Capítulo 17

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En cuanto abro la puerta, me recibe la fuerte tormenta, pero sigo adelante de todos modos, avanzando a toda velocidad por la pasarela y subiendo las escaleras tan rápido que casi me resbalo. La tarjeta llave casi se me escapa de la mano mientras intento deslizarla a través de la cerradura, abriéndome paso a empujones hacia mi habitación.

Cierro la puerta de golpe, ahogando el sonido de la tormenta, y hago una pausa, tomándome un minuto para recuperarme. 

— Maldita sea. –Maldigo, quitándome la chaqueta empapada.

Me quito rápidamente toda la ropa mojada, y la arrojo sobre la baranda de la cortina de la ducha en el baño y me secó con una toalla antes de ponerme una de mis camisas anchas y unos shorts que había empacado. Inmediatamente, me siento más relajado: estoy seca y visto cómodo. Esto es infinitamente mejor. 

Me acuesto en la cama, y tomo mi teléfono para enviarle un mensaje de texto a Petra preguntándole dónde está cuando hay una serie de golpes contra la puerta. 

Frunzo el ceño, pero no me levanto de inmediato. Tal vez escuche mal y es solo el trueno.

Luego los golpes comienzan de nuevo. ¿Petra olvidó su tarjeta de acceso? así que abro la puerta y me quedo con la palabra en la boca cuando Levi entra de inmediato.

Toda su ropa está mojada es claro que ni siquiera llegó a su habitación ¿que mierda hace aquí?

— ¿Qué estás... –Me vuelvo a quedar con la palabra en la boca cuando voltea verme.

— Están Follando.

— ¿Qué?

— Petra y Auruo. –Dice y me es inevitable no reírme, así que sin más lo hago y el voltea a verme mal.  — Fui a mi habitación, entro para salir de la tormenta, y ellos estaban...

Me río de nuevo. Levi presiona las palmas de sus manos en sus ojos y gime en voz alta, como si estuviera tratando de borrar las imágenes que ha visto de su cabeza. No lo culpó.

— Le dije que lo hiciera, pero no creí que fuera capaz. –Murmuro caminando hacia donde deje mi mochila con ropa.

— Así que esto es tu culpa. –Murmura Levi, pasando una mano por su cabello. 

— No. –Me defiendo, cruzando los brazos. Lo pienso por un momento. — Bueno más o menos....

— Jodidamente genial. Era de esperarse...

— Espera, ¿Por qué diablos estás aquí? –Exijo, cortándolo, y deteniendo lo que iba a hacer, que mierda me pasa. — Yo ya iba a dormir.

Levi se burla. — ¿E ir a donde, de regreso a donde mi cama ha sido profanada? No voy a ir a ninguna parte cerca de allí.

Yo frunzo el ceño. — Sí, pero ¿por qué aquí? No pudiste...

— Bueno, teniendo en cuenta que tu compañero de cuarto está en mi cama. –Dice bruscamente. Estaba lista para protestar, pero Levi ya está un paso por delante. — Tú habitación estaba más cerca que la de Erd.

— No vas a dormir en mi cama.

— Tomaré la silla. No duermo de todos modos.

Hay un trueno afuera que hace que los dos nos pongamos rígidos; Levi parece que va a golpear algo. 

Estoy demasiado cansado para discutir así que terminó aceptando. Tomo mi bolso y saco una sudadera. Y la observo, siempre suelo comprar ropa una o dos tallas más grandes así que puede que eso le quede.

¿En serio voy a hacer esto? Probablemente me lo termine tirando a la cara.

— Toma. –Digo extendiendo mi brazo. — No pensarás quedarte así o si?

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora