Día 2

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Sanzu entró detrás de Shinichiro y se quedó esperando una indicación del pelinegro, aunque no era mucho lo que podía hacer para ayudar, no tenía idea de motos, aunque quisiera aprender pues le parecían geniales, o tal vez era que le parecen geniales porque el pelinegro adoraba las motos, y no había nadie que él conociera que no admirara completamente a Shinichiro Sano.

No pasaron muchos minutos cuando un chico rubio de aproximadamente su edad llegó saludando alegremente al mayor, tanto así que su presencia ni siquiera fue notado, pero estaba ya más que acostumbrado, teniendo amigos como Mikey y Baji era muy fácil pasar desapercibido.

-Saluda a Haruchiyo también Seishu -le dijo Shinichiro secándose el sudor con un trapo que encontró por ahí.

-Hola -dijo de forma seca.

Sanzu solo asintió sin decir nada, preferiría que el niño se fuera, solo estaba ahí para estorbarle a Shinichiro, pero en el fondo tampoco quería que el peli negro le diera menos atención por dársela a otro.

Shinichiro por su parte no se enteraba de la tensión que había entre ambos niños por ser al que  el mayor más notara, él solamente creía que a todos los niños  le gustaba que otros les hicieran compañía, pues él fue un niño muy sociable que le encantaba hacer amistades, por lo que intentaba hacer que ambos niños lo ayudaran sin tener idea de la batalla silenciosa que se estaba desarrollando entre Inui y Sanzu.

-¡Shin-chan!

El grito entusiasmado de la entrada hizo que los tres presentes voltearon hacia la puerta, Sanzu sólo levantó una ceja, no entendía por qué tanto escándalo, Shinichiro por su parte se levantó y fue a saludar a su amigo, mientras que el rubio dejó todo lo que estaba haciendo y se quedó estático viendo embelesado al chico de pelo blanco, Sanzu no entendía por qué le hacían tanta fiesta a ese, para él, muchacho desconocido.

-¡Oh, también estás aquí Inupi! -le revolvió los cabellos y el rubio se sonrojó, luego miró a Sanzu- ¿Shin-chan, de dónde sacaste otro niño?

-Es el hermanito de Takeomi -dijo encogiéndose de hombros.

-No me creo que Omi-chan tenga un hermanito tan lindo -dijo apretándole las mejillas- soy Wakasa -le acarició el rostro y le dedicó una sonrisa dulce- ¿Cómo te llamas?

-Ah, Ha-Haruchiyo...-Sanzu también se sonrojó, bueno, ahora entendía al otro rubio, el peliblanco era impactante de ver.

El resto del tiempo que le tomó a Shinichiro terminar de reparar la motocicleta en la que estaba trabajando pasó bastante rápido, pues, en algún punto de la tarde, los niños no sólo se peleaba por la atención de Shinichiro sino también por la de Wakasa, pero ninguno de los dos sabía si era porque realmente querían esa atención o simplemente querían fastidiar al contrario.

-Tengo que irme, le prometí a mis hermanos llevarlos a comer helado, ¿Quieres unirte Seishu?

Shinichiro no notó la cara de fastidio de Sanzu, pero Wakasa sí, y rió para sí mismo porque Shinichiro siempre sería un despistado.

-No es justo Shin-chan, yo quería darle un paseo a Inupi en mi moto ahora que logré arreglarla.

Los ojos del rubio brillaron con la simple idea que estaba proponiendo Wakasa, por lo que shinichiro lo entendió y se fue de allí solamente con Sanzu, cuando llegaron a casa ya estaban Mikey, Baji y Emma esperando la llegada del mayor para poder irse; no podríamos decir que fue la salida más tranquila pues nada donde estuviera Mikey era un lugar tranquilo, al menos nadie término embarrado de helado como en otras ocasiones, por lo que eso era una victoria para Shinichiro.

Halloween RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora