Halloween Revengers

Día 21

-Entra, ponte cómodo -dijo Muto abriendo la puerta para que el niño pasara, este solo entró y se quedó quieto en la sala- puedes sentarte donde quieras.

-Está bien, voy a ensuciar algo -el niño hablaba en susurros, al menos ya había dejado de llorar.

-No importa, enserio, ¿Tienes hambre? -el menor negó- ¿Ni siquiera algo pequeño?

-No quiero molestarlo más señor...

-¿Señor? -levantó una ceja- no soy tan viejo, solo llámame Muto, ¿Cuál es tu nombre?

-Haruchiyo...

-Ven a sentarte para que me cuentes qué ocurre.

-No puedo, estoy muy sucio.

-¿Quisieras darte un baño? Podrías enfermarte si te quedas así -el niño lo miró con preocupación- descuida, no entraré al baño ni te haré nada, solo no quiero que te resfríes, puedo prestarte alguna camisa pero te quedará muy grande posiblemente.

-¿Como un vestido?

-Algo así.

-No puedo -se sostuvo la cara, Muto no pudo ignorar eso.

-¿Por qué? -preguntó de forma inocente.

-Si Take-nii se entera se volverá a enojar conmigo, y no quiero...-el niño parecía tener ganas de llorar de nuevo.

-No se lo diré, pero quisiera que me explicaras lo que ocurre para ayudarte.

El niño negó con fuerzas pero seguía viéndose asustado, Muto no tenía paciencia para lidear con eso, pero ya que se había metido en eso al menos debía intentarlo.

-Podemos pasar toda la noche en esto, pero en algún momento vas a tener que decirme algo, y preferiría que fuera antes que pescaras un resfriado.

-Lo siento, pero no se ría ni se enoje, por favor...

-No lo haré, lo prometo.

Haru empezó a relatarle lo de la idea de disfraces de Halloween y las burlas de sus amigos, pensó que eso sería normal hasta que empezó a relatar lo de la extraña tristeza ante el rechazo de su amigo, ahí empezó a entender que la cosa empezaba a tomar profundidad, habló de varias cosas respecto a su dinámica familiar y el como siempre se tenía que poner en segundo plano por culpa de su hermana, narró el hecho que lo llevó a la primera vez que se vieron mientras se disculpaba entre lágrimas por no haberle agradeciedo a lo que Muto trataba de calmarlo, para finalizar con los hechos de esa noche que lo habían llevado a huir de casa.

-¡No quiero que Take-nii me vuelva a golpear pero tengo miedo de volver! -ya para ese punto había vuelto a llorar- ¡Va a castigarme por parecer niña pero yo no soy una niña!

-Vamos, respira, déjame traerte un vaso de agua -Muto al estar ahora al día con la vida del menor le tenía un poco de lástima- tu hermano es un tonto, no te preocupes, no va a pasarte nada, su amigo no lo permitiría, y yo tampoco -Haru lo miró sorprendido- yo también voy a cuidarte.

Haru hizo el movimiento de abrazarlo, pero retrocedió de inmediato, Muto lo miró intrigado.

-¿Ocurre algo?

-Casi lo ensucio, lo siento...

-Solo es ropa...-lo miró con cierta tristeza para abrazarlo suavemente, pues le había dicho que sus golpes aún dolían- eso puede lavarse, no pienses que voy a reaccionar como tu hermano, no lo haré -Haru correspondió el abrazo mientras las lágrimas caían en silencio- Ahora deberías darte una ducha, no te preocupes si parece un vestido, seguirás siendo un chico y viéndote bien.