~59- quiero ser libre~

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Porque el público lo pidió

La historia de Francia, en este libro va a narrar Francia, así que iniciemos.

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Desde que llegue a este infierno no e podido descansar, no se si este era mi sueño, o es una pesadilla, mi madre me vendió a unos tipos a un valor muy alto ¿porque? Aun no lo sé, no se que e hecho yo para que me ocurriese todo esto, los señores no me han echo nada malo, no me han golpeado, tocado, seducido, nada que cualquiera puede pensar, solo que agarraron todos mis diseños y se los entregaron a unas mujeres, pues me estaban ocupando de negocio, me sobre explotaban para que dibujara más diseños, esto era algo que me apasionaba, pero ahora lo odiaba, odiaba tener que ver la maldita hoja en mi escritorio y los malditos lápices, todos los malditos días, llevaba como un año encerrada y no podía hacer nada, en aquel momento estaba sentada, pensó en que hacer, pero estaba bloqueada, algo me sacó de mis pensamiendo cuando la puerta se abrió.

-no has dibujado nada en toda esta semana, como planeas que vamos a surgir así? Por algo pagamos por ti- dijo un hombre entrando a la habitación molesto, si tenían varios diseños por hacer, pero de igual manera presionaban les gustaba presionarme.

-tienen demasiados diseños, terminen esos, además de que sacan que siga y siga dibujando si ustedes no han mostrado ninguno de mis diseños- dije molesta levantándome de mi silla -ademas yo no quiero seguir encerrada en este lugar haciendo nada más que dibujar, quiero ir a darle vida a mis creaciones- dije con algo de inspiración, anelaba salir y hacer yo mis vestidos.

-crees que nadie a visto "tus" creaciones? Pues te respondo, tus creaciones en este año han viajado por todo el mundo- dijo aquel hombre, quede sorprendida, todo el mundo la han visto, y como yo no sabía nada?

El hombre río y luego me tiro un diario al suelo, lo agarre y era una noticia, había una mujer modelando uno de mis diseños y diciendo que "ella" creo todo, no, no podía ser real.

-son mis creaciones! A mi deberían admirar! Soy yo quien debería  estar en esta portada, no a esa maldita traidora, y puta barata, SON MIS CREACIONES!- dije con ira y al borde del llanto, aquella mujer que estaba ahí la conocía, ella fue quien mandó a los hombres a comprarme, siempre buscaba como enojarme, siempre la odie y ahora más que nada.

-agradece que tus diseños por lo menos son vista por el mundo, y los admiran, solo que, eres tu quien está... em... eres quien es invisible al mundo- dijo aquel hombre con una sonrisa burlesca.

En un momento de ira fui donde aquel hombre y lo golpe en la cara bastante fuerte rompiéndole la nariz, tenía las intenciones de seguir golpeándolo pero tenía una mezcla de emociones dentro de mi, ira, tristeza, angustia, y algo feliz de que mis diseños eran reconocidos, pero esa no era yo, no aguanta más las lagrimas y estalle tirándome al suelo de rodillas mientras golpeaba el suelo, esa no era yo ¿porque? ¿¿Ahora que podría hacer? Si salgo al mundo y digo que son míos nadie me creerá, todos me tratarán de mentirosa.

-voy a traerte a la jefa para que te controle- dijo el hombre limpiando la sangre de su nariz mientras se levantaba para salir.

-pues traela!- le grite con ira -ese es mi trabajo... mis diseños...- dije luego entre susurros, estaba llorando con fuerza, mis sueños... habían caído por la borda tan fácilmente, porque fui tan idiota.

-pues desahógate con ella, adios- dijo el hombre saliendo mientras seguía tratando de parar el sangrado de su nariz

Mientras que yo seguía en el suelo tirada, ahora no podré ser diseñadora, todas mis creaciones se la han robado todas, cada una de ellas, porque no lo pensé antes, soy una idiota, desearía volver con los chicos... eso es... ellos vieron mis creaciones cada una de ellas, espero que ellos hagan que todo esto salga a la luz, confío en ellos, por favor...

A la mañana siguiente me desperté, estaba en el suelo, al parecer me quedé dormida llorando, miré mi habitación y estaba todo tal cual, debía humillar a la jefa, y ya se como, agarre todos mis lápices y trate de crear un diseño fabuloso, más de lo que eran mis demás diseños, quise inspirarme en lo que más amo de este mundo, las rosas blancas, la lluvia, las estrellas, el río, los libros, pero sobre todo, los chicos, no es que este enamorada de uno de ellos, si no que cuando los conocí me sentí más feliz, me sentí más segura, así que sin más cree mi diseño, era uno de los mejores que había realizado, para luego esconderlo debajo de mi cama, en ese instante se abrió mi puerta dejado ver a la jefa, sentí tanta ira aque me abalanzó sobre ella y la empecé a golpear, rápidamente otras personas escucharon todo y fueron a detenerme asujetandome de los brazos.

-maldita hija de puta, como te crees?!- dijo la jefa molesta con un moretón moretón la cara.

-no, tu eres la grandicima hija de puta, esos son mis trabajos, mis diseños, nisiquiera te molestaste en darme algo de crédito por lo menos, dile a todos que esos son mi trabajo- dije fortejeando mientras trataba de liberarme, pero me tenían inmóvil, no podía niquiera dar algún golpe.

-veo que te enteraste, dime ¿quien te dijo? No importa, que vas  hacer al respecto, ahora todos creen que es mi trabajo, mi sacrificio, mi obra de arte, mira estos hermosos diseños- me dijo la jefa para luego mostar uno de mis diseños -pues se ven mejor conmigo, no con una niñita estúpida como tu, crees que es un juego esto? Claro que te daré algo de paga, pero me necesitas para alimentarte, tener un vaso de agua cuando quieras, así que, quieres irte, pues vete- me dijo, vi la puerta, debía escapar, si salía no tendría a donde ir, y si mostraba algunos de mis diseños me tratarán de copiona o mentirosa -vez? Están tan necesitada-

-no, tu me necesitas a mi, mis diseños te hicieron lo que eres, si yo cruzo esa puerta, estarás perdida ya que no tendrás más diseños que realizar y será muy sospechoso que desaparecas de la nada- dije con firmeza y algo de furia.

-crees que no pensé en eso? Tengo las de 30 diseños tuyos guardados, y 40 que se están realizando en este momento, los guardo y los muestro al mundo poco a poco, no soy tonta Francia, pero al parecer, tu si, suelten la ahora- me dijo y luego me soltaron me dolían los brazos, pues me habían apretando demasiado fuerte.

Luego sin más me dejaron sola, baje la mirada y solté más lagrimas, soy una idiota, un fracaso total, tiene toda mi creatividad en su mano, soy una muñeca para ella, un simple juguete con el que puede jugar, solo quiero salir de aquí, quiero ser libre...

N°2 La Perdición De América // countryhumans Donde viven las historias. Descúbrelo ahora