26. DIDN'T LOVE THEMSELVES

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Una notificación en la pantalla hace que Pierre agarre el teléfono justo después del último mensaje de Yuki.

"¿Y tú qué tal estás?" Le escribió el japonés.

El corazón de Pierre dió un vuelco. "Se preocupa por mí" pensó.

Abrió el mensaje dispuesto a responder cuando un toque en la puerta lo distrajo. ¿Quién podría ser? Todos sus conocidos estaban en la carrera en aquel momento. Dejó el móvil en la cama, donde estaba tumbado antes, y se dirigió hacia la puerta principal. Lo malo de esos hoteles es que la mayoría no tenían mirilla, por lo que debía enfrentarse sin idea de la otra persona.

Abrió la puerta a la mitad, lo justo y necesario para que él y el que estaba fuera se viesen mutuamente.

- Señor Gasly. - Dijo un chico joven que no conocía de antes. Por su vestimenta podía adivinar que trabajaba ahí.

- Soy yo.

- Han dejado esto en recepción para ti, señor. - Sube la mano y le entrega una caja, del tamaño de una de zapatillas.

"¿Quién habrá podido entregar esta caja ahora?"

- ¿Se puede saber de quién es?

- Han sido dos chicas jóvenes, han ordenado para que te lo diésemos lo antes posible.

Pierre revisa mentalmente una lista de chicas que conoce que estén aquí, y no se le ocurre nadie. Ahora le picaba la curiosidad por ver qué había dentro de aquella caja misteriosa.

- Pues muchas gracias. - Dijo el francés, cogiendo la caja en sus manos y entrando a su departamento.

Dejó la caja en la mesa del comedor y, sin esperar a sentarse, empezó a abrirla. Estaba cubierto por un papel blanco con puntos amarillos y rojos. A ver si iba a ser su cumpleaños y no lo sabía. Primero intentó arrancar los celos, pero no podía con sus uñas recién cortadas. Entonces optó por arrancar el papel por los costados, y esta vez el papel cedió.

Una vez deshecho del papel de regalo, abrió la tapa, encontrándose con bolas de espuma de todos los colores y, encima de estos, una nota. A primera vista, la nota estaba escrita con bolígrafo azul, y la letra era muy bonita, típica de mujer.

"Hola Pierre:

Nos hemos enterado que no asistirás a la carrera porque estás enfermo. Debido a eso, mi amiga y yo hemos decidido darte esto para que te mejores y que te sientas mejor.

Que te recuperes

Fan A y Fan M"

Pues al final sí que era de unos fans.

Dejó de lado la carta e investigó más a fondo la caja para ver lo que contenía. Apartó las bolas para encontrarse con un montón de medicamentos, para la fiebre, para el dolor, para el vómito, para mareos... eso parecía la consulta de un doctor.

"Quizás mentirle a los fans no haya sido la mejor de las ideas ¿ahora qué hago yo con todo esto?" pensó.

Guardó algunos sobres como los de mareos en la maleta porque le podía servir para el vuelo, pero no se podía llevar todo. Por eso, con mucha pena, tiró algunos líquidos, que tampoco podría haberlos metido en el avión.

Después de ordenar un poco lo de la caja y las bolas de espuma tiradas por el suelo, se sentó de nuevo en la cama e, inconscientemente, cogió el móvil como ya era costumbre. Entonces recordó.

"Ostia, Yuki"

Se había concentrado tanto en el regalo que la conversación con su compañero había pasado a segundo plano, hasta ahora.

IT'S NOT THE END OF THE STORY - YUKIERREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora