18. We worked

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Pierre despertó con una sensación fría y húmeda en su nuca. Abrió los ojos que todavía sentía pesados, dándose cuenta de que los besos de Yuki eran los que lo estaban despertando.

- Buenas noches, bello durmiente. - Bromeó el japonés abrazándolo por la espalda.

Pierre resopló, todavía con sueño - ¿Qué hora es? - Preguntó un poco confuso.

- Son las ocho de la tarde, y ya tengo hambre. - El rubio se rió ante el comentario.

- Pues vamos a cenar entonces. ¿Has logrado dormir algo?

- Sí - Mintió, y aunque lo intentó no logró callar a las voces de su cabeza. - Pero mi tripa crujiendo me ha despertado. Hay algo de comida en casa, no tengo muchas ganas de salir ahora mismo.

- Bien, pues nos levantamos y ahora vemos lo que hay.

Dicho y hecho. Los dos se levantaron y fueron directos a la cocina, abriendo el frigorífico y dejando ver jamón, queso, pechugas y varias verduras dentro. Después de hablar de lo que les apetecía optaron por unos sándwiches de jamón y queso con lechuga y huevo frito. No tardaron en preparar todo: mientras que Yuki cocinaba los huevos Pierre se ocupaba de preparar la mesa. En pocos minutos ya estaban sentados, cada uno con dos sándwiches.

- ¿Tienes ganas de hablar de lo que ha pasado hoy en la charla con los mecánicos? - Preguntó al rubio, quien tenía los ojos centrados en el plato.

- No mucho, pero tienes que saber lo que ha pasado, e ignorarlo no hará que el problema desaparezca. - Suspiró pesadamente antes de volver a hablar. - El coche está en muy malas condiciones. Se ve que el choque de la anterior carrera fue tan fuerte que afectó al motor y al fondo plano. Así que los van a cambiar, haciendo que salga último. Lo que más me jode es que el fondo plano en la anterior carrera era nuevo, y van a tardar unas cuantas semanas más en reconstruirlo de nuevo. Además, cuando fui ya habían hecho todos los cambios y me dijeron que no podré hacer las primeras dos prácticas por esto. Entiendo perfectamente que los responsables de eso son ellos, pero es mi coche y mi puta carrera, y tengo cierto derecho de plantear lo que podríamos hacer y que me tengan en cuenta en la toma de decisiones.

Yuki no sabía qué decir. Pierre parecía muy enfadado, y le parecía normal. Él sabía que el carácter de su novio era muy explosivo, y más si se trataba de su profesión.

- Hey, cariño, mírame - Dijo lo más calmado posible, haciendo que los ojos azules del otro le miren. - Ahora ya está todo hecho, no se puede cambiar nada. Las normas son las normas. Entiendo tu enfado, y ellos no lo han hecho bien al no tenerte en cuenta. Pero siendo justos, creo que tú también habrías elegido esa decisión, y seguro que ellos han pensado en eso. Al final ellos son los profesionales que controlan más sobre el tema, y esa suele ser la decisión correcta. Lo único que puedes hacer ahora es mañana ir, hablar con ellos, decirles qué te ha molestado y esperar a que, si hay una próxima vez, te avisen antes de tomar la decisión.

Pierre asintió, un tanto triste todavía, y volvió a fijar su vista en el plato, jugando con un tenedor con el huevo frito. Yuki, en cambio, estaba relajado. Él sabía que aunque no había dicho lo que el otro quería escuchar, dijo lo que pensaba lo más sincero posible. Él sabía que en ese momento Pierre necesitaba escuchar otra opinión más objetiva para olvidarse del tema y hacerlo lo mejor posible en la carrera.

Esa noche fue la primera vez de las que habían pasado juntos en la que no se dormían uno pegado al otro. Los otros días parecía que, si alguno soltaba al otro, se esfumaría para siempre y por eso se mantenían abrazados. Pero esta vez no. Pierre fue el primero en acostarse, y se tumbó en una esquina. Yuki, en cambio, se quedó recogiendo la mesa, vio un capítulo de una serie de Netflix y se fue a la cama, encontrando a un dormido francés.

It's not the end of the story - YukierreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora