The Chronicles of Narnia Universe -- Enchanted.
"My thoughts will echo your name, until I see you again" - Enchanted, Taylor Swift.
Prince Caspian x OC.
The Chronicles of Narnia Fanfiction.
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JOANNE DESPERTÓ más temprano, Susan y Lucy aún no lo hacían. La castaña sabía que su rostro era un desastre, así que, con cuidado, tomó su vestido y sus botas y salió de la habitación.
— Señorita Barnes. — Llamó la Sra. Macready desde el pasillo. Joanne giró a verla — ¿Qué hace usted despierta?
— Buen día Sra. Macready, desperté temprano, iba a buscarla para ver si podía ayudar en algo. — Dijo Joanne, siendo lo único que se le había ocurrido.
Al parecer la Sra. Macready le creyó, así que Joanne rápidamente fue al baño a lavarse y cambiarse para acompañar a la mujer a la cocina.
— Podría ayudarme a preparar el desayuno, si no le importa. — Le dijo la Sra. Macready a Joanne.
Joanne negó rápidamente y se acercó a lavarse las manos, prefería tener la mente ocupada antes de pensar en su soledad.
— Para nada, yo encantada de ayudar. — Le comentó Joanne.
Después de ayudar a preparar el desayuno, la Srita. Macready fue a despertar a los Pevensie. Joanne se quedó a esperarlos en el comedor, ya sentada en su asiento.
— ¡Joanne! — Saludó Lucy mientras entraba a la cocina.
Joanne dio un saltito gracias a la voz de Lucy, la había asustado.
— Buenos días, Lucy — Le dijo Joanne.
Seguida de Lucy, entraron Susan y Edmund; la chica fue la única que saludó. Después entró Peter, este tenía el cabello despeinado y un notable rostro de cansancio.
— Buen día — Saludó Joanne. Ahí Peter levantó la vista.
— Buen día Joanne — Dijo con una sonrisa.
Todos se sentaron en la mesa para desayunar, Joanne no habló mucho durante la comida, por más que los hermanos quisieran conversar.
— ¿Dormiste bien Joanne? — Le preguntó Peter.
Joanne, que jugaba con su plato de comida, levantó la vista.
— Oh claro, muy bien. Gracias Peter — Respondió Joanne, un poco distraída.
Los mayores Pevensie se observaron con duda, ya que, ambos la habían escuchado llorar la noche anterior. Pero no quisieron incomodarla.
El desayuno siguió su curso en silencio, solo el ruido de los cubiertos sobre el plato. En cuanto terminaron, cada niño recogió su plato y lo llevó al fregadero para después, salir de la cocina.
Joanne se quedó un rato más ahí, igual de despistada que antes. Se acercó al fregadero y colocó sus manos sobre él, dejó que el agua corriera por el grifo y se mojó el rostro.
— Joanne...
La chica levantó la vista y se sobresaltó, a su lado estaba Peter.
— Peter me... — La respiración de Joanne se inestabilizó — Me asustaste.
