Marvel Cinematic Universe (segunda parte)

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Este capítulo ocurre aproximadamente once años después del capítulo 2.

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Derrotar a Thanos, el mago más siniestro y peligroso que jamás hubiera existido, no fue tarea sencilla. Tuvieron que colaborar fuerzas mágicas de todo el mundo para eso, uniéndose como nunca antes en la historia de la magia, pero al final prevalecieron y le pusieron un alto a su reinado de terror. El problema fue que, tras muchos años de ese terror, las secuelas eran demasiado profundas como para desaparecer enseguida. Thanos se había ido del mundo dejando tras de sí un enorme rastro de familias destrozadas a raíz de sus actos nefastos, así como de numerosos daños materiales y huecos emocionales en las vidas de los supervivientes. Por lo tanto, a pesar de su desaparición física, todavía seguía siendo un desafío vivir con normalidad.

(...)

Como la última batalla contra Thanos había tenido lugar en Estados Unidos, el Magicongreso Único de la Sociedad Americana (MACUSA para abreviar) fue quien corrió con el grueso del trabajo post-guerra: tuvieron que borrar la memoria de miles de nomajs a la vez, para hacer que olvidaran todo lo relativo a aquella batalla tan catastrófica; tuvieron que colaborar con el gobierno nomaj para reparar todos los daños materiales y, por supuesto, reparar quería decir pagar, puesto que no podían dejar que los nomajs pagaran con su dinero la reconstrucción de casas, edificios y parques que habían sido destruidos por magos. Los demás gobiernos mágicos colaboraron a su vez enviando oro y provisiones para las miles de familias afectadas que de golpe se habían quedado en la calle, así como de magos y brujas para ayudar a los fatigados magos del MACUSA, que estaban sobrecargados de deberes ahora que tantos compañeros habían muerto.

El presidente del MACUSA, señor Nicholas Joseph Fury, trabajaba a tiempo completo para asegurarse de que todo volviera a la normalidad lo más pronto posible. Por ejemplo, mucha gente joven había muerto en la guerra contra Thanos y eso había dejado tanto huérfanos como ancianos desprotegidos; por lo que una de las primeras cosas que se hizo con el oro de las donaciones fue crear orfanatos y geriátricos exclusivos para magos, en donde pudieran vivir con dignidad y sin tener que ocultarse de la población no mágica en momentos de tanto dolor.

-Debemos asignarle una pensión a las familias de aquellos que murieron en combate- le dictó a su secretaria.- También hay que ver que no le falte nada a la gente de los orfanatos, eso es muy importante. El cuidado de los niños es una prioridad.

-Sí, señor presidente. ¿Qué desea que haga con la ceremonia de entrega de medallas, modifico la fecha a la próxima semana entonces?- preguntó Natasha, la eficiente bruja que servía como su secretaria y guardaespaldas.

-No, lo haremos este sábado tal y como estaba agendado. Honrar a los héroes que arriesgaron su vida para proteger a la comunidad es algo muy importante, sobre todo para aumentar el ánimo en general de la gente. ¿Conoces al señor Rogers por ejemplo?

-Ah, sí. Uno de los socios más antiguos de Industrias Stark, en su juventud sirvió en la segunda guerra nomaj.

-A las personas les conmueve el alma que un hombre de 99 años haya estado en la primera línea de batalla contra Thanos, como en sus mejores épocas. Y eso es algo bonito, ¿no te parece? El recordarles que el coraje y sacrificio de todos nunca será olvidado. Que los honraremos y construiremos un futuro mejor gracias a todos los valientes que, al igual que el señor Rogers, lucharon para proteger nuestro mundo del mal.

Aquello era un poco demasiado sentimental para Natasha, pero no dejaba de estar de acuerdo con su jefe. La comunidad merecía vivir en paz de ahora en adelante, por lo que se esforzaría todo lo necesario para ser tan útil como él.

(...)

