Día 3

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Shinichiro podía ser despistado, pero incluso él se dio cuenta de qué Mikey estaba raro en la cena, no comió tanto como usualmente comía e incluso se le notaba más callado que de costumbre, pero no quería sacar a relucir el tema en ese momento, tenía miedo que Mikey se arrepintiera y Shinichiro sería incapaz de imponer a Izana en su vida si Mikey no estaba de acuerdo, por lo que, cobardemente, decidió mejor guardar silencio y esperar a que las cosas se solucionara en la mañana siguiente.

Esa noche Mikey tardó más en dormir y no se despegó en ningún momento de su manta, mil y una idea rondaba su cabeza, pero no podría hacer nada hasta no ver a su posible futuro hermano, que hasta ese momento se había dado cuenta que ni siquiera le había preguntado su nombre a Shinichiro.

A la mañana siguiente el pelinegro se levantó antes que cualquiera otro miembro de su familia y decidió ir a visitar a Iszana, pues era el único que no estaba enterado de todas estas movidas, el pelinegro sabía que este no se opondría a la existencia de Emma ni se molestaría por tener que vivir con ella, pues la misma rubia había dicho anteriormente que ella e Izana se consideraba hermanos desde toda la vida y que nunca se habían visto como desconocidos pese a que su madre los trataba de esa manera.

Pero una cosa de la que Shinichiro no se dio cuenta fue que Mikey estaba despierto pues su mente no lo dejaba dormir a gusto, este escuchó cómo se levantaba y supo que iba a ver a su hermano, por lo que decidió seguirlo, quería saber por lo menos como se veía, y tal vez conocer un poco más de su personalidad sin que se enterara, de esa manera sabría qué tanto tendría o no que fingir para que su hermano no se preocupara.

Obviamente era mucho más rápido ir en la motocicleta de Shinichiro, por lo que a Mikey le costó unos minutos más en llegar con su lenta motoneta, pero no podía quejarse, era eso o que Shinichiro le diera una bicicleta para que no le molestara, al llegar su hermano ya se encontraba hablando con un chico moreno y de cabellos blancos, por las expresiones que ambos tenían podía deducir que el chico era amable, incluso algo tonto o infantil, se notaba mucho el esfuerzo que hacía para que el pelinegro le prestara atención e incluso le adulara, el rubio sentía que estaba metiéndose en una conversación que no le pertenecía, por lo que estaba dispuesto a irse cuando su nombre entró en la conversación y no pudo aguantarse la curiosidad por lo que se acercó lo más que pudo sin ser visto para entender que hablaban los mayores.

-¿Quién rayos es Manjiro? -preguntó Izana cortante cuando su hermano le dijo que se llevaría bien con ese chico, el no quería llevarse bien con nadie que no fuere el pelinegro.

-Pues...-era ahora- verás, Emma y yo no vamos a ser tus únicos hermanos, tengo un hermanito menor que-pero Shinichiro no pudo terminar, pues Izana se levató furioso-¡Ey!

Izana por un momento sitió que estaba repitiendo una historia de la que ya conocía el final, pero esta vez no se quedaría sentado llorando hasta que alguien viniera por él, está vez no lo volverían a ilusionar.

-¡Dijiste que serías mi hermano mayor! -dijo sin detener su camino al interior del orfanato, su buen día se había arruinado.

-Claro que lo voy a ser, puedo tener muchos hermanos menores -por su parte Shinichiro no se iba a dejar vencer.

-¡Pero no puedes ser mi hermano si tienes uno real! -Izana empezó a lagrimear y Shinichiro se sorprendió- ¿Creíste que no sabía que no eras mi hermano? No puedo competir contra un hermano de verdad...

-Manjiro no es así, seguro te va a querer.

-Pero yo no a él -y eso petrificó a ambos Sano.

Izana corrió a dentro del orfanato, no quería ver a Shinichiro, ya una vez lo regalaron por no compartir sangre con otro, si Shinichiro tuviera que elegir el siempre sería desechado por aquel hermano.

Mikey también se fue corriendo, no quería saber cómo iba a seguir esa discusión, le daba miedo saber cómo se darían las cosas, incluso la idea de que Shinichiro lo eligiera le helaba la sangre, ambos niños estaban aterrados de perder a su hermano mayor que no cotemplaron la posibilidad de que Shinichiro daría su vida antes que tener que elegir a alguno de sus hermanitos por sobre el otro.

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Takeomi fue a abrir la puerta, pues juraba que la persona al otro lado la iba a tirar abajo, pero antes de si quiera poder gritarle a la persona una cabellera rubia y diminuta entró a su casa.

-¡Haruchiyo ya llegué!

-¿Tu hermano no te enseñó a saludar? -dijo irritado al ver que el pelinegro no venía con él para evitar que destrozara algo- y hablando de él, ¿por qué no vino contigo?

-Porque las pijamadas no son para viejos.

-¿Pijamada? -Tomó su teléfono y buscó el número de Shinichiro- es mediodía, no pienso darte de comer, y las pijamadas son en la noche -Shinichiro lo mandó a buzón- ¡HARUCHIYO!

El niño entró corriedo a la sala pensando en que su hermano lo iba a regañar por algo que hubiera roto Senju, pero se topó con un Mikey que se le colgó del cuello.

-¡Ahora si empieza lo divertido!

-¿Qué? -preguntó el rubio cenizo extrañado.

-Debiste preguntarme antes si te dejaba hacer una pijamada -Sanzu lo miró sin entender.

-Es que yo quería darte la sorpresa, ¡Sorpresa! -y después de decir eso Mikey desapareció de la vista de Takeomi llevándose a Sanzu antes de que este dijera algo que los delatara.

Takeomi logró contactar a Shinichiro unos minutos después de la llegada de Mikey, y le preguntó el por qué de la tan repentina aparición de su hermanito sin haberle avisado, Shinichiro no tenía cabeza para estar pensando en Mikey después de la pelea que había tenido con Izana, sobre todo cuando Emma le había dicho que Mikey se había ido en su motoneta muy temprano, que alcanzó a ver cómo salió de la casa al momento en que se estaba levantando; pero Shinichiro no quería aceptar la sospecha de que Mikey lo había perseguido y que por alguna casualidad de la vida, había escuchado su discusión con Izana; pero cuando le pidió a Takeomi hablar con su hermanito este se negó diciendo que estaba muy ocupado y que no quería que lo molestara, además le mandó a decir que si él estaba con los Akashi Shinichiro podría resolver sus asuntos pendientes y darle prioridad a otras cosas, el pelinegro se sintió mal con esa respuesta pues parece ser que este se habían molestado con él mientras trataba de proteger su familia, Izana claramente lo había mandado al demonio y estaba seguro que iba a ser difícil recuperar su confianza de nuevo, y si Mikey no quería hablar con él no iba a ser insistente e iba a dejarle su espacio, Emma por su parte trataba de reconfortar a su hermano pues conocía a los otros dos y sabía que tendría un largo camino para poder hacer que las cosas estuvieran medianamente en paz.


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No tiene mucho sentido, pero estoy tratando de no usar la idea principal tan pronto para no quedarme sin material cerca del final del mes.

Gracias si lo están leyendo.

-Lady Van Dort

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Halloween RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora