Nota: Este capítulo es un salto al futuro de los acontecimiento de la historia, espero lo disfruten bastante.
Bien. Las maletas fueron colocadas en el auto, los muebles fueron guardados y empaquetados, los utensilios de mayor uso fueron guardadas junto con otros paquetes en el maletero que ya estaba a rebosar, pero finalmente listo para comenzar su nueva marcha.
Viendo por última vez ese lugar, Alastor suspiro sin poder evitar el sentimiento de nostalgia que vino a su pecho como un fantasma. Fueron solo dos años los que vivieron en ese lugar, en ese pequeño departamento en el suburbio de Berlit, en el cual dio comienzo a su operación encubierta como hombre casado y con una hija que le daría la brecha para llegar a su objetivo.
Sin esperarlo, en ese pequeño lugar sucedieron tantas cosas que le parecía algo completamente idílico e irreal: su frio y cerrado corazón, acostumbrado a la soledad y amante de los actos más sanguinarios, se amaino ante la inocencia de una niña que lo acepto como su padre, de quien compartía las semejanzas de una infancia rota por la guerra y a quien había comenzado a querer como si el mismo la hubiera engendrado. También fue allí donde poco a poco empezó a enamorarse por aquella mujer que le había sorprendido de mil y un formas, sorprendiéndole por la candidez de sus acciones, lo noble de su alma y lo encantador de su corazón, que le había hecho apartarse de su eterna mascara y le hizo desear mucho más de lo que alguna vez siquiera pensó. Alastor estaba enamorado de Charlie, de la única mujer con la que estaba dispuesto a compartir sus días.
Y aun sabiendo cuan manchadas estaban sus manos, ella lo abrazo, entendiendo que no era el único con pecados que cargar. Por ello, sin importar lo pesado de la carga y el difícil camino que aún tenían que recorrer, el infierno aún podría ser ameno si él la tenía a su lado.
—¿Falta alguna cosa que meter al auto? —pregunto una voz femenina ingresando a la sala.
—Todo está listo, cariño, solo me estaba cerciorando que todo estuviera en orden —contesto, dando una última mirada al departamento.
Acercándose hacia él, Charlie le tomo la mano mientras también veía el lugar con añoranza.
—El tiempo paso tan rápido —no pudo evitar comentar el locutor.
—Si. Ha sido un año muy animado, pero me encuentro muy feliz por todo el resultado —respondió, sonriente.
Alastor le dio una significativa mirada, antes de pasar su brazo por su hombro. Reposando su cabeza en la de él, Charlie suspiro mientras acariciaba el prominente vientre que ya no podía ser ocultado por su ropa.
—Voy a extrañar este lugar —expreso la ex asesina, sintiendo como unas mínimas lagrimas amenazaban con salir por sus ojos. Abrazándola más a él, Alastor respondió.
—Yo igual —admitió. Aunque aún le fuera difícil reflejar lo que sentía, al lado de Charlie toda mascara de hipocresía o falsedad desaparecía. Ya no era RadioDemon, ya no era Alastor Gallow, ahora solo era Alastor y él ex espía estaba conforme con ello.
—¡Ah! ¡Mama y papa están coqueteando de nuevo! —gritó la escandalosa e infantil voz de Molly desde la acera.
—Claro querida, tu madre y yo estaremos coqueteando eternamente, así que es mejor que te acostumbres a ello —respondió el locutor con sinceridad, disfrutando del encantador rubor de su esposa mientras tomaba su mano para besar la argolla que reflejaba esta vez, su verdadera promesa de matrimonio—. ¿No es así, mi amor?
Charlie lo miró por un momento, y apretando el agarre de su mano, simplemente sonrió con toda la felicidad que podía demostrar en ese momento lleno de paz.
—Si, por supuesto que sí.
Bueno, este fue un capitulo corto en comparación a todos los demás, pero es una aproximación de un futuro ideal en el que todo esta en paz y nuestra bella pareja ha alcanzado la felicidad que tanto esperan como familia, fue muy lindo para mi escribirlo, así que espero que hayan podido disfrutarlo tanto como yo.
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Secretos de Familia (Charlastor AU)
FanfictionMolly era una niña normal que asistía a una escuela poco común, tenía una amiga cercana y unos padres amorosos a quienes quería con todo su corazón, pero aunque se vieran normales por fuera, su familia no era para nada normal. Todo el mundo guardaba...