11. Tu mirada en el retrovisor.

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Título de hoy:

11. QUE DANNA ALQUATI SUBA RESEÑA DEL LIVE ACTION DE MONSTER HIGH 🕯️🕯️🕯️

Al día siguiente, Anne no vió a Sasha en la escuela.

A pesar de que la buscó en clases, durante los recesos, en la cancha, en la cafetería y en cualquier punto donde Sasha podría estar, no la encontró en ningún lugar.

Le preguntó a Esmeralda, le preguntó a Marcy, le preguntó a las compañeras del equipo se porristas de Sasha e incluso a Jordan, pero ninguno sabía por qué Sasha no había llegado a clases ese día.

No se pudo concertar en ningún momento, pues su mente no podía dejar de pensar en aquella rubia, se moría por verla y saber si estaba bien, pero no había forma en la cual ella le podría preguntar.

Y todo empeoró cuando a los tres días, Sasha tampoco apareció.

-¿Anne, cariño, estás bien?

-Claro, mamá, ¿Por qué lo dices?

Dejó el trapo, con el que había limpiado el mostrador anteriormente, en otro lado y volteó hacia su madre, quien la observaba, preocupada.

-Te noto distraída.

Anne se tensó al instante.

Limpió sus manos en el delantal verde y negó con la cabeza, intentado sonreír en dirección a su madre.

-Solo son las clases, mamá, se me olvidó una tarea - Anne dejó el delantal en el mostrador - me iré ahora a casa, para poder terminarla, ¿Está bien?

-Solo avisanos si necesitas algo.

-Lo haré.

Anne salió del restaurante y la brisa fría de la calle la golpeó al instante, se estremeció, llevaba puesto un suéter holgado, pero este parecía no ser suficiente como para resguardarla del frío que hacía fuera.

El sol estaba a punto de caer, así que el cielo estaba pintado de tonos naranjas y rosados formando un hermoso atardecer, las personas iban de aquí para allá centrados en sus problemas e ignorando al resto.

Se detuvo en cuanto un aroma dulce llenó sus fosas nasales en cuanto pasó frente a una tienda de chucherías, lo dudó un par de segundos, pero entró a la tienda y compró una caja de donas glaseadas con relleno.

A pesar de que según ella se comería las donas en compañía de su gato, ese plan se vió arruinado cuando la silueta de una rubia sentada en las gradas se su porche apareció frente a sus ojos.

Ver a Sasha fuera de su casa era una de las pocas cosas que creía que pasarían ese día, pero corrió hacia ella al instante y dejó las donas a su lado.

La mirada de Sasha se alzó en cuanto escuchó a Ane llegar, sus ojos estaban rojos, sus mejillas y nariz estaban rojas también ante el frío y seguramente porque ella había estado llorando recientemente, llevaba una chamarra de mezclilla y un short arriba de unas medias.

-Dios, ¿Cómo no te has congelada? - le preguntó mientras tocaba su rostro, intentado asegurarse de que ella estaba bien - Entremos antes de se te pegue un resfriado.

Anne levantó las donas del suelo y entrelazó su mano con la de Sasha, la rubia se levantó del suelo apoyándose en las columnas de madera que sostenían el techo del porche y siguió a Anne hacia el interior de su casa.

Dentro estaba cálido, pero Sasha seguía sintiendo que el frío atacaba su cuerpo y la hacía temblar.

Lo único que la lograba reconfortar era el dulzón aroma de las donas y la chica que sostenía su mano fuertemente mientras la guiaba hacia su cuarto.

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