Capítulo 6

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LA PROTECTORA no volvió a dormir esa noche

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LA PROTECTORA no volvió a dormir esa noche. Decidió quedarse haciendo guardia junto con Taurus y otras criaturas.

El cielo aún estaba oscuro, y Joanne comenzaba a cabecear gracias al cansancio que su cuerpo mostraba.

— El cuerpo también nos habla. Tienes que descansar. — Dijeron a sus espaldas. Era Caspian.

Joanne, al escuchar la primera palabra del telmarino se puso en alerta. Cuando se dio cuenta de que era él, se relajó un poco.

— Prefiero esto a que estando dormida me ataques a mi o a mi pueblo. — Expresó Joanne con coraje.

Caspian soltó un suspiro y se acercó poco a poco a Joanne, quedando sentado a un lado de la castaña.

— Yo no voy a dañarte, ni a tu pueblo. Lo que quiero es ayudarlos. — Le dijo el telmarino.

Joanne soltó un bufido.

— ¿Quieres dejar de decir eso? — Tiró Joanne con coraje. — Estoy cansada de que tu única excusa sea que quieres ayudarnos y que no eres igual a todo ese grupo de asesinos.

Caspian quedó perplejo ante la dureza y coraje con la que La Protectora hablaba. Después de tanto tiempo sola, para La Protectora era difícil confiar en alguien que aparentemente busca dañar a su pueblo. 

Joanne Artemis Barnes tenía mucho coraje dentro de su ser, y eso no la ayudaba a pensar con claridad. Para ese punto, Joanne ya estaba de pie.

— No fue culpa mía. — Susurró Caspian.

— La sangre de los culpables corre por tus venas, y eso te hace parte de ellos. — Tiró Joanne.

Caspian se levantó de su lugar y observó a Joanne, la castaña no permitió sentirse intimidada frente a la dura mirada del telmarino.

— ¡No fue culpa mía! — Gritó Caspian. — ¡Te busqué! ¡Soplé el cuerno para tener tu ayuda! ¿Y qué es lo que consigo? Que tú también me creas culpable.

— ¡Por que lo eres! — gritó Joanne. — Si tu gente no hubiera llegado, Narnia seguiría siendo un lugar de paz y armonía. Pero no... ¡Vinieron a arruinarlo todo porque querían mi trono y a mi pueblo!

— ¡No es culpa mía que por tu actitud de reina mimada y testaruda tu pueblo haya sido atacado! — Tiró Caspian.

El rostro de Joanne cambió rápidamente a uno de absoluta sorpresa e indignación. En algún momento la castaña llegó a sentirse culpable por el derrumbe en Cair Paravel y todos esos narnianos que no pudo proteger, y lo sabía, Joanne sabía que había sido culpa suya.

— Lo sé. Y no te imaginas lo mucho que me arrepiento por no haber dado más por protegerlos. — Le dijo Joanne a Caspian.

— No, espera yo...

Joanne no dejó hablar a Caspian, La Protectora salió de ahí para refugiarse en otro lugar.

Esa noche, por primera vez Joanne Artemis Barnes, le lloró a su pueblo con arrepentimiento.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 - 𝔏𝔞𝔰 𝔠𝔯𝔬𝔫𝔦𝔠𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔑𝔞𝔯𝔫𝔦𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora