Día 9

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-¡Ay! -se quejaba Mikey del ardor del alcohol en sus heridas mientras Emma lo curaba.

-¿Podrías explicarme cómo terminaron casi matándose en plena calle? -decía Shinichiro con una bolsa de hielo en su estómago y cabeza.

-Baji se había comprado un helado y chocó con Izana, no sé quién tuvo la culpa pero Baji le dijo que se disculpara y luego Izana le estrelló el helado en la cara, baji fue a pegarle pero Izana le dio un puñetazo, yo le dije que se detuviera y me preguntó que cómo sabía su nombre...cuando le dije que era tu hermano empezó la pelea -agachó la cabeza y Shinichiro apretó más la bolsa de hielo en su cabeza.

-Será mejor que no lo presionemos -dijo Emma en un susurro- es obvio que no nos quiere...

La rubia se fue a su habitación y se encerró ahí por lo que quedaba de la tarde, Mikey se sentía mal porque juraba que todo eso era su culpa.

-Oye, anímate -Shinichiro le alborotó los cabellos- tampoco esperaba que Izana viniera con nosotros super alegre con la idea, al menos no se fue tan molesto, eso ya es un logro.

-Sí...

-Veamos cómo sigue Baji, los llevaré a jugar a un parque, ¿Te gustaría?

Mikey pareció más animado y Shinichiro llevó a ambos niños al parque, prometiéndole repetidas veces a la madre de Baji que cuidaría a su hijo y no dejaría que se metiera otra vez en problemas.

Takeomi llegó agotado a la casa, entre sus planes del día no estaba arreglar los problemas familiares de los Sano.

-Senju, recoge tus juguetes, te he dicho cientos de veces que no los dejes tirados en la sala -dijo cuando casi se tropieza con un lego- ¿Dónde está tu hermano? ¡Haru!

-¡Ya voy! Estaba en el bañ... ¡Senju! -Haru se preocupó porque hace unos segundos la sala estaba ordenada- Take-nii te prometo que estaba limpio, yo le dije que-

-¡Suficiente! Voy a preparar la cena, más les vale que esto esté limpio para cuando termine.

-¡Te dije que no hicieras un desastre! -tomó una pila de cosas y las tiró en una cajeta.

-¡No! -le tiró del pelo a Sanzu y este se quejó- ¡Dañaste mi ciudad! ¡La destruiste a propósito!

-¡No grites o nos van a regañar! -dijo bajando la voz y haciendo señas para que su hermana lo imitara, pero esta no le importó.

Senju se molestó mucho más y tomó el lego que Haruchiyo había guardado y se lo tiró a la cabeza, sin contemplar que tenía una pieza filosa que le cortó un poco sobre el párpado y lo tumbó en el piso, la niña al ver la sangre en la ceja de Sanzu empezó a llorar y gritar.

-¡¿Qué demonios pasa aquí?!

Desde la perspectiva de Takeomi Senju estaba tirada en el piso sobre una torre de legos rotos mientras lloraba, mientras Sanzu estaba a un lado de la cajeta.

-¡Haru-nii malo! -decía Senju tratando de explicar que era malo por romper su juguete y que estaba lastimado, pero Takeomi no entendía nada entre sus lágrimas, por lo que la cargó para sentarla en el sofá mientras iba hacia Haruchiyo.

-¡¿Pero que te pasa?! ¡¿Por qué ala golpeas?! ¡Es más chica que tú! -pero al ver los ojos de Haruchiyo llenos de terror bañados en lágrimas mientras uno de sus ojos se llenaba de sangre se le congeló la sangre sin entender qué estaba pasando y pensando que tal vez había sacado conclusiones apresuradas.

-¡Lo siento! ¡No quise hacerlo! -Sanzu se soltó del agarre que Takeomi había aflojado de la impresión y salió corriendo a esconderse en el closet de la lavandería, era el lugar que siempre usaba para esconderse cuando sus padres se peleaban o su padre se golpeaba con Takeomi.

Halloween RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora