Yuki Tsunoda es el nuevo compañero de Pierre Gasly en la temporada 2021 de la F1. Al principio intentan acostumbrarse a la nueva realidad, aunque los problemas no pone fáciles las cosas entre ellos. Sin embargo, tras varios encuentros, sus sentimien...
Ahí estaba Yuki, en frente de la habitación de Pierre, pidiendo que lo dejase entrar.
- Cl-claro, pasa. - Tartamudeó el francés, apartándose y dejando que Yuki entrase a su habitación.
Estaba realmente nervioso, no sabía qué quería, pero supuso que la charla que estaba posponiendo se daría ahora. Estaba aterrorizado. No sabía cómo excusarse de aquel beso, sobre todo sin mentir.
Yuki cerró la puerta a sus espaldas, dejando a los dos mirarse cara a cara, sin nadie que les intervenga.
- Lo sient... - Empezó a disculparse Pierre cuando, de pronto, el otro le interrumpió.
- No, déjame hablar primero... por favor. - Aumentó un poco el volumen de su voz - Perdón, no quería subir el tono. - Se rascó la nuca. Cualquiera podía notar su nerviosismo. Cogió una bocanada de aire y empezó a desahogarse. - Lo único que te quiero decir es que siento muchísimo haberte tratado así de mal estos días. Pero estaba confundido. Ese beso me hizo plantearme muchas cosas. Creo que tú has hecho que la parte de mí que he estado intentando tapar desde pequeño saliera a la luz. La parte a la que le he tenido tanto pánico. Y siento que hayas creído que me ha molestado ese beso y por eso no te hablaba. La cosa es que... - hizo una pausa breve, dudando en si decirlo en voz alta - ...de hecho, ese beso me gustó más de lo que debería, y estaba muerto de miedo.
Al escuchar tal confesión la cara de Pierre reflejaba una sorpresa evidente. No podía creer lo que oía. ¿Sus sentimientos han sido correspondidos, o esto era un sueño? Y no por cualquiera, sino por Yuki, su compañero de equipo. Eso podría crear problemas en un futuro si algo fallaba en lo que sea que tuviesen. Pero eso no tenía relevancia ahora, porque lo único que le importaba era el presente. Y el presente era un nervioso Yuki confesándole sus sentimientos, a su manera. Así que Pierre no tardó ni un segundo en contestar, pero no con palabras.
Se acercó un poco al que tenía delante, quedando tan cerca que notó su piel erizarse cuando le agarró de las mejillas con ambas manos y le susurró un: "Je t'aime" para a continuación unir sus bocas en un largo y tierno beso. Por fin sentían que podían ser ellos mismos, aunque solo fuese en la intimidad de aquel dormitorio. Beso que pasó de tranquilo a hambriento a base de segundos. La tensión entre ellos dos creció al momento, notándose las ganas que se tenían desde hace semanas.
Pierre no tardó en añadir su lengua para profundizar el beso. Ahí se dio cuenta que la boca del japonés sabía un tanto amarga por el alcohol, por lo que dudó de si estaba completamente sobrio como para saber lo que hacia.
El rubio no quería interrumpir el beso por nada en el mundo, pero tenía que preguntárselo. No podía permitirse aprovecharse del estado de vulnerabilidad de su compañero.
- ¿Has bebido? - Preguntó al fin, únicamente separando sus bocas un par de centímetros.
- Un poco... - Respondió con la respiración entrecortada - pero no te preocupes que soy consciente de lo que hago, solo era para llenarme de valor.
Sintiendo la respuesta suficiente, Pierre no quiso esperar más y siguió besando los labios rojizos de su compañero. Las manos de Yuki se desplazaron por toda la espalda del rubio, hasta terminar en su cintura, para después hacer un poco de presión, creando fricción entre sus partes. Mientras, una mano de Pierre terminó enlazado en el pelo del otro, y la otra seguía en su mejilla, aumentando la pasión del beso.
Después de un par de minutos de puro fuego los dos querían más, por lo que Pierre le agarró por la cintura y lo levantó, haciendo que Yuki enlazara las piernas en su espalda. El camino hasta la cama era corto, y al llegar a la Pierre lo dejó tumbado. Mientras, él se quitaba su camiseta, bendiciendo los ojos del japonés en el acto, y se tumbó encima de él volviendo a atacar sus labios. Esta vez le tocaba a Yuki quitarse la camisa, pero Pierre se encargó de ello, tirando de ella y quitándosela en un hábil movimiento. También se quitaron los pantalones, dejando a los dos en ropa interior.
- ¿Quieres seguir? - Preguntó el francés antes de empezar, porque no quería ningún malentendido. Sus labios estaban rojos e hinchados por todos los besos, incluso tenía una marca en el cuello. Y Yuki era el único responsable de eso, y la idea de crear eso en Pierre le encantó.
- Como pares te mato. - Se rió, pero sus ojos seguían brillando de deseo.
Ambos sonrieron y se siguieron besando, el primero que quedó completamente desnudo fue Yuki, y Pierre no pudo resistirse y se separó un momento de él para verle ahí, tumbado y a su disposición. Yuki sentía los ojos del otro traspasándole la piel, por lo que se tapó la cara con ambas manos de la vergüenza.
- No te tapes, estás hermoso. - Le dijo el rubio mientras agarraba suavemente la mano del otro y lo quitaba de su cara. - Creía que no me podrías llegar a gustar más, pero veo que me equivocaba. Estás precioso al natural.
Al otro se le escapó una pequeña sonrisa.
- Anda ya... pues con todo lo que te gusta de mi ya estás tardando en... ya sabes. - Los dos soltaron una carcajada, para después volver a besarse. Pierre empezó a bajar, creando un recorrido de besos que iban desde sus labios, pasando por su cuello, clavícula y abdomen, terminando en su pelvis. Cuando llegó a sus partes íntimas primero dejó unos besos alrededor, haciendo que el japonés se estremezca sobre las sábanas. Continuamente empezó lamiendo sus testículos, creando un sonido de completo placer en su compañero, lo que lo animó a seguir. Después pasó a su miembro, que estaba completamente duro. Eso le enorgulleció al francés, ya que le hizo pensar que eso lo había creado él. Empezó con un poco de miedo de hacerle daño, metiéndose tan solo la mitad en la boca, sacando un suspiro al menor. Pero cuando el moreno colocó su mano en su pelo, lo empujó a meterla casi entera. La habitación se llenó de tímidos gemidos que eran incontenibles.
En realidad esa era su primera vez con un hombre, así que, aunque estaba un poco nervioso, le gustaba, y mucho.
Ya terminó su tarea allí abajo, por lo que subió hasta que sus caras quedaron frente a frente.
- Voy a hacerlo ahora. - Susurró el mayor con una voz ronca, estirando su brazo para alcanzar el condón y el lubricante que tenía guardado en el cajón de la mesa de noche. Antes de meterla le dio un corto beso, para coger un poco de confianza y, así sí, meterla con cuidado, lo que sacó un suspiro a ambos. Empezó con un ritmo lento para que el japonés se acostumbrase, pero cuando este le pidió que podía aumentar la velocidad no lo dudó ni un segundo. Las estocadas se volvieron cada vez más bruscas y rápidas, sacándole unos gemidos que le volvía loco. De vez en cuando se acercaban para darse besos y así tragarse todas las voces que salían de esos labios.
Los sonidos de los gemidos y chapoteos no cesaron hasta que Yuki llegó al clímax, dejando su marca entre los cuerpos de ambos. Pierre tampoco tardó mucho más y se corrió dentro mientras llevaba el condón, sacándola lentamente y creando el último gemido de su compañero. Ambos exhaustos, tumbándose uno encima del otro.
Los dos se quedaron abrazados y sin ningún espacio entre sus cuerpos, todavía con la respiración acelerada. Yuki tenía encima a Pierre, que estaba boca abajo y con un brazo pasándole por su pecho.
- Te quiero - Susurró primero el francés, dejándole un beso en la mejilla.
- Yo también te quiero. - Recorrió su mano por su espalda, tocando y reconociendo cada músculo y centímetro de piel hasta que se quedaron dormidos.
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AAAAAAAAAHHHHH 🫠
Pues ya está. Aquí tenéis el tan ansiado capítulo. La verdad es que ya tenía ganas de escribir algo así, porque esto va a ser un antes y después en su relación.