Usando la ropa del otro

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Debía admitirlo.

Hades se veía sublime con su atuendo. La verdad era que el dios de veía irremediablemente bien con cualquier cosa que usará, Qin creía firmemente que podría llevar una bolsa de papas y brillar con ella, pero ahora miraba orgulloso como aquel hermoso dios griego portaba sus prendas, haciéndolas relucir con su belleza y el atractivo del atuendo era casi nulo mientras el portador de el era Hades.

Podía observar sus hombros libremente, y le facinaba que su ropa marcará tan bien sus curvas, la vista que tenía frente suya era magnífica, y prohibida para todo que no fuese el.

Al igual que Qin observaba a su novio con un profundo amor en sus ojos, Hades miraba embobado al hombre de cabellos azabache, quien llevaba su ropa al igual que el la suya. Puede que solo sea su imaginación, pero sentía que Qin se miraba un poco más atractivo con su ropa, se veía tan bien a sus ojos. Muy lindo a su parecer.

El griego era el tipo de persona que veía lo lindo en lugar de lo sexy, cuando Qin pensaba que le diría alguna palabra coqueta Hades le decía algo dulce, como ahora.

—. Qin, te ves adorable en mis ropas — sonrió felizmente, sin despegar su mirada del contrario.

—. Tu te ves fantástico, bello y sexy — admitió.

Un suave color rojizo subió desde las mejillas de Hades hasta sus orejas semi-puntiagudas, ese solo comentario había hecho que sintiese los nervios a flor de piel, aquel emperador nunca había tenido vergüenza al demostrarle tanto su deseo como el amor que sentía hacia el.

El hecho de estar vestidos así se remonta hace tan solo unos pocos minutos, en donde confundieron su ropa luego de lavarla y al o encontrar otra cosa optaron por ponerse lo de otro, Qin Lucía encantado y a Hades le gustaba ver a Qin vestido con lo suyo.

—. Pero aún te falta algo — se aproximó a él mientras Hades pronunciaba un; "¿qué?" Deslizó suavemente la venda de sus ojos descrubiendo los mismos y poniendo la tela en la cara del dios. — listo. — sonrió cuando hubo terminado, quedando satisfecho por ese último detalle.

Hades pudo notar la sonrisa de su pareja, y sonrió igualmente.

—. Con mis aretes tu imagen estaría completa — afirmó el rey del Helheim y el otro asintió.

—. Deberíamos "confundirnos" algunas veces más, te ves espléndido, my love.

—. Apoyó la idea, y también te ves genial, Ying.

Se sonrieron mutuamente, agradecidos por tener una pareja tan bella.

Y en un acuerdo no tan silencioso decidieron que volverían a hacer aquello, por que ambos sabían que se veían bien usando la ropa del otro

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Two-cember [Hades bottom] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora