3. Regresar

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Nayua Acharya, profesora visitante de neurolingüística y psicotecnología en la Universidad de Yale, de regreso a su España natal por sus investigaciones para descifrar el manuscrito más misterioso de la historia. Trilingüe inglés, español y sánscrito, Nayua dominaba, además, varias lenguas muertas, como el latín, el griego, el egipcio, el fenicio o el sumerio. Una profesora universitaria mezcla hindú y mediterráneo, que ya había confirmado que el Códice Rohonczi, otro de los conocidos como manuscritos misteriosos, era una falsificación de Sámuel Literáti Nemes, datado en 1834. En una de las investigaciones había dado con la tercera copia del manuscrito de Soyga, una reliquia con temática mágica que decían las malas lenguas estaba maldito. Poco después de encontrarlo emparedado en la casa ruinosa que se empeñó en adquirir, su prometido murió en extrañas circunstancias. Aquella destartalada construcción, que perteneció a un conocido anticuario llamado El Maldito, acabó en llamas esa misma semana. Los rumores no se hicieron esperar. Aquel códice era la caja de pandora y los que se atrevían a abrirlo estaban condenados a sufrir su maldición. Las habladurías aseguraban que la casa había sucumbido al fuego purificador que la propia Nayua había provocado.

-Vamos, Jon, coge el teléfono, tu número es el único que recuerdo -susurraba Nayua mientras llamaba a su amigo desde el teléfono de la camarera de la cafetería.

-¿Sí? -se oyó al otro lado del auricular.

-Soy Nayua, he perdido el teléfono, es una larga historia, necesito que me lleves a un sitio.

-Necesito que me lleves a un sitio... -repitió su amigo en tono sarcástico y burlón- ¿no me habías traído de vacaciones mientras tú investigabas? -se quejó Jon.

-Saca tu culo peludo del hotel y llévame a la Biblioteca Nacional antes de que le cuente a Mike lo de tu desfase del fin de semana -amenazó la profesora.

-No te atreverás, bandida -soltó con una sonrisa burlona.

-Eres malo, pécoro y liante, buscas que te facilite las cosas para dejarlo con Mike... -cayó en la cuenta de que podría ser una estrategia de su amigo para cortar con su pareja.

-No es asunto tuyo, mentomentodo ¿o es metomentoda? -y Jon parecía que se iba de la conversación por momentos.

-Jon Dagger, o vienes ahora mismo o te arrepentirás -sentenció la lingüista.

-Ay, mujer, ya voy, con las amenazas, me estaba depilando y...

-Quieren matarme.

-¿Que qué...? Te espero abajo ya, en el hall del hotel en cinco minutos -ordenó Jon a punto de colgar.

-Pues entonces llegas cinco minutos tarde.

Mi sueño en tu bocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora