Yuki Tsunoda es el nuevo compañero de Pierre Gasly en la temporada 2021 de la F1. Al principio intentan acostumbrarse a la nueva realidad, aunque los problemas no pone fáciles las cosas entre ellos. Sin embargo, tras varios encuentros, sus sentimien...
Ya pasó el tiempo entre un Gran Premio y el otro, así que, aunque su cabeza todavía estuviera hecho un lío por ese beso, no tenía otra que enfrentarse a sus temores y volver a ver a Yuki. Era evidente que todo sería muy incómodo para ambos, pero se tenían que apañar, al fin y al cabo eran compañeros.
No habían compartido ni un mensaje desde entonces. Pierre intentó escribir una disculpándose, pero al final no se atrevió a mandársela. Pasó varias noches en vela dándole vueltas a la situación, pero no consiguió ninguna salida en la que la relación entre los dos de AlphaTauri no se rompiera. Lo único que podía hacer era mentalizarse para lo peor.
Ese jueves llegó a Barcelona, dispuesto a dar todo en el GP. Primero se alojó en el hotel como ya era costumbre, y después se fue a hacer las entrevistas que tenía pendiente.
Las preguntas y respuestas le tomaron gran parte de la tarde, lo cual no le dejó tiempo para visitar la hermosa ciudad de España. Pero la idea de descansar también le gustó. Al final, los viajes en avión siempre lo dejan reventado físicamente, y la situación con su compañero de equipo ya lo tenía destrozado mentalmente. No coincidió con él en ningún momento, cosa que agradece infinitamente. Sabe que las cosas entre ellos dos ya está más que rota y que el japonés le odia, pero aplazaba el encuentro para que sus temores todavía no se hicieran realidad.
El siguiente día no tuvo tanta suerte, porque ya empezarían con las prácticas, y tuvo que hablar con él. Nunca a solas. Siempre había algún mecánico entre ellos, lo que les impidió comentar algo de su último encuentro. Pero lo que sí que notó fue que estaba muy distante, y contestaba a todo con monosílabos como "sí" y "no". Tampoco le miró a los ojos ni una sola vez. Se notaba que él tampoco quería hablar de lo sucedido, y entre prácticas y charlas con los directivos el viernes se le pasó volando.
El sábado era el día que se decidiría la parrilla de salida de mañana, como siempre. Pierre dio lo mejor de sí. Él se quedó en la Q2, dejándole en la posición 12 para mañana. Su compañero, en cambio, quedó eliminado en la Q1, quedando en la posición 16. Pero estos resultados mediocres no se debían al coche, sino a que ambos pilotos eran incapaces de mantener su concentración en la pista. Todavía seguían sin dedicarse ni una sola palabra.
El domingo había llegado en un abrir y cerrar los ojos. Se notaba la tensión en el paddock. Todos estaban muy nerviosos. Antes de la carrera siempre tenían un rato a solas para concentrarse, tiempo en el que Pierre aprovechó para intentar acercarse a Yuki. Quería que su prioridad fuese solo la carrera, y no podía conseguirlo si la imagen de él besando a Yuki no se esfumaba de su mente. No sabía qué decirle, ni cómo. Pero se le daba bien improvisar.
Dio vueltas por todo el garaje buscando al japonés, y después de unos minutos lo encontró sentado en el suelo de un cuarto vacío. Yuki, que estaba meditando para la carrera de ahora, escuchó los pasos del francés acercarse, pero se levantó y se fue antes de que el otro se sentase al lado suyo. Sin ninguna explicación. Sin ninguna palabra. Sin ninguna mirada. Pierre se quedó atónito por unos segundos. No creía que Yuki sería capaz de dejarle así, pero se equivocaba. Tampoco lo culpaba. Entiende que él es el idiota y tiene la culpa de todo lo que está pasando. Entiende que él es el que siempre la jode y luego va por detrás suplicando un perdón. Lo entiende perfectamente. Así que decidió alejarse un poco de él, darle el espacio que necesitaba para esta carrera. No quiere causar más daño del que ya ha hecho. Ni a Yuki ni a él mismo.
La carrera ya comenzaba. No empezó mal, al principio un auto se le adelantó, quedando 13°. Pero eso no era nada comparado con la avería que sufrió Yuki con el coche, que le dejó fuera de la carrera. Eso motivó a Pierre a reunir fuerzas para intentar hacer lo que su compañero ya no podía, por los dos. Consiguiendo así superar a los demás y terminando la carrera en una décima posición y consiguiendo un merecidísimo punto.
Al terminar la carrera todos los pilotos llegaron a una sala donde todos hablaban con todos. Ahí sí que Pierre estaba decidido, así que fue a donde un distraído Yuki, que no lo vio acercarse.
- Hey - Habló primero el francés. - Mala suerte lo de tu coche. Se ve que este no es nuestro año.
- Hola... - Saludó con nerviosismo en su voz, mirando a cualquier sitio menos a los ojos azules de enfrente - Sí, la verdad es que es una mierda no terminar una carrera por algún fallo del coche.
- Lo es.
Un incómodo silencio se creó entre ambos, únicamente escuchando de fondo los gritos provenientes de la grada. Pierre quería comentar lo del beso. Quería decirle que no volvería a ocurrir, que fue un error, pero tampoco quería empeorar las cosas recordando ese momento. Y, en el fondo, Pierre quería que volviese a pasar. Pero algo consensuado y que ambos estén de acuerdo, así que tampoco quería decir que no ocurriría cuando no estaba seguro de si podría controlar sus impulsos al tenerle tan cerca.
- Bueno, pues ya nos veremos. - Terminó diciendo el pelinegro, alejándose con prisa y sin dar tiempo al otro para despedirse.
...
Ya era de noche y Pierre acababa de salir de la ducha. Se puso unos pantalones negros cortos y una camiseta blanca de tela fina, tumbándose en la cama con la intención de estar un poco con el móvil y dormirse. No tenía mucha prisa porque mañana tenía el día libre, día que aprovecharía para visitar la ciudad, y el martes ya despegará hacia su casa.
Pasaron pocos minutos desde que empezó a indagar en sus redes sociales hasta que alguien llamó a la puerta. No esperaba ninguna visita, y menos a esa hora que era cuando todos estaban en la fiesta. Todavía tenía el pelo mojado, aunque se lo movió un poco para estar presentable. Abrió la puerta esperando a Charles o Carlos tras ella, presionándolo para ir a la fiesta a la que no tenía ganas de unirse.
Lo último que se esperaba era ver a Yuki tras la puerta, vestido con unos pantalones largos y una camisa negra de tela fina. La cara de confusión de Pierre se notaba desde lejos. Ya no sabía ni qué pensar. ¿Vendría a escuchar sus disculpas? ¿Rompería la amistad que habían construido? ¿Le contaría a todos lo sucedido?
- ¿Me dejas pasar? Por favor. - Pidió el japonés con una expresión indescriptible en su cara.
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Y continuará... jajajjsja
Yo creo que el próximo capítulo os va a gustar mucho😏... solo esperad y ya lo veréis.
