de pruebas físicas y de campo podían determinar quienes tenían madera de aurores, pero en aquella ocasión no le resultó tan sencillo. De hecho, llevaba al menos una hora revisando los pergaminos de los aspirantes y todavía no podía decidirse a darles el sello de aprobado.

-Cada una de ellas ha superado las pruebas más difíciles, señora- le dijo su segunda al mando, Luna.- Han probado tener mente fría ante el peligro, saber cuando retirarse, trabajar en grupo. Si ya por separado son fuertes, juntas serían imparables. El mejor equipo de auroras que se haya visto.

-Lo sé, Luna, lo sé perfectamente. Y sería mucho más sencillo para mí elegirlas si no fuera porque una de ellas es mi hija- suspiró Reina, observando el pergamino con la información de su primogénita. Usagi era una bruja extraordinaria, algo infantil en ocasiones pero muy responsable cuando la situación lo requería. Era una líder nata, de gran corazón, que tenía todo lo necesario para entrar al departamento. Luego estaban otras cuatro jóvenes, todas amigas íntimas de Usagi: Ami, inteligente como pocas chicas de su edad, Rei, valiente como un león, Makoto, una usina de fuerza mágica, y Mina, quien había decidido dejar su carrera de cantante para probarse como aurora. Las cinco brujas llevaban días esperando que se decidiera su destino, pero ella simplemente no podía tomar una decisión.

-Señora, el ministro ya nos ha dado mucho tiempo para las nuevas contrataciones. No podemos seguir haciéndolo esperar...

-Que sí, que ya lo sé. Pero, ¡ponte en mi lugar! Las dos sabemos que esta es quizá la profesión más difícil del mundo mágico. ¿Cómo te sentirías tú si tu hija se presentara un día aquí pidiendo unirse a nosotras? ¿No estarías preocupada por ella?

-Bueno, claro que sí. Aunque por suerte mi Diana solo está en tercer año, le falta mucho todavía para empezar a buscar empleo- contestó Luna con ligereza, logrando sacarle una risa sincera a su jefa y amiga. Reina finalmente suspiró y abrió un cajón en busca de su sello, el cual usaba para firmar todos los pergaminos importantes.

-De acuerdo, de acuerdo. No puedo seguir dilatando este asunto, ¿verdad? No puedo y tampoco es correcto, lo sé perfectamente. Tanto Usagi como las demás han dejado de ser unas niñas, son brujas hechas y derechas ya. Se merecen que actúe con profesionalismo y las acepte como miembros del departamento de una buena vez.

-Gran decisión, señora. Estoy segura que no se arrepentirá.

-Eso espero, Luna. Tenemos pendiente un caso desde hace semanas y tengo a todos mis hombres ocupados, así que tendré que asignar a Usagi y las chicas a ocuparse de eso. Y tengo miedo que puedan salir lastimadas, pero ya no puedo seguir protegiéndolas. Estarán por su cuenta.

(...)

-Investigamos a una bruja oscura de origen desconocido, nombre en clave, "Reina Beryl" informó el auror Artemis, el tercero al mando del departamento, a las nuevas reclutas.- Se cree que Beryl está al mando de un grupo conocido como Negaverso, los cuales son los principales sospechosos de una serie de actividades prohibidas.

-¿Qué clase de actividades prohibidas, señor?- inquirió Ami pluma en mano, dispuesta a tomar notas de todo.

-El uso de las maldiciones imperdonables, para empezar. En el último año ha habido una alarmante cantidad de casos de magos y brujas ministeriales víctimas del maleficio Imperius, suponemos que hechizados para espiar y reunir información confidencial.

-Qué terrible...

-Es terrible, señorita Aino, porque pasaron algunos meses hasta que descubrimos quién estaba tras estos espionajes, y por lo tanto no podemos garantizar que Beryl no esté cerca ya de cumplir su objetivo. Sus secuaces también han atacado a una gran cantidad de muggles y magos para robarles su energía vital, dejándolos en tan malas condiciones que los sanadores de San Mungo no dan abasto. Creemos, y esto es algo bastante alarmante, que el objetivo del Negaverso es cumplir con la profecía de Metalia.

-¿Meta... qué?- inquirió Usagi sin entender, provocando una mirada muy extraña de Artemis. Ya le habían informado que la hija de su jefa podía ser un poco dispersa y que tendría que tener paciencia para explicarle, pero que al mismo tiempo podía confiar ciegamente en su capacidad de enfrentarse al peligro en nombre de la paz. Con lo que repitió pacientemente a la joven:

-Metalia, señorita Tsukino. Una antigua profecía oscura habla del resurgimiento de Metalia, una bruja de la antigüedad famosa por sus experimentos macabros y su apetito voraz de energía mágica. Nuestras investigaciones han arrojado la teoría de que Beryl y su organización Negaverso son creyentes de esta profecía, y que todo cuanto han hecho es una forma de despertar a Metalia de su letargo.

-Eso es espantoso, ¡no podemos permitirlo!- exclamó Makoto con un escalofrío.- Señor Artemis, ¿qué podemos hacer nosotras para detener a Beryl y evitar que cumpla con esa profecía? ¡Solo díganos y lo haremos!

Usagi escuchó en silencio a Artemis durante el resto de su charla, pensando en qué pasaría si la tal Metalia era real y volvía a la vida mediante magia negra. Y aunque no fuera real, aunque se tratara de una leyenda, ¿Beryl y sus secuaces no estaban lastimando a la gente de todos modos? ¿No estaban causando el caos y poniendo en peligro a muchos inocentes para sus propios fines? Y si eso era así daba igual que una bruja legendaria existiera o no. Su deber era detener a cualquiera que utilizara la magia para fines perversos, sin importar qué. De repente se paró y llamó la atención de sus compañeras y su superior, quien pareció desconcertado por su expresión firme.

-¿Sí, señorita Tsukino?

-No importa que tan fuerte sea Beryl, la detendremos. Nadie debería usar la magia para herir a otros, y ella y sus hombres pronto lo descubrirán. Nosotras, las Sailor Scouts, ¡detendremos al Negaverso antes que puedan llevar a cabo su malvado ritual!

-Oye, oye, apenas es nuestro primer día como auroras, ¡no estés poniéndonos nombre sin permiso!- la interrumpió Rei meneando la cabeza, logrando que las demás rieran de forma involuntaria. Incluso Artemis, que se quedó más tranquilo al ver y oír la determinación de Usagi por detener a Beryl. La chica podía parecer algo atolondrada a primera vista, pero estaba tan comprometida como su madre con la justicia.

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