Tony Stark asistiría a la ceremonia de entrega de medallas por dos motivos: en primera, Steve Rogers había sido socio e íntimo amigo de su padre, por lo que era muy cercano a su familia y le tenía mucho aprecio. Y en segunda Stephen también recibiría una medalla, por lo que de ninguna manera iba a faltar a su momento especial. Estaría en primera fila y lo besaría con todo su cariño, mostrándole que nada había cambiado entre ellos. Al contrario.

Stephen Strange era sanador en jefe del Hospital General Good Witch, un hospital que atendía a magos y brujas de toda la nación. Había muchas enfermedades y dolencias causadas por magia que obviamente los no magos no sabrían atender, por lo que un hospital propio era una verdadera ayuda. Stephen había puesto todo a disposición de las víctimas de Thanos, y él en persona se había encargado de realizar una docena de intervenciones a víctimas de maldiciones. Por desgracia fue eso mismo lo que lo perjudicó, al contagiarse de un herido una rara maldición que afectaba a las manos, impidiéndole tener motricidad fina. Stephen no perdió el tiempo en lamentaciones y continuó ayudando a todo el que podía, atándose la varita a la mano con un hechizo para seguir operando y curando. Al derrotar a Thanos por fin pudo tomarse el tiempo para que un sanador lo atendiera a él, pero era demasiado tarde; la maldición ya había calado muy profundo en su sistema, por lo que ya no había forma de revertirla.

Su compromiso con el hospital y la comunidad entera le valieron el reconocimiento de todo el mundo, incluyendo el presidente del MACUSA, quien le informó que deseaba reconocerlo con una medalla y una donación especial para el hospital. Stephen pensó en eso mientras se cambiaba, alegrándose de que el hospital fuera a contar con más fondos, pero también sintiéndose un poco desgraciado por su estado.

-Tendré que buscarme otro empleo, ¿no crees?- le preguntó a Tony con falsa jocosidad.- Una cosa es que trabajara como sanador mientras Thanos no paraba de crear caos y víctimas, pero ahora que todo acabó es demasiado esfuerzo para mí. Me pregunto cuánto tardaré en cometer un error y dejar caer la varita, entonces...

-Shh... no digas más nada- lo silenció Tony con un dulce beso, tomándole las manos temblorosas con las suyas y apretándoselas.- No me gusta que hables mal de mi pareja, ¿sabes?

-Pero...

-Sin peros, Stephen. Entiendo bien que te sientas inquieto por el futuro, pero no dejes que eso te paralice. Acabas de convertirte en héroe, ¿lo sabías? Cientos de personas te deben sus vidas y te quieren, basta con ver todo el correo que recibes a diario.

-Lo sé. Son todos muy amables conmigo.

-Y no lo son por cortesía, esa gente te quiere de verdad. Muchos de tus ex pacientes vendrán a la ceremonia, quieren saludarte y agradecerte una vez más por todo lo que has hecho. Para ellos, para mí, para toda la comunidad, eres un mago excepcional y un héroe valiente. ¿Crees que dejaríamos solo a nuestro héroe porque tenga un problema para manejar la varita?

Stephen sintió un nudo en la garganta que le impidió responder, por lo cual Tony respondió por él al tiempo que lo abrazaba.- Puede que ahora no haya una cura para la maldición que te aqueja, pero la habrá, estoy seguro. Financiaré una investigación médica para descubrirlo, contrataré a los mejores sanadores del mundo si es preciso.

-Tony...

-Y si acaso no lo lograra o me tardara demasiado, te seguiré amando y acompañando cada día de nuestras vidas, Stephen. Tus manos pueden temblar pero eso no te hace menos para mí. Puedes darme veritaserum si quieres y comprobarás que estoy diciendo la verdad.

-No necesito darte una poción para saber que eres sincero- contestó al fin el médico, besándolo y sintiendo como el nudo en su garganta se iba.

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