Capítulo 10

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LUCY se encontraba acostada en las piernas de Joanne, y Joanne recargada en el hombro de Susan

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LUCY se encontraba acostada en las piernas de Joanne, y Joanne recargada en el hombro de Susan. Peter cortaba el pasto con sus manos con nerviosismo, y Edmund permanecía en silencio.

La carpa se abrió, y de ella salieron la Bruja Blanca y Aslan. Joanne, los Pevensie y todos los narnianos se pusieron de pie y retomaron sus lugares.

La Bruja Blanca caminó hacia su transporte no sin antes, dedicarle una ruda mirada a Edmund.

— Ha renunciado a su derecho de la sangre del hijo de Adán para siempre. — Anunció Aslan.

Joanne, los Pevensie y los narnianos celebraron con euforia la noticia. Lucy le sonreía a algunos centauros, Joanne y Susan se abrazaron y Edmund y Peter hicieron lo mismo.

— ¿Cómo sabré qué cumplirás tu promesa? — Interrumpió Jadis la celebración, mientras se subía a su transporte y esperaba de pie la respuesta del león.

Ahí, el Gran Aslan rugió con tanta fuerza, que la Bruja Blanca se sentó de golpe, logrando que todos volvieran a celebrar.

Joanne se alejó un poco de los hermanos Pevensie para verlos mejor, los cuatro se encontraban abrazados y eso enterneció a la castaña.

Edmund conectó miradas con Joanne, y se separó un poco de sus hermanos para acercarse a ella. La castaña se sorprendió cuando el azabache la había rodeado con sus brazos.

— Gracias, Jo. — Le dijo Edmund aún abrazándola.

Joanne enternecida, abrazó con la misma fuerza a Edmund. Tal vez, todo cambiaría desde ahora.

La Bruja Blanca se fue, Edmund estaba a salvo, los narnianos celebraban con los hermanos Pevensie... y Joanne observó al gran león.

Aslan tenía la mirada en el suelo con tristeza, después de un gran suspiro el león conectó miradas con Joanne. La castaña lo observó con preocupación, mientras Aslan la veía sin ninguna expresión.

El león soltó un suspiro, y entró con tristeza a su tienda, dejando a Joanne confundida.

***

La noche había caído en Narnia y Joanne daba vueltas sobre su cama con impaciencia. No podía dormir, así que se levantó y empezó a caminar por toda su carpa.

Joanne observaba cada detalle de esta; la cama estaba en el centro, frente a ella un pequeño sillón y alrededor cojines, ropa y armas para la castaña.

La chica se puso en alerta cuando escuchó una rama crujir fuera de la carpa; rápidamente tomó su arco y su flecha y se preparó para cualquier ataque.

Joanne frunció el ceño al ver la inconfundible figura del león caminando fuera de su carpa.

— ¿Aslan? — Rápidamente Joanne se sacó el pijama y se cambió de ropa, se colocó sus botas y una capa. Tomó su arco, su carcaj y su brújula y salió con cuidado de la carpa. — ¿Adónde vas? — Susurró Joanne al ver a Aslan entrar hacia el bosque.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 - 𝔏𝔞𝔰 𝔠𝔯𝔬𝔫𝔦𝔠𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔑𝔞𝔯𝔫𝔦𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora