Halloween Revengers

Día 20

Wakasa llevó a Haru a su casa una vez que el niño estuvo más calmado, iba dando saltos con un helado en una mano y sosteniendo la mano de Waka con la otra.

-Cuídate y búscame si me necesitas -le revolvió el cabello, el niño asintió feliz y entró a la casa.

Takeomi y Senju no estaban, el niño pensó que aún se encontraban con los Sano, pero en realidad fueron al parque por insistencia de Senju.

Haru no tenía deberes ni cosas que hacer en la casa, por lo que quería aprovechar a usar los legos mientras Senju no estuviera, la niña nunca dejaba que los usara y Takeomi siempre le decía que debía dárselos porque era menor que él; por lo que fue rápidamente al cuarto de la menor para buscar los legos, la gran mayoría de estos estaban tirados por todas partes y Haru trataba de reunir la mayor cantidad posible, porque estaba seguro que la niña había perdido la gran mayoría de las piezas.

Empezó a buscar en el armario porque la niña siempre escondía su desorden ahí para que Takeomi no lo viera y la regañara, encontró muchas piezas y también un disfraz que seguro algún familiar había mandado para una fiesta y vio que ni siquiera estaba abierto, seguro la niña lo odió y lo dejó ahí; era como un tipo de disfraz de hada, Sanzu sacó el tutú que se estiraba un poco del elástico y se lo probó, sonrió al ver que sí le quedaba y empezó a dar vueltas para sentir la tela al aire, con los pocos legos y los peluches que se encontró empezó a recrear una de las escenas de la película, se estaba divirtiendo mucho, trató de buscar otras cosas que le funcionaran como accesorios, estaba tan metido en su juego que no escuchó la puerta principal abrirse ni los pasos en la casa.

-¡¿Qué haces con mis cosas?! -se escuchó el grito colérico de Senju.

Haru se dio la vuelta y vio la niña acercarse a él de forma apresurada, mientras empezaba a tirar de la ropa que este se había puesto.

-¡Eso es mío! ¡Quítatelo! -tomaba todo lo que tenía a su alrededor y se lo tiraba- ¡Largo de mi habitación!

Takeomi escuchó todo el escándalo y fue a ver que pasaba, solo para ver a Sanzu siendo golpeado por Senju mientras usaba una falda, los gritos de la menor lo estaban alterando, pues cada vez eran más fuertes y tiraba cada vez más cosas.

-¡¿Qué mierda está pasando aquí?! ¡Deja de tirar cosas! -tomó el lego que tenía Senju en la mano y se lo quitó, la niña se fue de ahí llorando a su habitación para seguir haciendo desastre, Haruchiyo estaba temblando sin entender nada- ¡¿Qué demonios te está pasando Haruchiyo?! ¡Ya esto roza en lo ridículo! ¡¿Acaso eres una niña?! -Takeomi lo sarandeaba apretandolo fuerte de los brazos, no entendía nada y los gritos de Senju lo iban a volver loco.

-¡Suéltame! -soltó un manotazo sin pensar a la cara de su hermano, su mente se había nublado por un momento, pues lo estaba lastimando y solo podía recordar a aquellos hombres que lo llamaban niñita mientras lo tocaban, pero cuando recordó el lugar en el que estaba y vio la cara de su hermano supo que estaba metido en problemas, abrió la boca para disculparse pero sintió un fuerte impacto en su rostro que le hizo escocer la mejilla, Takeomi lo había golpeado, su hermano por primera vez le había levantado la mano y no pudo evitar que las lágrimas cayeran de sus ojos.

-¡¿Se volvieron todos locos o se pusieron de acuerdo para joderme la vida?!

Haru retrocedió agarrando con fuerza sus manos contra su pecho, un pánico enorme lo recorría, tanto era así que sentía incluso que podía vomitar en ese preciso momento; Takeomi iba a seguir gritando pero un sudor frío lo recorrío, pudo apreciar por un segundo el rostro de Haru con un moretón en su ojo izquierdo que no había visto antes porque ahora su cabello no lo cubría, la parte derecha de su rostro roja por el fuerte golpe que le había dado, pues su mano era casi tan grande como el rostro de su hermanito, además de las grandes lágrimas que bañaban su rostro y el terror asfixiante que cubría sus ojos, recordó a sus padres y se vio a el mismo siendo igual, sintió asco de sí en ese momento.