Epílogo

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Es increíble como las cosas cambiaron en un abrir y cerrar de ojos, siento como si hubiera sido ayer cuando me mude de la casa de mi tío y ahora en tan solo unos cuantos años he logrado hacer lo que antes para mi solo era una ilusión.

Quien diría que con mi banda hemos viajado, conocido muchos lugares y hemos sido nominados a varios premios, ese es el reflejo de todo nuestro esfuerzo.

Claro que no todo es color de rosa, he tenido mis altibajos como cualquier persona, con los chicos hemos tenido nuestras discusiones claro que no siempre estamos de acuerdo con las ideas del otro y cuando esas peleas se juntaban con mis propias discusiones con Levi era un caos total.

Estuve a punto de mandar todo al carajo en varias ocasiones, pero por muy increíble que parezca decidía que lo mejor era hablarlo es así como resolvimos los problemas internos con la banda y las discusiones con Levi que básicamente siempre eran por la distancia.

Aunque aquí nos tienen más felices que nunca y limando cualquier aspereza que tenga nuestra relación, y a pesar de todo vamos a cumplir seis años juntos, en este punto o me caso con él o será la ruptura más dolorosa en mi vida.

— ¿Fer, crees que este vestido se me vería bien? Es que no soy de usar vestidos. Es más ¿Por qué tengo que usar uno? –Hablo Isabel a mi lado sacándome de mis pensamientos y yo reí levemente.

— Sí, yo tampoco soy muy de vestidos pero supongo que la ocasión lo amerita. –Murmuro viendo el vestido. — Es lindo por que no te lo pruebas.

— ¿Crees? –Dijo no muy convencida.

— Claro. –Respondí y me acerque a la encargada de la tienda. — Disculpe, señorita. ¿Cuanto cuesta este?

— Pues... no creo que este interesada en ese.

Yo la vi confundida. — ¿Por qué?

— Porque ese vestido cuesta 800 dólares.

Lo había dicho en serio, voltee a ver a Isabel y tenia la misma cara que yo. ¿Cree que no podemos comprarlo? ¿Cree que no tenemos para pagarle?

— ¿Sabe qué? Quítelo del maniquí, me lo voy a probar.

La tipa de antes se nos quedó viendo de pies a cabeza y luego sin más me entrego el vestido, lo tomé y me dirigí con Isabel a los probadores.

— Fergie, no lo sé... no me gusta del todo.

— Voy a entrar. –Dije y vi que solo se lo había pegado al cuerpo. — Isabel tienes que ponértelo. Como sabré si te queda bien o no.

Ella rodo los ojos y se quitó la blusa y yo le ayudé a ponerse el vestido. — Quiero que te quede bien. ¡Ahora no exhales!

— Maldición Fer, eso hago.

— Quizás tengamos que comprar una faja.

— Olvídalo, con suerte harás que me ponga un vestido.

— No será el fin del mundo. –Murmuro mientras hago que gire para terminar de subir el cierre.

— ¿Fergie? –Escucho murmurar a alguien así que volteo a ver y es una chica con varias bolsas en sus manos. 

— Hola. –Digo agitando mi mano.

— ¡No puedo creerlo! ¡Si eres tú! ¡Oigan vengan todos, la vocalista de Paradise esta aquí! –Dijo saliendo de la tienda corriendo con sus bolsas.

— Estás en problemas. –Dijo Isabel con gracia.

— Escóndeme. –Dije y ella comenzó a reír.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora