Agarrados de la manos

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Universo alterno: instituto. Dioses y humanos estudiantes.

Y ahí estaban, por séptima vez en el día, en la oficina del director, ¿por que siempre terminaba en problemas? Aquella pregunta era constante en su cabeza, y la respuesta venía cada que miraba a su lado, el, su primer y mejor amigo desde la infancia, el chico más rebelde de la academia, pero sorprendentemente inteligente, aún no sabía cómo hacia para sacar 97/100 en cada exámen, aún que no pasará de aquella nota, era muy bueno.

Pero no lograba dominar una materia, podía sonar cliché o algo, pero era terrible en matemáticas, no sabía cómo eran los ejercicios con letras y le tenía una gran odio a dividir, el menso ni las tablas se sabía.

Volviendo al asunto, todo empezó en la mañana, desde que salió de su cama tuvo el presentimiento de que algo iría mal ese día, y su instinto nunca falla, pero aún así no faltó, y entro a clase como si nada, ¿debió haberse quedado en cama ese día? Sí.

En receso su mejor amigo había chocado con alguien, un tipo que parecía un matón, de esos de películas, con el cabello lleno de gelatina y la chaqueta negra, su amigo no se disculpó, oh, no, claro que no, en lugar de eso; exigió una disculpa por parte del contrario, a la que este no accedió.

Qin shi huang, su mejor amigo, pateo al grandullón dejándolo inconsciente al chocar contra una pared, y por si fuera poco, el grupo del grandote se lanzó a atacarlos, hades solo quería algo de paz, no tener que romper narices y patear traseros.

Un profesor los llamó, al ser los únicos de pié con gente inconsciente al alrededor, suspiró pesado, gran suerte la suya.

- Mi emperatriz, el viejo ese tarda demasiado, ¿Nos escapamos? - Qin sonrió enormemente, como lo hacía siempre.

Hades lo pensó, tendrían aún más problemas al irse, pero ya estaban lo suficientemente mal, suspiró y se levantó.

- Bien - sintió la mano cálida de Qin tomar la suya, miró la venda que ocultaba sus ojos y acercó su otra mano a ella, la que ying tomo y beso. Un calor recorrió sus mejillas, solo lo ignoro y comenzó a caminar hacia la puerta, con el firme agarre del contrario.

- ¡Hey! ¿Que creen que hacen? - había tiempo para volver, pero ninguno lo haría.

El de cabello azabache paso junto a hades a un lado del hombre, y corrieron, siendo perseguidos por el director. El hombre tenía alrededor de 60 años, se cansaría en un suspiró, y eso fue lo que pasó unos minutos luego de correr.

Cuando lo perdieron de vista, se fueron a la azotea, y se tiraron en el suelo, sofocados por la carrera, repentinamente Ying Zheng comenzó a reír y hades lo siguió.

Las carcajadas eran fuertes, aún que ninguno sabe el por qué de ellas, el momento les parecía divertido, habían pasado tanto años juntos que se entendían a la perfección.

Hades paro primero y vio sus manos aún unidas, apretó el agarre y zheng lo miro divertido.

- ¿Te gusta?

- Un poco.

Qin también apretó sus manos unidas.

Probablemente harían lo mismo al día siguiente, y todos los días por venir.

Aún que siempre se metieran en problemas, amaban estar agarrados de las manos.

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Two-cember [Hades bottom] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora