It's not the end of the story - Yukierre

27. We saved

Cuando ambos entraron a la habitación y cerraron la puerta se miraron fijamente durante unos segundos, sin saber todavía cómo empezar a describir con palabras lo que sentían. Pierre se estaba lamentando del daño que le había hecho a Yuki durante todo este tiempo, y ya no podía aguantar más la culpa. La lástima que sentía por él al imaginarse intentando pelear por un amor que el otro no quería querer era inmensa.

Yuki, en cambio, se sentía avergonzado por reaccionar así. Siempre terminaba llorando y mostrando su lado más inseguro frente al otro.

- Perdón, soy un tonto. - Empezó el japonés, intentando limpiarse las lágrimas que no paraban de caer de sus ojos. - Me siento estúpido.

Pierre negó rápido con la cabeza mientras que en su garganta se empezaba a formar el mismo nudo que Yuki tenía desde hace unos minutos. No quería llorar, pero ver al amor de su vida sufrir así por su culpa... era simplemente horrible.

- Yo soy el tonto aquí, el imbécil que ha jodido todo en nuestra relación. - Dijo el francés, apartando la mirada de aquellos ojos azabaches. Estaba demasiado avergonzado. - Yo he tenido la culpa, siempre que he querido algo se estropea. Mi cabeza y corazón nunca han sabido ponerse de acuerdo, causando que termine rompiendo con todo por no saber elegir. - La voz del francés se iba rompiendo poco a poco. - Si te hubiera dado la oportunidad de explicarte cuando lo necesitaste no hubiésemos llegado hasta este punto, pero he conseguido herirnos a los dos con mi comportamiento egoísta. - Susurró esta última frase, como si le hubiesen arrancado los sentimientos desde lo más hondo de su corazón.

Se estaba desahogando frente a alguien por primera vez en mucho tiempo, lamentándose de todo lo que pudieron haber sido, pero que no consiguieron. Yuki también tenía mucho que decir, por eso fue que tomó la palabra, viendo que el rubio no podía formular ninguna más.

- No puedes cargar con el peso de haber destrozado nuestra relación tú solo porque no ha sido así. Ambos hemos hecho las cosas igual de mal, y nos ha faltado comunicación. De parte de ambos. Habían veces que el orgullo nos podía y no sabíamos respetar al otro.

El japonés colocó su mano sobre el hombro del otro, mostrándole el apoyo que tanto necesitaba con una simple caricia. Pierre, como respuesta, levantó su cabeza por primera vez en la conversación, permitiéndole ver a Yuki las lágrimas que no paraban de salir de sus ojos, mostrándose así vulnerable frente a alguien por primera vez en mucho tiempo.

- No hay día en el que no me arrepienta de cómo te trate y de cuando no te dejé explicarte cuando lo necesitabas. Lo siento mucho, Yuki.

Esa última frase conmovió al japonés como nunca hubiera imaginado que lo haría. Esa es la disculpa que necesitaba escuchar desde hacía semanas. Más lágrimas siguieron cayendo por sus mejillas hasta llegar a la barbilla.

Pierre no se quedaba atrás, hablar sobre ese tema tan delicado y rememorar momentos duros de su relación lo puso realmente sensible, y apenas podía ver con todas las lágrimas que le caían de los ojos.

- Pero, aún y con todos esos errores que tuvimos, no nos hemos dejado de querer ni un solo instante ¿verdad? - Sentenció el de cabello oscuro, formulando sus pensamientos en forma de pregunta para asegurar que sea recíproco.

Miró al rubio en busca de alguna respuesta, y el leve movimiento de arriba abajo con su cabeza fue lo que buscaba. Entonces le agarró de las manos, sin intención de dejarlo ir.

- Las relaciones se basan en eso. - Continuó hablando el japonés. - En caer y tropezar una y otra vez, pero saber recomponerse en todas, apoyándote en tu pareja y estando juntos en los mejores y peores momentos.

En ese momento Pierre le quitó las palabras de la boca a Yuki.

- ¿Eso significa que, aunque hayamos pasado esta mala racha, podremos seguir adelante?