Capítulo 9

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JOANNE salió de su carpa después de un largo bostezo, ya estaba vestida y peinada; además tenía su arco en la espalda, lista para practicar, aunque el cansancio en su cuerpo era visible

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JOANNE salió de su carpa después de un largo bostezo, ya estaba vestida y peinada; además tenía su arco en la espalda, lista para practicar, aunque el cansancio en su cuerpo era visible.

— Buen día, Majestad. — Dijeron a sus espaldas, era Lilah, una de las dríadas que ayudaba a Joanne.

— Hola Lilah... — Antes de que Joanne pudiera preguntar por los Pevensie, Lilah le respondió.

— Si busca a los otros reyes, están almorzando frente a la carpa de las reinas Susan y Lucy. — Dijo Lilah señalando a lo lejos una de las carpas.

— Muchas gracias, Lilah. — Respondió Joanne. Lilah le hizo una reverencia a la castaña y se retiró, mientras Joanne iba hacia los Pevensie.

En el corto camino que recorrió Joanne, cada uno de los narnianos le dedicaban una reverencia; a lo que la castaña sólo podía responderles de la misma forma.

Joanne vio a Peter frente a la carpa de Susan y Lucy, lo saludó con la mano y este le correspondió. La castaña siguió su camino hacia donde se encontraba su amigo y en cuanto llegó a un lado de Peter, volteó hacia el mismo punto donde él observaba.

— Edmund... — Susurró Joanne a un lado de Peter.

En la colina, el azabache se encontraba charlando con Aslan y Joanne sonrió con emoción al verlo. La castaña desvió su vista a Peter y le dedicó una sonrisa.

— Está de vuelta Peter, tu hermano está de vuelta. — Le dijo Joanne al rubio, que después, le dedicó una sonrisa a la chica.

— ¡Edmund! — Una pequeña voz los interrumpió. Era Lucy.

Peter colocó un brazo frente a la pequeña, para impedir que fuera con su hermano; ya que, seguía charlando con Aslan.

Los cuatro vieron como el león y el chico giraron en su dirección, Aslan le dio unas últimas palabras a Edmund y este, empezó a descender de la colina.

Edmund llegó frente a los niños, y sonrió con vergüenza. Aslan se colocó a un lado de él y les habló.

— Lo hecho, hecho está. No hay necesidad de hablar con Edmund sobre el pasado. — Pidió el sabio Aslan para luego marcharse.

— Hola. — Susurró el azabache con nerviosismo, no sabía cómo iban a recibirlo después de su traición.

La pequeña Lucy abrazó a su hermano con fuerza, mientras él sonreía y acariciaba su cabello. Susan se unió al acto.

— Me da mucho gusto que estés aquí, Edmund. — Le dijo Joanne al azabache. — ¿Cómo te sientes?

— Gracias, Jo. Un poco cansado, es todo. — Edmund le respondió con una sonrisa, para después separarse de sus hermanas y mirar al mayor.

— Duérmete un rato. — le dijo Peter mientras señalaba con la cabeza una de las carpas.

Edmund asintió y empezó a caminar con lentitud, tal vez, esperando otra reacción de su hermano.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 - 𝔏𝔞𝔰 𝔠𝔯𝔬𝔫𝔦𝔠𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔑𝔞𝔯𝔫𝔦𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora