Capítulo 12

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JOANNE observaba a Narnia desde la ventana de su habitación en Cair Paravel

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JOANNE observaba a Narnia desde la ventana de su habitación en Cair Paravel. Sirenas saltaban y la luz del Sol alumbraba con fuerza.

La castaña había tenido tiempo suficiente para recargar energías y descansar, pero ya era tiempo de prepararse.

Elina y Lilah, las dríadas que ayudaron a Joanne en el campamento de Aslan, entraron a la habitación para preparar a la chica. Elina la ayudaba a colocarse un vestido color amarillo con detalles rojos, mientras Lilah peinaba a Joanne con una trenza.

La habitación de Joanne era enorme, más grande que la que compartía con Lucy y Susan en casa del profesor. Era de un color perla brillante, con candelabros de cristal colgando del techo. Pero lo que más llamaba su atención, era la magnífica vista a toda Narnia.

— Gracias, Elina. — dijo Joanne cuando esta dejó listo su peinado.

— Es un placer, su majestad. — Contestó con una reverencia.

— El vestido es precioso, gracias Lilah. — dijo Joanne con un toque de nerviosismo en su voz.

Joanne tembló, y las dríadas lo notaron.

— ¿Se encuentra bien Majestad? — Contestó Lilah al ver que Joanne se había puesto pálida.

La futura reina soltó un suspiro y relamió sus labios.

— Yo... no sé si estoy lista. — Confesó la chica con miedo. — ¿Podré ser una buena reina? Yo, no sé si...

— Lo será, Majestad. Usted nos protegió de la Bruja Blanca y luchó a lado de Aslan para cuidar de Narnia. Está lista. — Le dijo Lilah con un toque de esperanza en su voz.

— No podríamos tener mejor líder que usted, Majestad. La reina de la caza, usted está lista para reinar. — Siguió Elina.

Los ojos de Joanne se cristalizaron por la emoción, nunca hubiera creído que sería la nueva líder de una nación, la próxima reina de Narnia.

— ¿Están seguras de querer a una reina como yo? — Les dijo Joanne con la voz cortada.

La castaña tenía miedo; miedo de no saber cómo reinar, de tomar malas decisiones, de llevar a su nuevo pueblo a la ruina. Joanne tenía miedo de fallarles.

— Usted majestad, es mejor de lo que podríamos pedir. Será un honor tenerla de reina.

Un sentimiento de esperanza llegó a Joanne, estaba lista para reinar con el corazón.

***

Joanne caminaba por el castillo con una enorme sonrisa, todo Narnia estaba trabajando en los últimos detalles para la coronación que sería al día siguiente.

— Artemis. — Llamaron a sus espaldas.

La castaña sonrió, ya que, el único que la llamaba así era Aslan.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 - 𝔏𝔞𝔰 𝔠𝔯𝔬𝔫𝔦𝔠𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔑𝔞𝔯𝔫𝔦𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora