Día 26

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Izana había invitado a Kakucho a casa de los Haitani porque tenía tiempo sin verlo, además de que quería una distracción al bochornoso día que había tenido esa semana de llorar frente a Mikey y después dormir con este, necesitaba reordenar su mente, pero algo era claro y era que ya no lo odiaba tanto, fue ese el momento en que se dijo que estaba enloqueciendo.

-¡Eres un niño muy adorable! - decía Ran abrazando al niño por la cintura mientras jugaba videojuegos, Izana se empezaba a molestar.

-Ese es mi siervo, búscate el tuyo - Izana lo empujó, el niño solo reía contento de tener la atención de Izana.

-No quiero un siervo, quiero un rey - se acercó gateando a Izana pasando sobre Kakucho y haciéndolo perder, este lo miró molesto.

-¿Y si ya no quisiera ser tu rey? - dijo coqueto.

-Eres cruel - se acercó más pero Izana lo tiró al suelo de un solo movimiento al sentir los ojos de Kakucho fijos sobre ellos- ¡Ay!

-¿Qué tanto miras? - Kakucho frunció el ceño- creí que querías jugar con ese juego.

-¡Te iba a besar! - acusó y el peli blanco se puso nervioso, no pensó que el niño le reclamara eso.

-¡Claro que no!

-¡Claro que sí!

-¡Sí lo iba a hacer! - interfirió Ran sentado en el suelo.

-¡Tú cállate que es un niño!

-¡No soy un niño! ¡Ya soy grande y también sé besar!

-¡¿Qué?! - gritaron los otros dos poniéndose de pie, Ran no creía eso del más bajo mientras que Izana quería el nombre de su futura víctima.

-Bueno... - el de la cicatriz se sonrojó- Besar, besar... Bueno, tal vez no, ¡Pero sé qué debería hacer si algún día beso a alguien!

-¡Pero que tierno! - Ran soltó una risa-¿Entonces el chico grande no ha dado aún su primer beso? - Kakucho se sonrojó aún más pero negó-¡Eres adorable! ¿Quieres que te ayude con eso?

-¿Eh? ¿Enserio? - Ran asintio- ¡Genial! - Kakucho se emocionó, ya el resto no iban a poder burlarse de él por no haber besado a nadie.

-¡Aquí voy! - Ran se iba a acercar al contrario pero sintió como era arrastrado del cabello hasta alejarlo unos dos metros del menor-¡AY ay ay ay! ¡Dueleee!

-¡Te voy a arrancar la boca si lo tocas! - gritó con una vena a punto de reventarle en la cabeza Izana.

-¡No es justo! - gritó el niño acercándose a los otros- ¡Los demás van a seguir burlándose!

-¡¿Ah?! - Izana lo miró molesto- ¡¿Y por qué se lo pedirías a este en vez de a mí?!

-¡Este tiene nombre y ya suéltame que me estás arrancando la cabeza!

-¡Porque quería que fueras tú pero no me dejas ni tocarte!

Ante el grito Izana soltó de inmediato a Ran el cual cayó de cara al suelo, el peli blanco rió nervioso tratando de disimular mientras volvía a su lugar, Kakucho lo seguía viendo molesto, Ran se levantó y se sentó en la otra esquina del sofá.

-¿Quieres saber algo? Soy un rey benevolente - Kakucho levantó una ceja- Voy a ayudarte y dejar que me des un beso, quiero saber que tan bien hiciste tu tarea - rió y el niño volvió a sonrojarse.

-¿Enserio puedo? - se acercó a Izana.

-Si claro - soltó una carcajada mientras cerraba los ojos mientras esperaba un beso con los labios super apretados y demasiado rápido como era típico del primer beso lleno de nervios que alguien daba.

Halloween RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora