Capítulo 27: El poder de un colgante equivocado.

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Ether retiró a Nunsaib a un lado para que marchara con las omegas mientras él sacaba la espada y ponía en guardia a sus hombres. Nunsaib se llevó instintivamente la mano a la boca para no dejar salir un grito de sorpresa y horror. La guardia ya los había encontrado y sin duda comenzaría a asediar el Palacio de Verano.

—Cueste lo que cueste te sacaré de aquí, Nunsaib—habló Ether antes de alejarse de su hermano menor y colocarse frente a la puerta.

A Ether no le había dado tiempo de comprobar la resistencia del lugar, las formas de huida si fuera necesario, nada que les previniera de un ataque temprano. Había estado tan obcecado en hablar y tener cerca a Nunsaib que había descuidado esa parte crucial para la supervivencia. No importaba, actuarían sobre la marcha. La puerta era férrea, no se vencería así como así. Los muros que separaban el palacio de verano del resto de la gran construcción que era el Palacio de Cristal ya era otra cosa. No era suficientemente alto como para que no fuera asaltado en unas horas. Quizá aguantarían el tiempo suficiente para que Wang Xuan y YuMu salvaran al rey y este diera orden de volver a palacio para ayudarles. Fuera de aquellos muros, el sonido de mas soldados apostándose al otro lado, se seguía oyendo incesante. Ether se retiró hasta donde estaba la reina para asegurar una retirada segura.

—Mi señora ¿Hay alguna puerta trasera en este lugar por el que podamos huir?

—Hay un pasaje oculto justo en el jardín trasero. 

Ether agachó la cabeza a modo de respeto y volvió con sus hombres. Le dijo algo a dos de ellos que salieron hacia la parte trasera del pequeño palacio para comprobar aquella salida, mientras, él oteaba la altura de los muros intentando adivinar por dónde atacarían primero.

—¡No otorguéis piedad alguna al enemigo! Por Eridan que acabaremos con todos y cada uno de ellos—gritó Ether a sus hombres.

Detrás de aquellos muros estaba la mano derecha de Wang Xi, el jefe de la policía secreta, el oficial Zhong que miraba tranquilo aquellos débiles muros. No haría falta atacar ni perder demasiadas vidas, al menos no las de su bando. Wang Xi era muy listo y lo tenía todo previsto. Unos diez minutos después, el ruido se oía dentro del Palacio de Verano, en sus hermosos jardines que daban acceso al edificio principal. Un ruido de lucha que recibió con una sonrisa de oreja a oreja.

Ether se giró al escuchar el ruido del cruce de espadas, algo pasaba en la parte de atrás donde hacía unos minutos había mandado a sus hombres para comprobar la ruta de escape. Hombres de Wang Xi estaban llegando hasta ellos.

—¡No le hagáis nada a los niños!—gritó la nodriza Xue que había abierto la puerta de acceso al pasadizo para que los atacantes pudieran entrar sin problema.

Nildhis que estaba entrando al edificio principal con Nunsaib, Shenuz, los gemelos y el resto de nodrizas se giró al escuchar la voz de la omega. Les había traicionado, pero a su vez también había sido traicionada porque uno de los hombres de Wang Xi la mataba a sangre fría después de haber cumplido su traición.

—Estamos perdidos—susurró la reina atónita mientras la nodriza caía al suelo sosteniéndose el cuello ensangrentado.

—¿Cuál es la habitación más segura, Nildhis?—preguntó Shenuz a su prima que estaba completamente en shock—¡Nildhis!—gritó entonces su prima.

—La... creo que la cocina. Allí al menos hay cuchillos para defendernos.

Nunsaib estaba viendo como Ether cargaba contra los hombres que no dejaban de entrar por la parte de atrás e intentaban abrir la puerta delantera. Su hermano estaba en clara desventaja, pero le pudo dedicar un instante para mirarle con ojos que decían "huye". No podía estar pasando de nuevo, no podía volver a ver cómo alguien de su familia moría delante de él sin poder hacer nada. Ether parecía que le estaba leyendo el pensamiento y entonces le grito.

Veneno Alfa: La Montaña NevadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora