Xi Luan había preparado comida para su señor Wang y el príncipe los cuales daban cuenta de ella con avidez. Cuando se creaba un lazo entre alfa y omega, se creaba un vínculo poderoso pero también muy demandante de energía y en el caso del Cazador y Nunsaib, era extraordinariamente agotador. También llevó comida a los dos alfas fieles al general que había dormido en el bosque esperando las órdenes de su señor.
La omega miraba al príncipe y no conseguía dejar de admirarse por su belleza, por sus gestos elegantes y por su hermosa sonrisa. Era tan delicado que costaba creer que su alfa fuera un alfa sanguinario como lo era el Cazador, al que se le veía completamente vencido por el amor. Hacía varios años que le conocía y hasta ese momento no había visto el brillo que desprendían ahora sus ojos, cómo sonreía al omega y como le hablaba. Sin duda no era solo un destinado, era el amor de su vida que había llegado de repente arrasando el interior vacío del Cazador. Por eso mismo se alegraba de que se hubieran encontrado y ahora compartieran su vida, pero también era realista y sin duda, el futuro que les esperaba era terriblemente oscuro.
Estaba lavando algunas ropas cuando escuchó que el general la llamaba y dejó todo para atenderle.
—Mi señor, ¿necesita algo?
—Siéntate, lo que tengo que hablar te concierne.
Xi Luan arrugó un poco el ceño pero obedeció de inmediato no sin antes agachar la cabeza a modo de respeto para el príncipe.
—Ahora mismo mi cabeza debe tener precio, no dudo de que mi hermano haya manipulado todo para que se me vea como un traidor. No tenemos salida, da igual a donde vayamos, estamos malditos y será cuestión de tiempo que nos encuentren.
—No digas eso, podemos ir a Eridan, allí nos acogerán, no tengo dudas—contsetó Nunsaib tomándole la mano encima de la mesa.
—Nunsaib, si hacemos eso, todo el clan Wang se lanzará contra Eridan de inmediato. Atacarán tu tierra por venganza para encontrarme y matarme. No podemos ir a Eridan.
—Pero mis hermanos defenderán las fronteras, lucharán en las murallas y tú lucharás a su lado. Podemos resistir.
—Se pagará un alto precio y no quiero que nuestra unión se tiña de sangre de esa manera. No podemos ir a Eridan. La única solución que veo es hablar con el rey directamente y pedir su protección.
—¿Y cuando partimos? —preguntó con interés Nunsaib.
El Cazador suspiró dejando salir con fuerza el aire.
—Nunsaib, necesito que te quedes aquí para protegerte. Tienes que confiar en mí.
Nunsaib miró inquisitivamente al Cazador, apretó los labios y de pronto se levantó dando un golpe con ambas manos sobre la mesa.
—¡Ni se te ocurra decir algo así!
El Cazador y Xi Luan se quedaron congelados mirando con los ojos muy abiertos a Nunsaib que intentaba no mostrar más enfado del que tenía.
—Escúchame bien, no soy un omega cualquiera, soy su alteza real Nunsaib de Eridan, mi estirpe es la más fuerte y resistente de todo el continente. Pero por encima de todo eso, soy el omega de un alfa poderoso, fuerte y decidido, un alfa como no hay otro sobre la faz del mundo y su omega está a la altura, está a la latura del Tigre de Nenngou. Nadie más puede ser tu omega, solo yo y es porque no soy como los demás. Y otra cosa tengo que decirte, no pienso separarme de ti, no vas a abandonar a tu conejito ni siquiera por unas horas, así que no vuelvas a pensar en dejarme atrás nunca más.
Hubo un silencio en la habitación mientras Nunsaib volvía a sentarse, se recolocaba las ropas y se retiraba un mechón del pelo detrás de una oreja como si no hubiera pasado nada.
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Veneno Alfa: La Montaña Nevada
Ficción GeneralXue Yang y Xiao XinChen junto a Yu Hao y Li Xian se han convertido en enemigos de la Shuruuat, aún quedan cabos sueltos que comienzan a tejer de nuevo una maraña que pretende arrastrarlos al abismo. Es necesario conocer el pasado, mirar a través de...