She-Ra y las Princesas del Poder

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She-Ra y las Princesas del Poder (She-Ra and the Princesses of Power en el original) es una serie de animación norteamericana producida por DreamWorks Animation para Netflix, emitida entre 2018 y 2020. Está basada en la serie She-Ra: The Princess of Power de 1985, un spin-off de la popular serie He-Man and the Masters of the Universe. La historia trata de Adora, una joven huérfana que fue criada como miembro de La Horda, un ejército liderado por Hordak que gobierna el planeta Etheria con mano de hierro. Adora está convencida que hacen el bien, pero tras perderse en un bosque y conocer a la princesa de Etheria, Glimmer, se da cuenta que todo lo que le contaron es falso y que La Horda no hace más que traer caos y destrucción al reino. Al conseguir desenvainar una misteriosa espada en ese mismo bosque, Adora adquiere la capacidad de transformarse en una guerrera llamada She-Ra y con sus nuevos poderes se unirá a las princesas para tratar de liberar a Etheria de las garras de Hordak y su ejército.

 Al conseguir desenvainar una misteriosa espada en ese mismo bosque, Adora adquiere la capacidad de transformarse en una guerrera llamada She-Ra y con sus nuevos poderes se unirá a las princesas para tratar de liberar a Etheria de las garras de Ho...

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Adora no se consideraba una chica vanidosa, pero había algo de satisfactorio en caminar por el castillo y ser observada por todos. Así había sido desde el primer día, cuando destacó de los otros novatos por su altura y su largo cabello rubio, por lo que nunca se había sentido incómoda con la atención ajena. ¿Cómo podría, si no había conocido otra cosa? 

"Sería mejor si toda esa atención fuera porque me admiran y no porque me temen, pero así es la vida cuando eres una Slytherin" pensó con razonable buen humor, bajando las escaleras después de su clase de Historia de la Magia y deseando regresar a su sala común, donde seguramente Catra la estaría esperando. Y no quería hacerla esperar, así que apuró el paso: tenía que ayudarla con su tarea de Pociones, o de lo contrario se llevaría un montón de tarea extra que arruinaría su próximo fin de semana.

Ya estaban en cuarto año y eso era una bisagra, prácticamente, entre sus clases básicas y su preparación para los futuros exámenes MHB. Adora era responsable y cumplía con todos sus deberes a la perfección, pero Catra era otro asunto. Catra de hecho era una incógnita, porque a pesar de no estudiar nunca siempre salía bien librada de las clases. Algunos decían que era gracias a su ayuda, y otros que simplemente tenía la suerte de los gatos de siempre caer parada.

"Sea como sea es mi amiga, y no le daré la espalda. A ver, ¡qué bien! Al fin abajo" pensó al llegar al vestíbulo a tiempo antes que la escalera volviera a cambiar de dirección. Allí estaba lleno de alumnos que iban y venían del Gran Salón, y volvió a ser el centro de algunas miradas pero esta vez no reparó en ellas. Reparó más bien en una joven Gryffindor que, armada de varios panfletos, instaba a los demás a unirse a su Club de Autodefensa. Por alguna razón le pareció fascinante.

-El Club de Autodefensa necesita miembros, vamos, ¿no quieres apuntarte? Podrás aprender hechizos de refuerzo que te harán quedar muy bien en clase de Defensa Contra las Artes Oscuras- insistía a una chica enorme de Slytherin, que denegó con rostro compungido.

-No tengo tiempo para más clases extra, lo siento. Ya me he llevado Botánica y Encantamientos y si no practico como debo, pues…

-Está bien, no importa, Scorpia. Cualquier cosa ya sabes. ¡Tú, niño de Ravenclaw! ¿No te interesa unirte al Club de Autodefensa?

-A mí me interesa… creo- se oyó de repente diciendo Adora, llamando la atención de la joven al punto de dejarla en silencio. Pareció escrutarla con la mirada como buscando algún truco o trampa, pero al cabo de un momento relajó los hombros y le extendió uno de sus folletos, donde se detallaban los horarios y objetivos del Club de Autodefensa.

-Entonces toma esto, aquí está toda la información básica sobre nuestro club. Mi nombre es Glimmer por cierto, estoy en cuarto de Gryffindor y soy la consejera y reclutadora…

-Había oído del club antes en realidad, pero pensé que era para alumnos mayores, de sexto año en adelante. Yo también estoy en cuarto, ¿si me uno podré practicar hechizos o tendré que mirar a los otros nada más?

-Claro que podrás practicar hechizos, ese es el objetivo. La profesora Shadow Weaver es nuestra supervisora y cree que es buena idea formarnos en defensa por nuestra cuenta, para complementar las clases oficiales. ¿No te parece buena idea, eh…?

-Oh, lo siento. Mi nombre es Adora.

-Adora. Decía que realmente es una buena idea aprender un poco más sobre métodos de defensa mágica, porque en estos tiempos que corren, con los magos de La Horda sueltos, toda precaución es poca. Si te interesa unírtenos serás más que bienvenida, también puedes traer a otros compañeros de tu casa si quieres y…

Adora no creía que alguno de sus amigos de Slytherin estuviera interesado en unirse a un club así, y menos lo estarían si oían a Glimmer u otro estudiante hablar mal de La Horda. Éstos eran un grupo de magos renegados que abogaban por la libertad de la raza mágica, aduciendo que tener miedo de ser descubiertos por los muggles era arcaico y debía terminar. En Slytherin se poseían ideales así de modo que muchos apoyaban a La Horda y hasta soñaban con unirse a ellos, movidos por el orgullo de su sangre mágica. Ella no tenía tal admiración, porque no creía que rebelarse contra las normas de seguridad del Ministerio fuera a ayudar en algo, por lo que aceptó el folleto de manos de Glimmer y le sonrió.

-Lo leeré a fondo y te enviaré una lechuza más tarde, si decido unirme. No me será fácil convencer a otros, pero yo creo que lo haré. Además si la profesora Shadow Weaver está supervisando el club, no puede haber nada malo, ¿o sí?

-¡Exacto! Tú vente, no te arrepentirás, y si no puedes traer a nadie contigo no importa. Conque una sola Slytherin se nos una será suficiente para despertar la curiosidad de los demás.

-¿Lo crees? 

-Sí.- Glimmer carraspeó, sin querer ofenderla.- Sé que muchos miembros de La Horda fueron Slytherin, pero están pasándose de la raya con sus reclamos y trayendo muchos dolores de cabeza a la comunidad. Han empezado a atacar a cualquiera que no esté de acuerdo con sus ideas. ¿No deberíamos hacer lo posible por defendernos y defender a otros de gente tan peligrosa?

Adora se despidió de Glimmer pensando mucho en eso último, sabiendo que estaba en lo cierto. Los magos no se escondían por miedo a los muggles, lo hacían porque de ese modo ambas comunidades podían seguir sus vidas en paz. No creía que atacar muggles y desafiar al Ministerio fuera a hacer su vida mejor, no veía el sentido en iniciar un conflicto a gran escala solo por orgullo. ¿Por qué no comenzar a estudiar más defensa como preparación para sus próximos años? Si cuando le tocara salir de Hogwarts se topaba con miembros de La Horda, podría defenderse y defender a cualquiera que lo precisara. No tenía que ser una Gryffindor para ser valiente y luchar por lo que consideraba justo.

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