Capítulo 1

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JOANNE se encontraba sentada en un tronco jugando con su brújula, esta vez no deseaba respuestas, solo quería vaciar su mente de tanta preocupación

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JOANNE se encontraba sentada en un tronco jugando con su brújula, esta vez no deseaba respuestas, solo quería vaciar su mente de tanta preocupación.

La Protectora solamente pensaba en el llamado del cuerno de Susan, para Joanne tenía sentido, ya que, el cuerno de La Benévola nunca fue hallado.

— ¿Quién posee tu cuerno Susan? — preguntaba Joanne a sí misma, mientras observaba su brújula. — ¿Y si eres tú? ¿Y sí...?

La castaña volvió a observar su brújula y la acercó a su pecho, cerró los ojos y después de tomar aire pensó en Susan.

— Necesito encontrar a los otros reyes. — Pidió Joanne en un susurro. — Por favor.

Y el artefacto comenzó a girar con rapidez, Jonne abrió los ojos al escuchar el sonido de las agujas y prestó atención.

La aguja de la brújula no dejaba de girar, pero una pizca de esperanza recorrió el cuerpo de la reina, porque estaba deseando encontrarlos.

— Por favor...

Pero la aguja no se detuvo. Joanne cerró con frustración su brújula y la guardó en su capa.

— ¡Majestad! — La llamó un enano. Joanne posó su vista en él, dedicándole una sonrisa.

— ¿Qué sucede?

— Recorrimos la zona y hay más tropas enemigas, parece ser que buscan algo. — Explicó preocupado.

Joanne se mordió el labio nerviosa. Sabía exactamente qué buscaban.

— A nosotros. — El enano asintió.

— Aquí estamos seguros Majestad, solo hay que ser discretos. — Se atrevió a decir un centauro.

Joanne negó con la cabeza.

— No lo entienden. — Dijo mientras caminaba e intentaba observar a cada criatura. — Mi deber es protegerlos, no hacer que teman. Debemos buscar una solución. Yo deseo que ustedes sean libres.

La Protectora estaba segura de sus palabras, todos estos años gobernando Narnia la hicieron amar a su pueblo y no estaba dispuesta a fallarles.

— ¿Quién está dispuesto acompañarme a un recorrido? — preguntó la castaña con fuerza. Los narnianos levantaron sus armas.

Joanne sabía que todo mejoraría.

***

Finchley.

Susan Pevensie estaba frente a un puesto de revistas. Se encontraba cerca de la estación de trenes, ya que, en unos minutos debía reunirse con sus hermanos.

En ese momento un chico con lentes se acercaba tímidamente a ella.

— Hola. ¿Vas a Saint Finbar? — preguntó el chico a Susan.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 - 𝔏𝔞𝔰 𝔠𝔯𝔬𝔫𝔦𝔠𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔑𝔞𝔯𝔫𝔦𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora