02. Tú, que me órbitas como el sol

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Título pendejo:

02. Nos encerramos en la sala de música.

Anne soltó un bostezo mientras guardaba sus cosas en su mochila rosa.

La colgó en su hombro y se dió la vuelta dispuesta a salirse de la clase junto con el resto de sus compañeros, pero se detuvo en cuanto un par de ojos verdes la observaron con detenimiento y una gran sonrisa en los labios rojos fuertes.

La chica de cabello castaño con mechones beige pasó un brazo por el hombro de Anne acercándola a ella. La castaña sonrió y se dejó llevar por Esmeralda.

Caminaron juntas por los pasillos y en ese transcurso Anne recordó que Esmeralda tenía una razón para burlarse de ella, así que puso una mueca y la ojiverde lo notó al instante.

-¿Ya lo recordaste?

-Ya lo recordé.

-Tu crush no sabe de tu existencia.

-No sabía — corrigió — de mi existencia.

-¿Hiciste algo para cambiarlo?

-Ella lo hizo.

Esmeralda soltó una carcajada y Anne rodó los ojos.

La castaña se aferró a las correas de su mochila y observó de reojo a Esmeralda, quien seguía riendo a carcajadas, sus mejillas se habían vuelto rosas y su nariz también lo estaba.

El frío lo único que había hecho había sido empeorar, ahora Anne no solamente llevaba una chamarra de jean a la escuela, si no que un gran suéter con un estampado horrible en la zona del pecho.

-No es por intentar ofender o algo parecido, pero, Anne, Sasha es una de las chicas más heteros que he conocido, le gustan los chicos.

-¿Y cómo sabes que no le gustan también las chicas?

-Porque yo tengo la corazonada.

-Eso no es suficiente.

Esmeralda dejó de caminar y tomó a Anne de la muñeca.

La castaña frunció el ceño e intentó zafarse, pero Esmeralda la jaló con ella hasta una de las habitaciones vacías, justo la de música.

Cuando se encerraron dentro, Esmeralda la soltó.

-¿Qué pasa?

-Eres una chica muy linda, Anne, pero, para gustarle a Sahsa se necesita más que ser linda.

-¿Entonces que necesito?

Esmeralda se sentó en uno de los muebles grandes y rebuscó entre su bolsa, sacó un labial con brillos y lo aplicó en sus labios mientras se miraba en un espejo con orejas.

Anne se sentó frente a ella, apoyándose en el respaldar de la silla de madera, esperando respuestas.

-Necesitas ser un hombre — Esmeralda parecía decepcionada — yo sé que Sasha es hermosa y de verdad luce como la chica de tus sueños, pero no te dejes llevar por eso o esto terminará mal.

-¿Cómo puedes estar segura de eso?

-¡Porque ella me gustó, idiota!

Oh.

-Oh.

-¿Ahora lo entiendes?

Anne frunció el ceño y se sentó junto a Esmeralda.

La chica se removió en su lugar, un tanto incómoda, y guardó su maquillaje en su bolso con sumo cuidado.

Cuidado que no tenía al momento de guardar sus cosas como libros, lápices o colores, si era sincera, se sorprendía de que su amiga hubiera llegado tan lejos.

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