Capítulo 34

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— Presentaremos mañana. –Dice Levi.

— Sí. –Respondo, esperando que mi voz no tiemble. — Creo que estamos bien.

Mi mirada está fija en la mesa, pero por el rabillo del ojo puedo verlo asentir. — Sí. Estamos bien en tiempo y sabemos todo.

— Si, creo que saldrá todo bien. –Estoy de acuerdo.

— Entonces nos vemos mañana.

— Correcto, esta bien. Entonces nos vemos mañana.

Trato de calmarme, no quiero que se de cuenta que me desestabiliza, tanto como lo hace. Apago mi computadora portátil y la guardo junto al cargador. Me pongo de pie, tomo mi bolso y lo colocó en mi hombro para luego correr la silla en la que estaba sentada contra la mesa.

— Nos vemos. –Es lo único que soy capaz de murmurar sin siquiera voltear a verlo, para luego salir casi corriendo, como la cobarde que soy.

Estoy tan nerviosa que termino chocando con la puerta sintiéndome completamente estúpida. Ignorando lo que acaba de pasar salgo y bajo las escaleras lo más rápido que puedo.

Mierda. Mierda, mierda, mierda.

Me gusta. Más allá de todas las malditas probabilidades, de todos mis intentos de descartar esto como solo un simple deseo o que simplemente estaba confundida.

Pero esto es suficiente para darme cuenta que no se trata solo de estar confundida o por el hecho de que he estado mucho tiempo sola, esto va más allá de eso, por que no quiero a nadie al azar. Quiero a...

A Levi..

Me gusta ya no tengo dudas de eso pero joder todo esto hace que me duela la cabeza.

Tropiezo de regreso a mi residencia, con la cabeza dando vueltas y el corazón acelerado.

————
Levi
————

Lo único que soy capaz de hacer es observarla, siento cada uno de mis músculos tensos, veo como casi tropieza con sus propios pies, para luego terminar chocando con la puerta. Me parece gracioso y más sin embargo no puedo reírme, creo que estoy más o igual de nervioso que ella. Luego desaparece completamente de mi vista.

Me quedo mirando ese lugar, ese último lugar en el que la había visto antes de que doblara la esquina, durante al menos otro minuto.

Mis labios todavía están hormigueando.

Con un profundo suspiro, dejó caer mi frente sobre la mesa. Estoy jodido.

En verdad me gusta, me gusta más de lo que debería, no puedo sacarla de mi jodida cabeza, no entiendo que tiene ella para que me desestabilice tanto como lo hace.

————
Fer ♡
———— 

— Fer... –Escucho llamar a alguien.

Parpadeo para salir de mi trance, mirando hacia Jean y Marco quienes me están mirando algo confundidos. —  ¿Sí?

Marco sonríe tímidamente. — ¿Estás bien?

— ¿Qué?

— Has estado parada frente a tu puerta sin entrar durante los últimos cinco minutos. –Dice Jean sin rodeos, y Marco le da un codazo como diciendo que sea amable.

Vaya. ¿En serio? ¿Tan mal estoy? — Sí, estoy bien. –Respondo presionando una mano en mi frente. — Yo solo estaba... tratando de encontrar mis llaves.

Marco sonríe y luego señala. — Están en tu otra mano.

Me rio por lo patética soy. — Lo siento estoy un poco distraída.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora